Jane Birkin, que fue encontrada muerta este domingo en su domicilio de París, tuvo cerca de seis décadas de carrera artística, pero su imagen está muy particularmente asociada a la de Serge Gainsbourg, uno de los genios de la canción francesa del que fue pareja y que se propulsaron mutuamente. Sin embargo, su luegado artístico fue mucho más allá.
La artista británica más querida en Francia -donde al cabo del tiempo obtuvo la doble nacionalidad-, que ha fallecido con 76 años, brilló en el cine desde la década del ‘60, trabajando con grandes directores como Michelangelo Antonioni, Jean-Luc Godard, Jacques Doillon y Agnès Varda.
Birkin había nacido en el barrio londinense de Marylebone el 14 de diciembre de 1946, de un militar de la Royal Navy y de la conocida actriz inglesa Judy Campbell.
En la gran pantalla, Jane Birkin actuó en Blow up, la película de Antonioni coronada con la Palma de Oro en el festival de Cannes en 1967, y en La piscina, con Romy Schneider y Alain Delon en 1969. También trabajó con directores como Jean-Luc Godard, Jacques Doillon y Agnès Varda.
Jane Birkin era oficial de la Orden del Imperio británico y en Francia comendadora de la Orden de las Artes y las Letras. Pero rechazó la Legión de Honor en 1989, por considerar que “sólo los héroes” son merecedores de tal reconocimiento.
Esta fue una forma de homenajear la memoria de su padre David, un oficial de la Marina británica que transportó a resistentes de Reino Unido a Francia durante la Segunda Guerra Mundial. Este falleció en 1991, el día de los funerales de Serge Gainsbourg.
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“Je T’aime... Moi Non Plus”
Birkin es un icono indisociable de la vida y la obra de Gainsbourg, a la que contribuyó a dar una gran proyección incluso mucho después de la muerte de éste en 1991.
Los dos se encontraron en 1968, poco después de que la actriz hubiera decidido continuar su entonces incipiente carrera en Francia, en el rodaje de la película Slogan, de Pierre Grimblat.
Cuentan los testigos que el gigante de la “chanson française” se mostraba entonces particularmente odioso con el acento “so british” de la joven, a la que llevaba casi 18 años de diferencia.
Un acento que él mismo supo explotar más tarde, una vez que se convirtió en su pareja, su musa, su dúo y su intérprete más eficaz. Los doce años que estuvieron juntos dieron para mucho, y eso incluye la hija común que tuvieron en 1971, la actriz Charlotte Gainsbourg.
Serge Gainsbourg había compuesto en 1967 su luego famosa y en aquel momento escandalosa canción Je t’aime... moi non plus, inicialmente para Brigitte Bardot, que rechazó la grabación. Una vez que rompió con la Bardot, y que se juntó con Jane Birkin, ésta aceptó y el disco salió a la venta en 1969.
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Ser calificada de obscena por el Vaticano y prohibida en varios países, como Italia o España, hicieron el resto por la popularidad del que ha pasado a ser uno de los grandes símbolos del erotismo en la música.
En 1973, Serge le escribió a Jane un álbum entero, Di doo dah, que fue un gran éxito de ventas. La historia se repitió en 1983, pese a que llevaban tres años separados, con Baby alone in Babylone, con unos textos cargados de sufrimiento contenido.
Abrumada por la relación con un Gainsbourg a veces excesivo y violento, Birkin abandonó en 1981 el apartamento familiar en París, con sus hijas Kate (nacida de su unión con el compositor británico John Barry) y Charlotte, y rehizo su vida con el cineasta Jacques Doillon.
Mucho después del fallecimiento de Gainsbourg en 1991, y pese a momentos muy duros como fue la muerte de su hija Kate Barry, en 2013, y una leucemia difícil de curar, Birkin siguió cantando canciones del músico francés, con el que formó una pareja legendaria.
Además de Kate, Jane Birkin tuvo otras dos hijas, Charlotte Gainsgourg y la polifacética artista Lou Douillon.
Altibajos de salud
Durante su carrera, Jane Birkin no se privó de poner su notoriedad al servicio de un gran número de causas que quiso defender ante la prensa y la opinión pública, desde la defensa de los derechos humanos, de las personas sin techo, de los inmigrantes sin papeles a la lucha contra el sida, contra la homofobia o contra el racismo.
Su salud había pasado por diversos altibajos desde hace una decena de años, y no lo quiso ocultar. En 2012, contó que sufría una pericarditis que le provocaba fuertes dolores torácicos y otras complicaciones. A esos sufrimientos físicos se le vino a añadir el suicidio de su hija mayor, Kate, que había tenido con el compositor británico John Barry.
En marzo de 2017, reveló que se había estado tratando de una leucemia y en 2021 sufrió un accidente vascular cerebral que, aunque pudo ser tratado rápidamente, la dejó disminuida.
Pese a todo, la actriz volvió a los escenarios en enero de 2022 y se lanzó a una gira. Sin embargo, el pasado mes de marzo, su entorno anunció la cancelación de todos sus conciertos durante dos meses y a finales de mayo las anulaciones tuvieron que prolongarse.
Con información de AP y EFE
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