Un tribunal ruso extendió este viernes la detención preventiva de una directora de teatro y una dramaturga acusadas de apología del terrorismo, la última medida de una implacable represión de la disidencia en Rusia que se intensificó tras el inicio de la guerra en Ucrania.
El tribunal ordenó que Zhenya Berkovich, destacada directora de teatro independiente, y la dramaturga Svetlana Petriychuk permanecieran detenidas hasta el 10 de septiembre. Ellas están tras las rejas desde principios de mayo.
Las autoridades alegan que la obra que representaron, Finist, el halcón valiente, pieza teatral galardonada con dos premios en el festival ruso Máscara de Oro de 2022, justifica el terrorismo, que en Rusia es un delito punible con hasta siete años de prisión. La obra representa a mujeres rusas que fueron perseguidas por representantes del islamismo radical tras ser atraídas al matrimonio y a la vida en Siria.
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Además, de acuerdo con un peritaje que sirvió de base para la apertura del caso penal, la obra teatral profesa la ideología del “feminismo radical”. Así, unos expertos consideraron que el espectáculo puede tener influencia “psicológica o ideológica sobre los espectadores e incitarlos a cometer acciones destinadas a desestabilizar la labor de los órganos de poder en Rusia”.
“Es una historia sobre chicas rusas modernas que conocen a fundamentalistas islámicos-terroristas por Internet, se trasladan allí como novias y, bueno, ya sabemos lo que pasa después. Algunas quedan atrapadas por el camino; otras consiguen marcharse. La obra es tan poética, tan hermosa. Pero también es muy dura, da mucho miedo”, había comentado Berkovich durante una entrevista cuando le consultaron por la trama de la obra.
Ambas artistas han recibido ya el apoyo de colegas de profesión como los directores Kiril Serébrennikov y Konstantín Raikin, también enfrentados al Kremlin. Además, El diario independiente Novaya Gazeta lanzó una petición para su liberación y ya recabó miles de firmas.
Berkovich, de 38 años, que podría ser condenada a hasta siete años de prisión. Nació en Leningrado el 29 de abril de 1985 en el seno de la familia del poeta y novelista Boris Berkovich y la filóloga y periodista Elena Efros. En 2007, Berkovich se graduó en la Academia de Artes Teatrales de San Petersburgo, en la especialidad de historiadora y gestora teatral. Ella fue alumna y colaboradora de Kirill Serebrenikov, un director actualmente exiliado en Alemania, famoso por sus obras críticas con el poder ruso que mezclan política, religión y sexualidad.
Inmediatamente después de que Rusia lanzara su invasión a gran escala de Ucrania, el Kremlin desató una amplia campaña de represión, sin parangón desde la era soviética. Ha criminalizado de hecho cualquier crítica a la guerra.
Las autoridades no sólo han perseguido a destacadas figuras de la oposición, que acabaron recibiendo penas de prisión draconianas, sino a cualquiera que se manifestara en contra de la invasión, públicamente o de cualquier otra forma.
Aumentaron las presiones sobre los artistas críticos con la guerra. Actores y directores fueron despedidos de los teatros estatales, y a los músicos se les prohibió actuar en el país. Algunos fueron etiquetados como agentes extranjeros, una designación que conlleva un escrutinio gubernamental adicional y fuertes connotaciones negativas. Muchos abandonaron Rusia.
El Ministerio de Justicia ruso comunicó el viernes que Boris Grebenshchikov, considerado uno de los fundadores del rock ruso, había sido incluido en la lista de agentes extranjeros. Según los informes, Grebenshchikov, que vive en Occidente desde 2018, también está siendo investigado por desacreditar a los militares rusos.
Fuente AP
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