“Parte de una religión”, dinámica teatral para una propuesta televisiva poco convencional

Una charla entre amigos revela miedos y obsesiones hasta la incomodidad. Así es la miniserie estreno de Flow, protagonizada por un verdadero seleccionado de actores y actrices de la escena porteña

Mariano Rosales, Julián Doregger, Santiago Gobernori, Malena Medici, Julián Lucero, Valeria Lois, Alan Sabbagh y Nicolás García Hume, parte de una religión teatral que llega a las pantallas del hogar con una propuesta original y sencilla

A contramano de las grandes apuestas que desvelan por estos tiempos a las principales productoras de contenido audiovisual, Parte de una religión se sostiene en una premisa tan básica como la de un grupo de amigos que se junta a charlar. Ese es el esqueleto de la comedia que escribieron Santiago Gobernori y Mariano Rosales, producida por Obol con la dirección de Lucía Valdemoros y disponible desde este jueves en la plataforma Flow de Cablevisión.

Siguiendo un poco el ejemplo paradigmático de Seinfeld, aunque más cerca en espíritu a los sketches de Malena Pichot, Parte... propone un conjunto de gags y situaciones incómodas que se van descubriendo a lo largo de una conversación entre amigos algo dispares, que se reúnen a compartir un asado y acompañar a Julián (Doregger) y Santiago (Gobernori) en el dolor por la muerte del padre. Prácticamente una sola escena alrededor de una mesa articula esta miniserie dividida en tres capítulos breves de veinte minutos, que pueden seguirse como tres actos de una obra teatral.

"Parte de una religión". Los tres capítulos de la miniserie ya están disponibles en Flow

Como en la canción de Charly García que inspiró el título, cada uno de los personajes parece tenerle algo de miedo a lo que acecha en su mente. El humor es alimentado por distintas aporías y misterios que inquietan a los comensales, como la impasibilidad de los hermanos ante la pérdida del padre, la creencia de un cura (Doregger) en la vida extraterrestre (quien además resulta ser el más desprejuiciado de ellos) y un aparente incesto entre medio hermanos (Alan Sabbagh, Valeria Lois). También, una acalorada discusión de temas diversos como la vasectomía o la picada: si el maní merece tal calificación, y dónde conviene guardarla (en la mesada o en la heladera).

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La idea del proyecto surgió, justamente, a partir de reuniones virtuales ociosas a las que se aferró el elenco (que se completa con Nicolás García Hume, Malena Medici y Rosales) cuando se decretó el cierre de teatros en la cuarentena de 2020. En un principio, el propósito era continuar de alguna manera con Carlos en el centro, la obra que presentaban con éxito en el Club de Teatro Defensores de Bravard. Pero pensar en una versión audiovisual no los estimuló demasiado.

Nicolás García Hume y Alan Sabbagh, una pareja de actores que cuestiona casi todo en "Parte de una religión"

“Nos propusimos hacer algo nuevo con el mismo elenco y que fuera relativamente sencillo de filmar. En ese momento estábamos todos encerrados sin poder laburar, así que teníamos una necesidad imperiosa de hacer algo, más por nuestra salud mental que por una pretensión artística”, le dice Gobernori a Infobae Cultura. El actor y guionista, que dirige junto a Matías Feldman la escuela de actuación y el teatro de Bravard, aclara que la serie no tiene nada que ver con la pandemia. Aunque sí es un material que está delimitado por ciertas obstrucciones propias del contexto de aislamiento social. Por eso se filmó al aire libre, en una única locación y en tan solo tres días.

Como consecuencia, la miniserie conserva mucho de la metodología teatral con la que suelen trabajar Gobernori y compañía. Recursos limitados, pocas escenas, pero con mucha inventiva y un grado de atención a los detalles que se juegan en las interacciones cotidianas. “Escribimos pensando en un mundo que sea realizable, sin grandes pretensiones de producción, donde el texto y las actuaciones puedan lograr un resultado ágil y entretenido”, apuntaron los guionistas en la presentación del proyecto.

Santiago Gobernori, uno de los creadores de la serie

Hay ganas de continuar produciendo este material, aunque por ahora depende de la suerte: “Escribimos más capítulos que no se pudieron filmar y hay una idea estructural con más temporadas y otro tipo de reuniones con los mismos personajes. Son guiones un poco más complejos y cercanos a una serie normal, pero requieren de dinero, algo que sinceramente no logramos conseguir en estos años”, dice Gobernori.

“Está muy difícil convencer a las plataformas porque suelen producir cosas que confirmen de alguna manera que eso pueda ser un éxito”, agrega el comediante, que igual se muestra entusiasmado con el estreno: “Cuando la presentamos a través de Eventbrite no teníamos mucho dinero como para promocionarla y hubo gente que no podía pagar esa entrada virtual que pedíamos entonces. Sentimos que ahora en Flow vamos a hacer un estreno un poco más popular, porque además da la opción de suscribirse por unos días para poder verla”.

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