“Manal en Obras”: regresa restaurado el disco de la mítica reunión de la primera aplanadora del rock

El disco, grabado en 1980, había quedado en el olvido por haber sido editado sin el consentimiento de la banda y con una cuestionable calidad de sonido. A 40 años, vuelve en su mejor versión en CD, vinilo y streaming

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El álbum "Manal En Obras" captura la esencia de un período donde dos icónicas bandas forjaron nuevamente su legado
El álbum "Manal En Obras" captura la esencia de un período donde dos icónicas bandas forjaron nuevamente su legado

El rock argentino tiene un amplio historial de regresos, pero pocos han sido tan auspiciosos como el de Manal en 1980, que en pocos meses dejó un nuevo álbum de estudio (Reunión), una gira nacional y seis recitales en Obras colmados. El último de esos shows fue registrado y lanzado en 1982 bajo el título de Manal en Obras por iniciativa del sello Tonodisc, pero sin el aval ni la supervisión del trío, que siempre renegó de ese lanzamiento arguyendo que la calidad de sonido era mala y que la performance elegida distaba de ser la mejor. Ahora, a poco más de cuarenta años de su salida, el LP vuelve a las bateas con un sonido restaurado y bonus tracks que le hacen justicia a lo que significó el regreso de esta banda fundamental.

Manal, al igual que Los Gatos y Almendra, tuvo una existencia bastante efímera. Los tres grupos fundacionales del rock nacional se formaron a fines de los 60 y ya en los primeros años de la década siguiente se disolvieron: su misión había sido cumplida. El trío integrado por Javier Martínez (voz y batería), Claudio Gabis (guitarra) y Alejandro Medina (bajo), solo necesitó dos álbumes y cuatro simples para sentar las bases del ala dura del rock argentino, que se desarrolló bajo la influencia de Led Zeppelin, Jimi Hendrix y Cream, pero también del blues y, en el caso de Manal, del jazz.

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Tras su separación, Martínez emigró a España y Gabis y Medina se unieron a Billy Bond y La Pesada del Rock and Roll. El guitarrista luego se mudó a Brasil, mientras que el bajista se quedó en la Argentina colaborando con diferentes músicos, grabando discos en solitario y formó con Pappo otro trío fugaz, Aeroblus, que editó un disco fundamental para el hard rock local.

En 1979 se concretó la reunión de Almendra, un hecho que fue considerado histórico. La idea inicial era hacer dos presentaciones en el estadio Obras, pero finalmente fueron seis, además de una gira que recorrió todo el país. En esos shows, la banda liderada por Luis Alberto Spinetta presentó canciones inéditas que luego plasmaron en el LP El Valle Interior (1980) y otras que solo quedaron registradas en los discos en vivo Almendra en Obras I y II. La repercusión de este encuentro contribuyó a la masificación del rock nacional que se dio luego de la Guerra de Malvinas en 1982, en el ocaso de la dictadura militar, y llevó inevitablemente a la reunión de Manal.

Manal, una de las marcas fundacionales del ADN del rock en Argentina
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“Todo lo inició Almendra. Los productores decidieron que si ellos se reunían, Manal tenía que hacer lo mismo, y así fue que nos llamaron”, recuerda Alejandro Medina en el libro Heavy Metal Argentino de Frank Blumetti y Carlos Parise. Quien estuvo detrás de ese regreso fue Pedro Pujó, fundador del sello Mandioca y responsable de las primeras grabaciones del grupo. Él viajó a Barcelona junto a Claudio Gabis para encontrarse con Javier Martínez, que en los años que vivió en España integró la banda de jazz rock Esqueixada Sniff. Tras un viaje relámpago a Londres y Nueva York para comprar instrumentos, los tres músicos se juntaron en las afueras de Río de Janeiro para iniciar los ensayos del imponente regreso.

Al igual que Almendra, su reencuentro también dejó un nuevo álbum de estudio, Reunión (1981), muy diferente a sus trabajos anteriores, ya que en ese momento los tres estaban muy influenciados por el jazz fusión y el rock de aires afrolatinos al estilo de Carlos Santana. “Musicalmente, era lo que estaba ocurriendo en ese momento”, señala Claudio Kleiman, autor de La historia de una reunión secreta, sobre lo que fue el segundo regreso del grupo para un show sorpresivo en 2014. “Era alucinante lo que sonaban. Yo creo que estaban en su punto más alto como instrumentistas, pero es bien distinto a lo que había sido Manal en los 70″.

La evolución de los tres músicos quedó plasmada en ese tercer disco de estudio, pero también en los shows que dieron en ese corto período: cinco recitales en el estadio Obras Sanitarias en mayo de 1980, una gira por el interior de la Argentina y un último adiós el 14 de junio nuevamente en el Templo del Rock con la consigna “Chau Manal”. Fue ese concierto el que quedó registrado en el álbum que editó Tonodisc en 1982 y que en 1994 salió con una lista de temas alternativa como Manal en vivo por el sello Música & Marketing.

En un hito para el rock argentino, Manal resurge en 1980 con un regreso impactante. Su álbum de estudio "Reunión" y una serie de conciertos llenos de energía marcan un retorno auspicioso a los escenarios
En un hito para el rock argentino, Manal resurge en 1980 con un regreso impactante. Su álbum de estudio "Reunión" y una serie de conciertos llenos de energía marcan un retorno auspicioso a los escenarios

El repertorio que eligieron para su vuelta abarcó toda su discografía, los clásicos de Manal y El León, simples como “Doña Elena” –cuya versión extendida de siete minutos es de lo más destacable de Manal en Obras– adelantos de Reunión y canciones de las carreras en solitario de Claudio Gabis (“Más allá del Valle del Tiempo”) y Javier Martínez (“Sol del Sur”).

A pesar de lo histórico que fue el regreso de Manal a los escenarios, el álbum en sus dos versiones quedó sepultado de la discografía del grupo porque fue hecho sin su consentimiento y nunca quedaron conformes con el resultado. Para Claudio Gabis, que habló con Infobae Cultura en medio de su gira española, “son discos bastardos porque fueron publicados sin nuestra colaboración ni aprobación, producidos de manera precaria, cuya grabación se realizó en uno de los conciertos menos felices de toda la secuencia. No representan ni la voluntad del trío ni los buenos resultados musicales de lo que fue esa reunión de Manal, en la que los tres estábamos tocando muy bien y había empatía entre nosotros”.

A cuarenta años de su edición original, el productor Sebastián Subirana, estrecho colaborador de Javier Martínez, tomó la iniciativa de recuperarlo en medio del proceso de digitalización y reedición del catálogo solista del baterista. Si bien el también cantante de Manal es reacio a hablar y a recordar a su antigua banda, dio luz verde para este proyecto, ya que, junto con el registro de la reunión de 2014 Vivo en Red House, se trata del único álbum del trío que era inconseguible y que no estaba disponible en plataformas digitales.

Cuatro décadas después, el icónico álbum "Manal en Obras" recobra vida con una reedición meticulosa y restaurada
Cuatro décadas después, el icónico álbum "Manal en Obras" recobra vida con una reedición meticulosa y restaurada

“Conseguimos una copia del master en estéreo con seis o siete canciones y sacamos las que faltaban del vinilo original para completarlo”, explica Subirana, que destaca el resultado final que obtuvieron los ingenieros de sonido Tomás Rojas y Ezequiel Morfi, quienes hicieron un gran trabajo de restauración y remasterización. De todas maneras, él cree que no se hizo la debida justicia con el álbum, que quedó condenado por su mala calidad de audio. “Todo el mundo estaba acostumbrado al cassette. No sé por qué nadie se acordaba del LP, que sonaba muy bien”, reflexiona.

Esta reedición que sacó Fonocal incluye como bonus tracks las tres canciones de Manal en vivo que no estaban en el álbum de 1982, entre ellas, “No hay tiempo de más” y “Elena”. Si bien se trata del registro del mismo concierto, el sonido proviene de otra fuente –Subirana cree que de la transmisión por televisión que hizo Canal 11 en su momento–, ya que está en mono y es mucho más deficiente. Esas pistas sí fueron tomadas del cassette de 1994 y a pesar de que se nota la diferencia con respecto al resto de los temas, la labor de los técnicos fue magistral.

El rock nacional está viviendo una oleada de reediciones desde hace un par de años. Las razones son varias –la recuperación del catálogo de Music Hall por parte del Instituto Nacional de la Música (Inamu), el auge del vinilo y del streaming–, pero fundamentalmente se debe a que hay un público ávido de reconstruir la historia que quedó fuera de los catálogos de los grandes sellos multinacionales. El avance de la tecnología permite que finalmente Manal en obras tenga el tratamiento que merecía el primer álbum en vivo de Manal. Por más que el trío reniegue de su existencia, se trata de un documento ineludible de la potencia que demostró el trío en su regreso. La misma fuerza que los había unido una década atrás, todavía seguía intacta y, durante ese breve reencuentro, fue una verdadera aplanadora del rock.

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