El cine documental argentino está viviendo un momento de expansión único, desde hace quince años, gracias a la creación de la “vía digital” que ayudó a financiar este tipo de películas por parte del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA). Son numerosos los directores y directoras que eligen expresarse en este formato. Uno de ellos es Jorge Leandro Colás que está estrenando en salas una de sus últimas películas, Los médicos de Nietzsche.
En la película, se sigue al doctor Esteban Rubinstein que comenzó a estudiar la obra de Friedrich Nietzsche y la forma en que el filósofo alemán cuestiona la verdad, la razón, la moral y la compasión. Junto a otros médicos del hospital en que trabaja, propone una medicina extramoral, que implica una aproximación a los pacientes y sus enfermedades desde un estado abierto a múltiples posibilidades y preguntas que van más allá del bien, el mal, lo normal, lo natural.
“Cuando conocí al doctor Esteban Rubinstein me contó que se reunía habitualmente con otros médicos del Hospital Italiano en donde trabaja para estudiar la obra de Nietzsche. La imagen de un grupo de médicos leyendo filosofía en un consultorio de un hospital nocturno y vacío fue un potente disparador para realizar esta película. Inicialmente me preguntaba: ¿Cómo se podía relacionar la filosofía con la medicina general? Aquella confusión inicial se tornó en intriga y hasta fascinación. Volví a los viejos libros de Nietzsche que había leído en mi adolescencia y comencé a registrar las consultas entre el Doctor Rubinstein y sus pacientes”, contó el director.
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Los médicos de Nietzsche no sólo muestra de una manera subjetiva los hechos, sino que también incita a la reflexión sobre la intersección entre la filosofía y la medicina. A través de una narrativa dinámica y una exploración profunda, la película ofrece una experiencia cinematográfica que desafía al espectador a considerar las implicaciones éticas y morales de la práctica médica. Sigue a un grupo diverso de médicos mientras exploran las ideas y los conceptos filosóficos del renombrado pensador alemán. A medida que los médicos se sumergen en su obra, comienzan a cuestionar cómo sus enseñanzas pueden influir en su práctica médica y en la forma en que abordan los dilemas éticos en su campo.
En esas conversaciones, se explora temas como la voluntad de poder, la ética médica, el sufrimiento humano y la naturaleza de la verdad. Este grupo de médicos comparten sus propias experiencias y desafíos, lo que brinda al público una visión íntima de los dilemas a los que se enfrentan en su búsqueda por proporcionar atención médica de calidad.
Aunque suene contradictorio a la experiencia audiovisual, en esta película la palabra tiene un rol clave, donde se escucharan prolongadas charlas con planos fijos entre el protagonista y tres de sus pacientes durante sus consultas donde, además de sus historias, se podrán desarrollar puntos de vista acerca de la medicina, sus límites y la filosofía. Estos diálogos se extrapolan con los distintos profesionales que indagarán en su forma de encarar la medicina y la relación con los pacientes. Este costado humano que intenta mostrar permitirá que se filtren escenas de afecto, empatía y humor, que salen del dramatismo que tiene toda consulta médica.
La iniciativa de Rubinstein es abordar la medicina desde una perspectiva extramoral para desafiar el enfoque médico convencional y cuestionar la influencia de la subjetividad del médico en sus decisiones y recomendaciones. También señala que esta perspectiva subjetiva no se enseña en la formación médica tradicional, es decir, aunque los médicos reciben una educación sólida en términos de conocimientos médicos y científicos, la cuestión de cómo aplicar esos conocimientos de manera subjetiva y personal no siempre es parte de su formación.
Estas prácticas tienen como objetivo cuestionar y poner en duda el paradigma médico convencional y dominante. El juicio personal de un profesional de la salud no siempre es absolutamente apropiado o válido, a pesar de su conocimiento y las recomendaciones basadas en ello. Esto se debe a que la subjetividad del médico influye en las decisiones y prescripciones que hace. Incluso si un médico tiene una base sólida de conocimientos científicos que respaldan sus recomendaciones, su propia perspectiva personal puede influir en cómo se formulan y presentan esas recomendaciones.
El documental recorre las historias de tres pacientes, Valeria Grossi que está realizando un tratamiento contra el cáncer, Paco Siquot que atravesó un grave accidente y busca algunas respuestas, y Julio Gavagni, un fumador que se rehúsa a tener hábitos más saludables. La intimidad y calidez de ese consultorio, permitió que se lleguen a reflexiones muy profundas que van más allá de la relación médico-paciente. Sobre la elección de los personajes, el director contó: “Todos son pacientes de Esteban previamente, con algunos de ellos tiene una relación de cinco o diez años, que a nivel confianza para la película funciona muy bien. Se ve ese fluir entre ellos. Al principio, buscábamos que hubiera diversidad en cuanto a edades, género, o cuestiones de salud, pero después nos pareció interesante este balance que encontramos en ellos. Nos parecía que había cuestiones que tenían que ver con la salud que podrían vincular al espectador con sus historias”.
Este film se presentó por primera vez en la última edición del BAFICI donde recibió el premio a mejor montaje otorgado por la Asociación Argentina de Editores Audiovisuales (EDA) y la Sociedad Argentina de Editores Audiovisuales (SAE) que destacó que la edición de la película “sostiene la tensión dramática con un equilibrio que oscila entre el humor y el dolor. A la vez construye la identificación con los personajes y sus procesos de pensamiento. El resultado es un film que palpita humanidad y llama a la reflexión”.
Jorge Leandro Colás encuentra en el documental una forma de expresión y de contar una historia de una manera particular, como lo demostró en películas como Parador Retiro (2009), Los Pibes (2015), La visita (2019), Viedma, la capital que no fue (2023) o en el trabajo que realiza en su productora Salamanca Cine, que hace más de quince años viene apostando por los documentalistas argentinos.
*“Los médicos de Nietzsche” se podrá ver en las salas argentinas a partir del jueves 17 de agosto.
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