El FNA convoca a las infancias a indagar en el arte como un juego en vacaciones de invierno

Fotografías de Carlos Furman y piezas de Ana Rascovsky proponen a los más chicos un mundo cargado de la imaginación del arte. La exposición se podrá visitar hasta fin de mes en la Casa de la Cultura

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El Fondo Nacional de las Artes programó para estas vacaciones de invierno una muestra pensada para las infancias
El Fondo Nacional de las Artes programó para estas vacaciones de invierno una muestra pensada para las infancias

Del juego al arte: la imaginación al poder de la creación es la propuesta del Fondo Nacional de las Artes para las vacaciones de invierno, una exposición en la que Ana Rascovsky y Carlos Furman exponen fotografías y objetos en la Casa de la Cultura para dar cuenta de la apreciación del arte y el estímulo inigualable que pueden despertar las obras visuales en la formación integral de las infancias.

En la Casa de la Cultura (Rufino de Elizalde 2831), Del juego al arte: la imaginación al poder de la creación podrá verse entre el 8 y el 30 de julio. Si bien es una propuesta pensada desde el FNA como parte de la agenda cultural para estas vacaciones de invierno, elude los prejuicios con los que el arte es mostrado a los más chicos.

Tanto las fotografías de Furman -realizadas a partir de juguetes- como las instalaciones y maquetas donde Rascovsky crea un mundo único- tienen peso propio en la escena contemporánea. Para el FNA, se trata de dar lugar a esa sensibilidad única de la infancia usando como llave la imaginería fantástica de estos artistas.

Con esta muestra, el FNA busca dar lugar a la sensibilidad única de la infancia
Con esta muestra, el FNA busca dar lugar a la sensibilidad única de la infancia

Furman, director del departamento de fotografía dramática del Teatro San Martín, presenta obras de la serie Historias sobre lugares lejanos en las que crea escenas surrealistas utilizando animales de juguete y muñecos a los que fotografía. Elefantes avanzando por una carretera o las desventuras de un buzo rodeado de tiburones son algunas de esas escenografías creadas por la influencia de los titiriteros Tadeusz Kantor y Philippe Genty.

El mundo de la arquitecta Rascovsky se conoce como Acrilia, y en él, la Ciudad Dorada crece desmesuradamente, por donde puede, trepando, superponiendo sus construcciones, pero solo durante la noche- cuando nadie ve. Utilizando cartón y luces led, Rascovsky representa la competencia entre las fuerzas de la humanidad, la naturaleza y la tecnología.

Elefantes avanzando por una carretera, una de las escenas surrealistas que imaginó Carlos Furman
Elefantes avanzando por una carretera, una de las escenas surrealistas que imaginó Carlos Furman

En el texto de sala, Fernando García propone una de las míticas frases de Picasso: “Todos los niños nacen artistas, lo difícil es seguir siendo un artista cuando crecemos”. “Las obras de Ana Rascovsky y Carlos Furman transitan ese lugar preciso y precioso en el que las cosas pueden transmutarse como en los mejores cuentos de la literatura fantástica”, propone García y sostiene, además, el arte, el juego y las representaciones tienen un vínculo indisoluble.

“Sin distinciones entre categorías que cada época redefine, la calabaza de Cenicienta o las peripecias de Alicia pueden ser metáforas de cuestiones profundas del mismo modo que la saga de Juanito Laguna de Antonio Berni ha disparado la curiosidad por el arte de las infancias a través del tiempo”, explica García.

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