Gerónimo Rauch se muestra tal cual es, con sus grandes éxitos del teatro musical

El cantante que asomó a la fama repentina con Mambrú y luego desarrolló una productiva trayectoria en musicales europeos, presenta su show “This is me” en el Teatro Avenida, este fin de semana

Gerónimo Rauch presenta este viernes y sábado el espectáculo "This is me" en el Teatro Avenida de Buenos Aires

¿Que veinte años no es nada? Gerónimo Rauch puede decir que esa frase tan argentina es un error. En veinte años de carrera —un poco más, en realidad— ha recorrido un largo camino, y esta semana lo va a demostrar con dos shows en el Teatro Avenida de Buenos Aires, este viernes y sábado. This is me es un viaje que visita los grandes éxitos que lo tuvieron como protagonista: Los miserables, El fantasma de la ópera, El hombre de La Mancha, Carousel, tantos otros.

“Canté en muchos estilos, en muchos idiomas”, dice en diálogo con Infobae Cultura. Sonríe con franqueza —”estoy muy, muy feliz”—, pero también con un poco de nerviosismo. “Es un repertorio difícil”, dice. El concierto va a comenzar con la obertura de The Greatest Showman, luego sigue con “Carousel” —que es un himno de la hinchada de Liverpool—, después pasa a un set acústico y de ahí en más, una aplanadora: Los miserables, Moulin Rouge, A Star is Born. “Como estoy en el Teatro Avenida, me voy a animar a cantar una zarzuela”, dice, y sigue enumerando: Whitney Houston, Pedro Aznar, la lista es muy extensa. “Tengo que conservar la energía”.

A veces, cuando los actores tienen una obra exigente hacen dieta y duermen la siesta para llegar bien. ¿Vos?

—No estoy pudiendo porque hago mucha prensa. Como vivo afuera, necesito que la gente se entere que estoy acá. Pero sí intento dormir bien a la noche. Dormir ocho horas —que me es muy difícil— es vital para la voz.

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A días del estreno de “This is me” en el Teatro Avenida, Gerónimo Rauch dialogó con Infobae Cultura

No sé si es Baires o Madrid

Entre 2002 y 2005, Rauch conformó Mambrú, una de las primeras bandas de músicos surgidas en un reality. Ya había hecho Los miserables en el Teatro Ópera, pero Mambrú lo empujó a un reconocimiento masivo. Y, sin embargo, decidió que su carrera iba a continuar en el escenario y no en la tele. Dos años después se mudó a España y ya lleva quince viviendo en el extranjero. Salvo unos años que pasó en Londres, su lugar hoy es Madrid. “Pero vengo a Buenos Aires todos los años para presentar un espectáculo nuevo”, dice. “Me frenó la pandemia; This is me era el espectáculo que quería hacer para los 20 años de mi carrera en el 2020″.

¿Es muy distinto el público europeo del público argentino?

—Sí. El público argentino es único: es participativo, da una respuesta instantánea. Te dan el feedback durante la canción también. Allá esperan a que termines o que quede claro cuándo es el aplauso. Son muy cálidos, pero no es esta cosa maravillosa. Acá mi show, por momentos, parece un stand up porque me empiezan a gritar cosas y hablamos. Es increíble. El público argentino es increíble, es maravilloso.

El musical es un género en sí mismo y tiene una narración propia. Pero ¿cómo hacés para preparar no todo el musical, sino una canción de cada uno?

—Bueno, vamos a tener una pantalla enorme, y con eso ambientamos ciertas escenas. Por ejemplo, en Los Miserables se muestra la barricada. Empieza la obertura, va la proyección, las luces, la bandera de Francia. Y la verdad es que yo me transfondo: soy Jean Valjean. Pasa que lo tengo en el cuerpo; debo haber hecho 700 funciones entre España e Inglaterra. Ya es parte de mí.

"El público argentino es único: es participativo, da una respuesta instantánea", dice Gerónimo Rauch

Hiciste obras como Los Miserables y El fantasma de la ópera, que son clásicos en cartel desde hace décadas. ¿Qué desafíos representa meterse en estos espectáculos?

—Pareciera que uno tiene que amoldarse a la puesta, pero, en realidad, hay muchísima más libertad. Tenés estar en el lugar que indica la puesta. Pero después, tu interpretación es más tuya que una copia impuesta. Tal vez por eso me fue bien, porque les gustaba lo exótico que soy. Tuve muchísimas más libertades de las que pensaba que iba a tener.

¿Las películas influyeron en tu canto?

—No, para nada. No me gustan las películas que se hicieron de los musicales. Ninguna, salvo Chicago. Las películas de Los Miserables y El fantasma... no están a la altura. Yo ya estaba haciendo a Jean Valjean cuando se estrenó la peli y estuve con Hugh Jackman, pero no la vi, no me influyó en nada. Las películas son frías. Es otro género. El teatro está vivo, y lo que sucede ahí no es repetible. Cada función es única. Siempre hay cosas nuevas, siempre hay emociones distintas, siempre hay un público totalmente distinto. No hay como el vivo.

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¿Vas a tener invitados en los shows?

—Sí, tengo unos cantantes increíbles. También viene un bandoneonista que se llama Nicolás Perrone, con quien por primera vez vamos a hacer “Bring Him Home”, de Los Miserables, y el tango “Roxanne”, de Moulin Rouge. Va a venir mi hermano, que es cantante también. Y el viernes viene Tripa.

"No me gustan las películas que se hicieron de los musicales. Ninguna, salvo Chicago. Las películas son frías", opina Gerónimo Rauch

De lo vivido estoy convencido

Tripa es Germán Tripel, uno de los cinco integrantes de Mambrú. Rauch habla con nostalgia agradecida de aquel tiempo y, aunque lo considera una etapa pasada, dice que todos tienen el deseo de volver. “Pero no como una reunión, sino como un cierre, una despedida”.

Todos los integrantes de Mambrú hicieron carrera.

—Es que en aquel momento nos miraban raro, porque éramos algo nuevo. Parecía injusto el grado de popularidad y éxito que teníamos gracias a la tele. Ahora está muy aceptado el cruce de medios, y que se utiilice la fuerza de la tele o del streaming. No nos olvidemos que el cantante de La Konga salió de un reality. Rodrigo Tapari también. Mirá a los traperos, que salen de las redes y llenan estadios.

¿Cuánto tiempo necesitaste para dejar de ser un integrante de Mambrú?

—Para mí fue fácil, porque me fui del país. Llegué a España y nadie sabía qué era Mambrú.

¿Pero te fuiste por eso?

—No, me fui por trabajo. Con trabajo. Admiro a los que se van sin nada. Yo no soy tan corajudo. Fui, audicioné, me dijeron que tenía el papel, volví, hice las valijas y me fui.

* Gerónimo Rauch se presenta este viernes 7 y sábado 8 de julio, a las 21 hs., en el Teatro Avenida (Av. de Mayo 1222, C.A.B.A.)

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