Para Pipi Piazzolla, “el jazz es verdadero arte”

El baterista de ilustre apellido y varios proyectos musicales en simultáneo, estrena nuevo grupo y confiesa: “Nunca tuve sueños alocados ni me frustré por no haberlos logrado, mi objetivo es tocar”

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Pipi también lidera el nuevo grupo "Versus", que fusiona elementos electrónicos y reversiones de estándares de jazz (Foto: Julio Sevald)
Pipi también lidera el nuevo grupo "Versus", que fusiona elementos electrónicos y reversiones de estándares de jazz (Foto: Julio Sevald)

La lista incluye a Escalandrum, Lucio Balduini Trío, Carlos Michelini Quinteto, Hernán Jacinto Trío, el quinteto de Guido Martínez y Pipi Piazzolla Trío. En todas estas formaciones, de jazz y otras músicas, está Daniel “Pipi” Piazzolla. Desde hace años, en realidad, salta de una a otra con la soltura de quien cambia aprieta un switch. En relación al jazz ha visitado todos —todos— los géneros.

Es muy raro que haya un momento en que no esté haciendo música, pensando música, hablando de música, estudiando música, imaginando música. Lleva la música en el apellido y la sangre; es el motor de cada día. Baterista de vastísima trayectoria y de curiosidad interminable, desde hace años que persigue los sonidos. Piazzolla escucha a sus ídolos y a los ídolos de sus ídolos y recorre espacios que se abren a un descubrimiento imprevisto. ¿Sus ídolos? Tony Williams, Elvin Jones, Max Roach, Art Blakey, Philly Joe Jones, Roy Haynes, Buddy Rich.

Hace unos años, de hecho, gracias a una entrevista al legendario baterista Buddy Rich descubrió a Alex Duthart, que lo llevó a estudiar tambor escocés. “Cuando Buddy Rich lo nombró”, dice ahora en diálogo con Infobae Cultura, “yo, en vez de dejarla pasar, me vi todos los videos de Alex Duthart, conseguí cassettes, CDs, libros y estudié. Son aproximaciones, no quiere decir que yo toque tambor escocés, pero esa pequeña influencia en algún sentido aportó algo a mi toque”.

Versus - On the sunny side of the street

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A todas las agrupaciones y caminos se le agrega ahora un nuevo avatar: Versus, el flamante grupo integrado por Gustavo Musso (vientos), Esteban Sehinkman (teclados), Mariano Sívori (bajo) y él en batería. Con temas originales y reversiones de los standars en versiones eléctricas, el grupo lanza su álbum debut Vs (Club del Disco, 2023) y lo presenta este sábado en un doble show a las 20.30 y a las 23 en Virasoro Bar. “Yo creo que Versus está mostrando algo bastante potente y novedoso, por lo menos para las escuchas externas”, dice en diálogo con Infobae Cultura. Y sigue: “Un disco con un saxo electrónico que no es algo muy común, y un bajo eléctrico tampoco”.

Además, hay una característica saliente de Versus, que es la de jugarse en vivo: los temas se ensayan poco y eso va más allá del virtuosismo de sus integrantes, sino que lo que se busca es explotar lo que sale en la improvisación. “Se ensaya poco y nos aprendemos los temas en la prueba de sonido”, dice Piazzolla, “y siempre tratamos de llevar un par de temas nuevos para ver qué se puede hacer con eso”.

Versus, el nuevo grupo de “Pipi” Piazzolla (Foto: Pam Raponi)
Versus, el nuevo grupo de “Pipi” Piazzolla (Foto: Pam Raponi)

La poesía, en general, se constituye en el escenario. Los escritores publican los libros, pero es cuando salen a escena que terminan por ser poetas. ¿Pasa lo mismo con el músico de jazz?

—Pasa lo mismo. La creatividad está en vivo. Uno puede practicar un montón, y cuando practica puede revisar ciertas cosas, puede frenar, puede volver a arrancar, pero el vivo es lo que te curte. Ahí no podés decir “No me salió la frase, vuelvo a hacerla”. Hay muchos músicos que sueñan con ser famosos y exitosos. Lo único que quiere el músico de jazz es tocar mejor. No le importa el éxito ni la fama: quiere tocar mejor. Si viene lo otro, buenísimo; pero nosotros solo queremos tocar mejor. Cada vez que subimos a un escenario tratamos de estar más sueltos, de aportar mejores ideas, de ser creativos, de generar cosas nuevas para que tus compañeros se influyan. El jazz es un género muy libre, donde nadie te dice qué tenés que hacer. Nadie te dice cuánto tiene que durar un tema, qué tiene que decir la letra. Yo creo que es un verdadero arte.

En la lista de canciones del disco, hay varias escritas por Sehinkman, pero también hay standards de Ellington o “Smile”, de Chaplin. ¿Cómo convive el jazz electrónico con canciones clásicas?

—Bueno, es bastante particular. Los músicos de jazz suelen experimentar con los standars y, si están 4x4 se los pasa a 3x4 o a 5x4 o lo hacen más latino o más funk. Nuestro approach es súper jazzero, pero cambia un poco el sonido. Y, al ser un sonido más electrónico, también cambia mi approach, que va entre el jazz y el funk. Es jazz con sonido de funk. La versión del tema de Chaplin es espectacular. Salió increíble.

¿En qué cambia el baterista de jazz del baterista de rock?

—A mí me encanta el rock. Somos todos parecidos; simplemente tocamos diferentes estilos. Un estilo, como el rock, está más abocado al groove y a hacer funcionar la canción; y el otro estilo, como el jazz, está más abocado al groove, a hacer funcionar la canción, pero también a improvisar. Yo creo que el rock que nos gusta a todos los rockeros y a todos los bateristas de rock es el de John Bonham, el de Los Beatles, el de Jimi Hendrix, que eran bateros de rock que a la vez improvisaban como un jazzero. Yo revisé quiénes eran los ídolos de esos bateros. Y, por ejemplo, el ídolo de Bonham era Max Roach. Y vos te das cuenta de que en todos sus solos lo cita. Las frases que toca, las melodías que hace pertenecen a solos que Roach había grabado veinte años antes. En ese punto hay una similitud.

"El jazz es un género muy libre, donde nadie te dice qué tenés que hacer", dice Pipi Piazzolla (Foto: Julio Sevald)
"El jazz es un género muy libre, donde nadie te dice qué tenés que hacer", dice Pipi Piazzolla (Foto: Julio Sevald)

En estos últimos años aparecieron un montón de salas nuevas en Buenos Aires. Desde sótanos a barcitos en Palermo: salas grandes, salas más chicas. ¿Cómo vivís este resurgir del jazz en vivo en Buenos Aires?

—Yo estoy muy orgulloso y muy feliz. A pesar de que siempre hubo jazz en Argentina, en los 90 había uno o dos clubs para tocar, y casi que había un solo festival de jazz. A mí me da orgullo ser prácticamente el segundo país del mundo con más jazz después de Estados Unidos. Algo que quiero destacar es que, por ejemplo, hay festivales de jazz en Merlo, en Hurlingham, en Quilmes: en el Conurbano se están instalando un montón de festivales, cosa que eso no era muy común. Está el festival de San Isidro, que ya tiene unos años. Creo que es resultado de un trabajo que hemos hecho entre todos. El jazz es muy accesible y creo que la música es una de las profesiones del futuro, porque uno quiere ver a alguien haciendo algo.

Escalandrum - No Soy Un Extraño

Casi me das el título de la nota: “la música es la profesión del futuro”.

—Ojalá. Yo creo que va a ser todo lo que se haga en vivo: la actuación, el deporte, pero pongamos la música. ¡Defendámosla una vez, que nos tratan de vagos!

¿Qué te queda por hacer, Pipi?

—Mejorar, nada más. La mejoría trae nuevos shows, nuevas agrupaciones, nuevos discos, nuevos singles. Estoy trabajando en un homenaje a Max Roach, que es un solo que hago con un ostinato fijo de pies y que saco en septiembre. Y después voy a empezar a trabajar en uno dedicado a Joe Morello, que es el baterista que grabó “Take Five”. Trato de tocar, de disfrutar y de seguir viviendo de esta profesión que es tan linda. Hago lo que me gusta hace un montón de tiempo. Nunca tuve sueños alocados ni me frustré por no haber logrado alguno. Mi objetivo fue siempre tocar. Estar activo como estaban activos los músicos que admiro. Hace muchos años que vengo con ese estilo de vida. Y me encanta.

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