“Estertor”, una película provocadora que pone a prueba ciertos límites morales

El film de Juan Pablo Basovih Marinaro y Sofía Jallinsky, estreno de la semana en la sala Leopoldo Lugones, abre incómodos interrogantes sobre la reciente historia social y política de la sociedad argentina

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Trailer de "Estertor", de Basovih Marinaro y Sofía Jallinsky

Estertor es mucho más que una película: es un experimento cinematográfico que plantea preguntas incómodas y desafiantes sobre la moral, la violencia y la sociedad argentina. Su enfoque audaz y su capacidad para generar reacciones emocionales intensas hacen de ella una obra digna de atención y reflexión profunda.

La película dirigida por Juan Pablo Basovih Marinaro y Sofía Jallinsky, dejó una huella impactante en el séptimo Festival de Cine de General Pico, donde ganó el Premio del Público y recibió una Mención Especial del Jurado. Tras su exitoso paso por festivales, la película se exhibe a partir de esta semana en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín en Buenos Aires.

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La trama gira en torno a cuatro empleados que cuidan a un genocida que padece Alzheimer y cumple prisión domiciliaria. En medio del aburrimiento, la precariedad laboral y la desidia, encuentran su entretenimiento en hostigar al represor. La película presenta una mirada incómoda y verosímil sobre aspectos cruciales de la historia argentina reciente, explorando las secuelas de la última dictadura cívico-militar y sus efectos en la memoria colectiva. La película está protagonizada por Cecilia Marani, Vero Gerez, Sebastián Romero Monachesi, Raquel Ameri, Alejandro Russek y Antonio Vázquez.

El film tuvo su premiere mundial en el Festival Internacional de Cine de Gijón (Foto: gentileza prensa "Estertor")
El film tuvo su premiere mundial en el Festival Internacional de Cine de Gijón (Foto: gentileza prensa "Estertor")

Estertor aborda una premisa inquietante y provocativa al presentar a cuatro individuos encargados de cuidar a un genocida argentino que sufre de Alzheimer y cumple su condena en su domicilio. A medida que estos cuidadores ejercen violencia grupal sobre este repulsivo criminal, el espectador se encuentra en una incómoda encrucijada moral, sorprendiéndose ante las auténticas barbaridades a las que se somete al protagonista pasivo. La película no sólo explora el origen de la violencia grupal, sino que también ofrece una visión única de la desigualdad social arraigada en la sociedad argentina a lo largo de décadas.

La ficción aborda la cuestión de la violencia ejercida desde lugares aparentemente injustificados y explora cómo la memoria de la dictadura militar en Argentina impacta en la contemporaneidad. La película se centra en el complejo vínculo entre la sociedad actual y el pasado dictatorial, cuestionando la creciente denominación de sujetos “apolíticos”. A través de esta premisa, la película indaga en las posturas históricas y políticas hacia la dictadura, notando una preocupante falta de interés en su gravedad. Los directores construyen la psicología de los personajes y sus relaciones con el genocida al que cuidan, revelando cómo su rol como “cuidadores” se convierte en una forma de divertirse mediante la tortura, sin una motivación aparente o política. La película explora la intersección entre la precariedad laboral y las relaciones de poder, donde la debilidad se convierte en una oportunidad para ejercer dominio sobre los demás.

El film es el segundo trabajo conjunto de los directores Basovih Marinaro y Sofía Jallinsky, quienes previamente trabajaron juntos en Palestra (2021), donde utilizaron la depilación femenina como excusa para una comedia provocativa y feminista. Allí, siguieron a tres amigas mientras se depilaban en un ambiente cargado de risas y críticas hacia las convenciones sociales. Con detalles visuales audaces y una mirada desafiante, la película se convierte en una declaración en contra del voyeurismo masculino y a favor de la sororidad.

Cuatro empleados asisten a un genocida que padece Alzheimer y cumple prisión domiciliaria (Foto: gentileza prensa "Estertor")
Cuatro empleados asisten a un genocida que padece Alzheimer y cumple prisión domiciliaria (Foto: gentileza prensa "Estertor")

Estertor se sumerge en el terreno de la ficción para explorar preguntas relevantes sobre la violencia, la memoria y la historia argentina. La película desafía la moralización convencional al adentrarse en el terreno de lo provocador, abordando temas contemporáneos como la desideologización de la sociedad y los tabúes que rodean a los actos abyectos pero profundamente humanos.

Los realizadores, admiradores de cineastas como Todd Solondz, Yorgos Lanthimos y John Cassavettes, así como de autores literarios como Ariana Harwicz y Juan José Becerra, se aventuran en “Estertor” a través de un enfoque formal con humor negro, escabroso y un poco grotesco. La película busca dialogar con la actualidad, destacando los desafíos de enfrentar la desigualdad y los tabúes en una sociedad cada vez más injusta.

Se trata de un reflejo audaz y provocador de la realidad argentina, cuestionando la memoria y la complacencia en un contexto de transformación social. La película promete ofrecer una experiencia cinematográfica que desafiará las convenciones y estimulará la reflexión sobre temas críticos.

"Estertor" es un experimento cinematográfico que desafía ciertos límites morales (Foto: gentileza prensa "Estertor")
"Estertor" es un experimento cinematográfico que desafía ciertos límites morales (Foto: gentileza prensa "Estertor")

En Estertor se destaca por su audacia y singularidad, desafiando los límites de la corrección política y llevando al público a cuestionar sus propias reacciones ante situaciones extremas. La película se sumerge en temas complejos y polémicos, exponiendo la faceta más oscura de la naturaleza humana y la dinámica de poder en un contexto de opresión y alienación.

A pesar de la gravedad de su temática, logra presentar una mirada satírica y divertida, utilizando el humor negro para explorar las profundidades de la moral y la ética y desafía al público a confrontar sus propias respuestas emocionales y morales, generando risas incómodas y reflexiones profundas en igual medida. Se aleja de las convenciones narrativas tradicionales y se aventura en un territorio emocionalmente turbulento y moralmente ambiguo, desafiando al público a cuestionar sus propias convicciones y juicios.

* Esternor se exhibe desde el 31 de agosto hasta el 7 de septiembre en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín en Buenos Aires (Av. Corrientes 1530, C.A.B.A.)

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