Todos lo saben, sobre todo los lectores: hoy, 24 de agosto, se cumple un nuevo aniversario del nacimiento de Jorge Luis Borges. Por ese motivo es el Día del Lector.
Todos recuerdan también una frase emblemática del gran escritor nacido en 1899 y fallecido en 1986: “Que otros se enorgullezcan por lo que han escrito, yo me enorgullezco por lo que he leído”. Para homenajearlo, y también a este día, 10 libros: 5 de Borges, 5 sobre Borges. Empecemos.
Fervor de Buenos Aires
Debut literario. Se publicó en 1923 por la Imprenta Serrantes con una edición pequeña, mínima, de 300 ejemplares. En la tapa, un dibujo de su hermana, Norah Borges, representa la capital argentina como esa mezcla de metrópoli y pueblo que era, pero también una mirada melancólica, algo extraño en un muchacho de veintipico. La edición original contaba con 64 páginas y un prólogo titulado “A quien leyere” escrito por el propio Borges, algo inusual para un primer libro.
Hay filosofía, hay amor, una radiografía poética de la Buenos Aires de los años veinte, poemas dedicados al Cementerio de la Recoleta, a los arrabales y a los cuchilleros. En sus propias palabras: “Pienso que nunca me he alejado mucho de ese libro; siento que todos mis otros trabajos sólo han sido desarrollo de los temas que en él toqué por primera vez; siento que toda mi vida ha transcurrido volviendo a escribir ese único libro”.
Ficciones
Para muchos, este libro publicado en 1944, es su mejor libro. Tiene dos partes: “El jardín de senderos que se bifurcan” y “Artificios”, así como también dos prólogos. Esto se debe a que en 1941 los cuentos de “El jardín...” fueron publicados con ese nombre como libro. Tres años después, decidió agregarle seis relatos más y unirlos en uno solo.
Están aquí “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius”, “Pierre Menard, autor del Quijote”, “Las ruinas circulares”, “El jardín de senderos que se bifurcan”, “Tema del traidor y del héroe” y “Tres versiones de Judas”, entre otros. Con Ficciones Borges se colocó en un primer plano de la literatura argentina y, con el tiempo, de la literatura internacional.
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El tamaño de mi esperanza
Un libro de ensayos. Se publicó en 1926. En sus páginas están los ingredientes típicos de su obra: lo criollo, las referencias de la pampa, la inquietud por la literatura y la preocupación por el lenguaje.
Allí escribe, por ejemplo: “Nuestra realidá vital es grandiosa y nuestra realidá pensada es mendiga. Aquí no se ha engendrado ninguna idea que se parezca a mi Buenos Aires, a este mi Buenos Aires innumerable que es cariño de árboles en Belgrano y dulzura larga en Almagro y desganada sorna orillera en Palermo y mucho cielo en Villa Ortúzar”.
El Aleph
Si alguien quiere regalar un libro de Borges, quizás el mejor sea El Aleph. Cuentos publicados en 1949 y reeditados en 1974. De estilo sobrio y perfeccionista, todo ocurre en un ambiente realista que muta genialmente a lo fantástico. Lo que se revela aquí son las grietas en la lógica de la realidad. Con este libro se consagra como una de las voces más descollantes de Argentina, de América Latina y del mundo.
El oro de los tigres
Todos suelen aclamar al Borges cuentista, pero sin dudas fue también un poeta genial. En este libro reúne una serie de poemas y textos breves en prosa escritos entre 1969 y 1972. Ya cuenta con las lecturas necesarias y la precisión de la experiencia para crear un libro realmente exquisito. “Con los años fueron dejándome / los otros hermosos colores / y ahora solo me quedan / la vaga luz, la inextricable sombra/ y el oro del principio”, escribe en el poema que da título al libro.
La ilusión del tiempo, la filosofía clásica, la épica como destino inevitable, el pasado familiar, lo tremendo del azar y los sueños que se confunden con la vigilia, son algunos de los temas que se desarrollan en este libro y que forman parte del itinerario borgeano. “De un hombre que ha cumplido los setenta años que nos aconseja David poco podemos esperar, salvo el manejo consabido de unas destrezas, una que otra variación y hartas repeticiones”, dice con su ironía demoledora.
Borges, de Adolfo Bioy Casares
“El Borges de Bioy”, como suelen referirse los lectores a esta gran obra de 736 páginas que se publicó originalmente en 2006, es un libro póstumo compuesto por los pasajes de los diarios de Adolfo Bioy Casares referidos a su célebre amigo. En 1931 iniciaron una larga amistad literaria, cuyas consecuencias serían fundamentales para la literatura en lengua española.
Desde 1947, el propio Bioy comenzó a registrar, con minuciosidad y precisión, las “interminables, exaltadas conversaciones” que mantenían casi diariamente. Este es un libro íntimo, incluso polémico, ya que hay que creerle a Bioy la veracidad de cada palabra que pone en boca de Borges. Y vaya que es interesante: aquí leemos a otro Borges, más irónico, más astuto, más conflictivo que nunca.
Borges, un escritor en las orillas, de Beatriz Sarlo
Publicado originalmente en 1993, la periodista, escritora y ensayista argentina habla de Borges como de un autor que posa la mirada sobre los márgenes, que escribe ficción como nadie y que reflexiona sobre el estatus de esa ficción en este rincón de América del Sur. “¿Cómo se puede escribir literatura en una nación culturalmente periférica?”, se pregunta Sarlo. En el libro están algunas respuestas.
Medio siglo con Borges, de Mario Vargas Llosa
“Uno de los escritores más extraordinarios del siglo XX, Jorge Luis Borges, en la mirada de Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura”. De este modo se anunciaba la salida de Medio siglo con Borges. Prometedor, ¿no? Reúne entrevistas, críticas, artículos, conferencias y ensayos.
Allí el autor peruano sostiene que su obra es “siempre perfecta como un anillo” y elogia la erudición de Borges, “una aventura del espíritu de la que los lectores salimos siempre sorprendidos y enriquecidos”, entre otros temas que aborda.
Borges y la matemática, de Guillermo Martínez
Publicado por Seix Barral en 2006, es un libro de ensayos que narra cómo varias ideas en la matemática moderna se hallan en la obra literaria de Borges. Se incluyen conceptos tales como la teoría de conjuntos, recursión, la teoría de caos, sucesión matemática infinita o la teoría de conjuntos infinitos de Georg Cantor.
El título del cuento “El Aleph”, por ejemplo, salude al uso de la letra hebrea de Cantor, álef, por denotar cardinalidad de conjuntos transfinitos. Según Guillermo Martínez, que además de escritor es matemático, Borges tenía conocimientos de álgebra, lógica, paradojas, infinidad y topología.
Borges. Los pueblos bárbaros, de Horacio González
Jorge Luis Borges pasó de ser un joven vanguardista a convertirse en un acontecimiento fundacional creando un “decir literario” que parecía cerrado en una esfera redundante. En Borges. Los pueblos bárbaros, el ensayista Horacio González retoma antiguas discusiones y encuentra nuevas preguntas sobre la obra de Borges, a quien define como “un desvalijador metódico de la historia cultural universal”.
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