La quinta edición del Festival Internacional de Cine de Entre Ríos (FICER) organizado por el Gobierno de Entre Ríos, culminó con un rotundo éxito, congregando a más de 8.500 entusiastas del séptimo arte. La ceremonia de clausura, celebrada el sábado por la noche, estuvo impregnada de emoción y reconocimientos a destacadas producciones. A lo largo de cuatro intensos días, el público pudo disfrutar de setenta producciones distribuidas en cincuenta funciones gratuitas en Paraná y sus cinco subsedes.
Una de las particularidades de esta edición del FICER fue la activa participación del público. Más allá de la mera observación, los espectadores ejercieron su poder de elección al votar por las mejores películas. Este elemento de interacción fortaleció el sentido de comunidad en el evento. Los asistentes fueron recibidos por una imponente alfombra roja al ingresar al Centro Provincial de Convenciones (CPC), donde se llevó a cabo la ceremonia de clausura. Funcionarios, realizadores y amantes del cine se unieron para celebrar el cierre de este evento de renombre.
En la sección de Cine Nacional en competencia, la película Crónicas de un exilio, dirigida por Micaela Montes Rojas y Pablo Guallar, se llevó el premio principal. Esta distinción fue otorgada por un jurado integrado por María Alché, Diego Mondaca y Paula Félix Didier. Este logro fue especialmente significativo para los realizadores, quienes expresaron su emoción y gratitud hacia la organización del festival.
“Queremos destacar esta sección que conmemora los 40 años de Democracia en las que nos tocó participar. Es muy importante que un Festival haya destinado una sección a la reflexión, a la memoria. A partir de eso, teniendo una conciencia del pasado, podemos construir un futuro mejor. En el momento en el cual nos olvidamos de dónde venimos es cuando perdemos las raíces y destruimos el futuro”, sostuvieron los realizadores al recibir el premio.
Se trata de un documental que se destaca por su meticuloso trabajo de investigación y selección de materiales de archivo, donde muestra cómo en 1976, luego de un intento de secuestro, el cineasta Octavio Getino debe abandonar la Argentina. Tanto él en Perú como su familia en Buenos Aires convivieron con la ausencia y los miedos, con el peligro y el desarraigo. La película se asemeja a una suerte de caja de recuerdos, donde se entrelazan los elementos históricos y emocionales. También se otorgaron menciones especiales, destacando la película Trenque Lauquen de Laura Citarella.
En la sección de Cortometrajes Entrerrianos, Pescantora de Fabio Marcelo Bonell fue la producción premiada. El director compartió su emoción y el significado detrás de esta obra que retrata la lucha diaria de una madre soltera. Este premio no solo reconoce el talento local, sino que también promueve el crecimiento y la difusión del cine en la región.
El director valoró: “La película se hizo con ganas de expresar y mostrar una comunidad como la de Puerto Sánchez, donde los pecadores tienen que salir diariamente al río. En ese contexto, la idea era mostrar a una madre joven, soltera, que tenía que salir a pelearla todos los días y que tenía un sueño adentro, que era componer canciones de rap y que no quería abandonarlo”.
Además, se entregaron dos menciones especiales. Una para Las Cascos, de Verónica Moreira, Sara Van Dembroucke, Julián Rearte y Fernanda Álvarez y otra para Insomnio de Milagros Rocha. En esta sección compitieron diez cortometrajes de ficción, animación y documental.
El premio Ojo Pez, otorgado por el público al final de cada función, resalta la importancia de la opinión de la audiencia. Esta es una manera de reconocer y celebrar las contribuciones de los cineastas y sus obras. La película ganadora en la categoría Cine Internacional fue para Afire, de Christian Petzold; en Cine Nacional Crónicas de un exilio, de Pablo Guallar y Micaela Montes Rojas; en Panorama Regional Tres Cosas Básicas, de Francisco Matiozzi Molinas. Por su parte, El Juicio de Ulises de la Orden ganó el Ojo Pez para la categoría Cine por Entrerrianos; A Bailar, de Sara Van Dembroucke, se llevó el Ojo Pez Cortometraje Entrerriano.
Por otra parte, Cine.ar otorgó un premio especial para la sección de Cortometrajes Entrerrianos a Hotel Gran Victoria de Ricardo “Jaimo” Jaimovich. Este galardón consiste en la participación en competencias de Festivales Nacionales. Por su parte, el Fondo Nacional de las Artes (FNA) otorgó un premio al Mejor Cortometraje Entrerriano para Pescantora de Fabio Marcelo Bonell.
El Gobierno de Entre Ríos otorgó dos premios de 900.000 pesos para Desarrollo de Proyectos entrerrianos: Become Heroine, de Leandro Nicolás Gomez (Paraná) y Cine Rex bajo el agua, de Paula Florencia Burna Elstner (Federación). Luego llegó el turno de dos premios a Proyectos Avanzados en Producción de Entre Ríos, por $1.200.000 pesos cada uno: Lázaro Blanco, de María Ángeles Terraza (Paraná) y Vibra electrónica, de Nahuel Beade (Paraná).
El director artístico del FICER, Eduardo Crespo, expresó: “En esta edición me puse como meta que se habilite la reflexión, que pensemos en lo que estamos haciendo y que también lo hagamos como comunidad”, y agregó “En esta quinta edición logramos cosas muy importantes como la reglamentación de la Ley de Fomento Audiovisual que va a ayudar a que muchos jóvenes y nuevas generaciones de cineastas aparezcan, también inauguramos una Cinemateca Entrerriana que va a resguardar las películas que venimos haciendo. Queremos que las próximas generaciones vean las películas en buenas condiciones y puedan reflexionar sobre el pasado”.
Uno de los momentos más emocionantes del festival fue el anuncio de la creación de la Cinemateca de Entre Ríos, que marca un hito fundamental en la preservación del patrimonio audiovisual de la región. Este archivo no sólo protegerá las películas producidas en Entre Ríos, sino que también será un recurso valioso para investigadores, estudiantes y amantes del cine.
El Festival Internacional de Cine de Entre Ríos no solo es un evento cultural destacado, sino también una plataforma para el crecimiento y la promoción del cine regional. Esta quinta edición deja una huella imborrable en la memoria de los participantes y sienta las bases para futuras ediciones aún más grandes y diversas. La clausura del festival con la proyección de Amigas en un camino de Campo fue el cierre perfecto para un evento lleno de emoción y celebración.