Una réplica del Guernica, el célebre mural realizado por Pablo Picasso en 1937 para conmemorar el bombardeo de esa localidad durante la guerra civil española, fue inaugurado en el anfiteatro del Parque Ferreira de la costanera de la capital rionegrina por las autoridades del municipio de Viedma junto a integrantes del País Vasco y de la comunidad judía de Viedma.
El mural fue emplazado en el marco de la iniciativa “El espacio de la Humanidad y la Memoria”, que se plantea con el objetivo de recibir distintas actividades culturales y también como un recurso didáctico para las escuelas que servirá como un aula abierta para la enseñanza de los derechos humanos. Juan Marchesi, el artista que estuvo a cargo de su realización, lo caracterizó como “una adaptación del Guernica, una obra de arte mixta de los que se considera como escenográficos”.
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En diálogo para esta nota, contó que la obra fue realizada sobre un muro de ocho metros por cuatro, “igual a la original que utilizó Picasso”. Docente jubilado de la escuela de arte de Carmen de Patagones Alcides Biagetti, aclaró que la obra no es una copia del mural de Picasso, sino una adaptación en la que tomó los elementos esenciales de la obra original.
“La mujer con el niño que está muerto por el bombardeo, la que huye de las llamas y trata de escapar por la ventana, la que está con el candil encendido iluminando toda la escena, el caballo herido y el toro que simboliza también la violencia de la euromaquia”, enumeró.
En ese sentido, detalló que la obra tiene a un solo hombre que es un soldado muerto en la parte de abajo que es un símbolo importante que marca la pérdida de la batalla, pero que desde su mano nace una flor. “Es el único detalle de color, porque el resto son grises cromáticos que marcan una tendencia a la sordidez, a la violencia, y a un clima opresivo”, indicó.
La alternancia la conforma un triángulo, que es el origen de la composición de Picasso, “con el que trabajamos con la luz que viene del candil iluminando fotografías de los momentos violentos más trascendentales e impactantes de los últimos 100 años, impresos en cerámica”, explicó Marchesi.
Entre otras representaciones, allí figura Hiroshima, Guernica destruida, Ucrania en la actualidad, el Holocausto judío y el bombardeo a la Plaza de Mayo de Argentina. “Son más de 20 fotografías que muestran los desastres que esta sociedad ha hecho en estos últimos 100 años”, acotó.
Del otro lado del muro, la idea era plasmar algo simple y didáctico como para que un niño o una niña entendiera que, de un lado era vida y muerte y del otro lado la vida.
“Entonces, es una ventana que comunica los dos espacios, el cielo con la tierra y el frente del mural con el dorso”, apuntó el profesor.
“De ese lado hay una obra que es totalmente mía, son escaleras que suben hacia el cielo, seres volando con la libertad de los pájaros, nuestra comarca con el río, planetas haciendo una alineación, la luna, el sol, y la presencia de una ventana por donde una persona está tratando de llegar al cielo”, detalló.
Por su parte, la profesora de arte de la escuela Biagetti de Patagones, Valeria Bernatelli definió la obra como un “arte híbrido porque está compuesto de muchos elementos”.
Asimismo, contó que la realización comenzó en marzo y culminó recientemente.
La obra tiene cerámicas, pinturas, y piedras del mar, “es de arte mixto, de los que se considera como escenográficos porque tiene elementos que rompen la estructura del muro”, afirmó Marchesi.
Finalmente, dijo que el material con el que fue realizada, es acrílico industrial con un acabado de acrílico artístico y que está revestida con una bicapa de un barniz protector especial que se puede limpiar ante escrituras con aerosoles.
Oriundo del barrio de Flores de la Capital Federal, Marchesi vivió durante la década de los 70 en Bariloche y desde hace 30 años vive en Viedma, donde cumplió sus 80, el ultimo 19 de julio, “y éste para mí, es el trabajo más importante de los últimos tiempos”, concluyó.
En su adolescencia pudo ingresar a la Escuela de Bellas Artes, y se recibió de profesor en la escuela de arte Manuel Belgrano, ilustró publicaciones para ediciones de La Flor, Billiken, El Ateneo, y Fausto entre otros.
Asimismo, ilustró escenografías para recitales de Piero, Spinetta, Miguel Cantilo, Marilina Ross, en Canal siete, en el Teatro Colón y en el San Martín.
Fuente: Télam S. E.
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