La belleza de la semana: “Mujer abrazando Jerusalén”, de Sliman Mansour

Las coloridas pinturas de este artista palestino, uno de los más destacados de su país, muestran la belleza y la resistencia de su cultura, y simbolizan la identidad nacional mediante el empleo de íconos tradicionales

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"Mujer abrazando Jerusalén" (1979), de Sliman Mansour (slimanmansour.com)
"Mujer abrazando Jerusalén" (1979), de Sliman Mansour (slimanmansour.com)

Jerusalén está situada en los montes de Judea, entre el mar Mediterráneo y la ribera norte del mar Muerto. Sus asentamientos más antiguos datan del quinto milenio a. C. y tiene un profundo significado religioso para judíos, cristianos y musulmanes. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1981, la ciudad es el testimonio de los orígenes ancestrales de culturas que aún perviven.

La protagonista de la pintura Mujer abrazando Jerusalén (1979) sostiene a la ciudad entre sus brazos con un gesto amoroso, como de una madre a un bebé. Esa actitud de protección y amor a su tierra y a su legado cultural es la misma que se trasluce en toda la obra de Sliman Mansour (1947), uno de los artistas más destacados y reconocidos de Palestina. Sus pinturas vívidas muestran la belleza y la resistencia de la cultura palestina, simbolizan la identidad nacional y han inspirado a artistas y activistas coterráneos e internacionales por igual.

"Mujer con paloma" (2013), de Sliman Mansour (slimanmansour.com)
"Mujer con paloma" (2013), de Sliman Mansour (slimanmansour.com)

Mansour pasó su infancia alrededor de las verdes colinas y campos de Birzeit y luego su adolescencia en Belén y Jerusalén. Las vivencias tempranas ligadas a esos lugares marcaron su trabajo, aumentando una sensación de pérdida gradual de Palestina, especialmente después de la ocupación de Cisjordania y Jerusalén en 1967. En aquellas primeras experiencias conoció también los símbolos e imágenes que más tarde usaría para representar la identidad palestina.

Mediante esos símbolos derivados de la vida, la cultura, la historia y la tradición, Mansour ilustra la conexión de los palestinos con su tierra. Así, con naranjos representa la tierra perdida en la Nakba de 1948, el éxodo de los palestinos que perdieron sus casas y medios de vida como consecuencia de la Guerra árabe-israelí. Los sucesos de ese año transformaron todos los aspectos de la sociedad palestina, incluidos el arte y la cultura: desde entonces, las creaciones de pintores y poetas hablan de la añoranza, el amor a la tierra y la resistencia.

"El pueblo despierta" (1988) y "Bethlehem" (1980s), de Sliman Mansour, reflejan el espíritu de resistencia de los palestinos (slimanmansour.com)
"El pueblo despierta" (1988) y "Bethlehem" (1980s), de Sliman Mansour, reflejan el espíritu de resistencia de los palestinos (slimanmansour.com)

Otro de los íconos con que estos artistas representan ese espíritu de lucha y de esperanza es el olivo, cuyo cultivo es sustento de miles de familias, pero también es símbolo de su conexión con la tierra y de resiliencia, dado que estos árboles son capaces de resistir largas temporadas sin agua.

"Cosecha de olivas" (1988), de Sliman Mansour
"Cosecha de olivas" (1988), de Sliman Mansour

En las pinturas de Mansour son recurrentes también los vestidos tradicionales bordados de las mujeres, que representan la herencia cultural, así como la kufiya, un pañuelo cuadrado hecho de algodón y bordado con patrones muy particulares. El tradicional es blanco con bordado negro, aunque también puede tener bordado rojo. Esta prenda es un elemento ampliamente utilizado durante protestas, pero también de manera cotidiana como prenda de vestir ya sea en la cabeza o en el cuello.

"Día de la Madre" (1986) y "El camino a Belén" (1990s), de Sliman Mansour. El tradicional pañuelo bordado es un símbolo recurrente en sus pinturas (Instagram @sliman.mansour)
"Día de la Madre" (1986) y "El camino a Belén" (1990s), de Sliman Mansour. El tradicional pañuelo bordado es un símbolo recurrente en sus pinturas (Instagram @sliman.mansour)

El Domo de la Roca, la emblemática mezquita de domo dorado de Jerusalén, es un elemento frecuente en el arte palestino. Es común además ver llaves antiguas en las pinturas y en otras representaciones artísticas debido a que muchas familias palestinas conservan las llaves originales de las casas donde vivían antes de que fueran expulsadas en 1948.

El arte de Sliman Mansour refleja hábilmente las esperanzas y realidades de un pueblo que vive bajo ocupación. Pinturas como Jamal al-Mahamel (Camello de las dificultades o Camello de las cargas), de 2005, con su icónico porteador cuya carga pesada y preciosa es la Jerusalén que todos los palestinos anhelan, se convirtieron en carteles, tarjetas y pegatinas. Estas imágenes se popularizaron en desafío directo a las autoridades militares, que con frecuencia confiscaban obras de arte y carteles y cerraban exposiciones y galerías.

"Jamal al-Mahamel" (2005), de Sliman Mansour
"Jamal al-Mahamel" (2005), de Sliman Mansour

Los medios artísticos de Mansour han variado a lo largo de su larga carrera, cambiando para coincidir con su experiencia de desplazamiento en su tierra natal y los desarrollos y transformaciones del movimiento nacional palestino. Junto a los artistas Vera Tamari, Tayseer Barakat y Nabil Anani, Mansour fundó en 1987 el movimiento New Visions, que se formó en respuesta a la primera intifada e instó a los artistas a boicotear los materiales de arte israelíes y, en su lugar, utilizar materiales naturales locales como como café, henna y arcilla. El barro, la base de la vida humana en muchas culturas y religiones, así como un pedazo real de tierra, fue utilizado por Mansour en sus obras.

"Una pareja" (1980), de Sliman Mansour, realizado en barro y madera (Instagram @sliman.mansour)
"Una pareja" (1980), de Sliman Mansour, realizado en barro y madera (Instagram @sliman.mansour)

Además de desempeñar un papel clave en el desarrollo de la identidad visual nacional palestina a través de su obra rica y multifacética, Sliman Mansour también contribuyó en gran medida al desarrollo del movimiento artístico de su país. En 1973, cofundó la Liga de Artistas Palestinos, que dirigió durante varios años. En 1994, cofundó el Centro de Arte al-Wasiti en Jerusalén, que se estableció para construir un puente entre los artistas palestinos y sus compatriotas en el exilio, así como con otros artistas internacionales para archivar y preservar el arte en Palestina. Además es miembro fundador de la Junta de la Academia Internacional de Arte y ha enseñado en varias instituciones culturales y educativas palestinas, como la Universidad Al-Quds.

"Jerusalén, herencia palestina" (1979), de Sliman Mansour (slimanmansour.com)
"Jerusalén, herencia palestina" (1979), de Sliman Mansour (slimanmansour.com)

Mansour ha exhibido su obra de arte en exposiciones nacionales e internacionales, entre ellas: la Exposición Inaugural, Institut du Monde Arabe, París 1987; la Bienal de Sharjah, 1995; “Hecho en Palestina,” Museo de Arte Contemporáneo de la Estación, Houston 2003; “Arte Palestina”, Meem Gallery, Dubái 2011; y “Abstracción y caligrafía: hacia un lenguaje universal”, Louvre Abu Dhabi en colaboración con el Centro Pompidou, 2021. En 1988, participó en la exposición (y posterior libro) Both Sides of Peace: Israeli and Palestinian Political Poster Art, de Dana Bartelt, publicado por el Museo de Arte Contemporáneo Raleigh, de Carolina del Norte.

"Mar perdido" (2015), de Sliman Mansour
"Mar perdido" (2015), de Sliman Mansour

En 1998, Mansour recibió el Premio Palestino de Artes Visuales y el Gran Premio Nilo en la Séptima Bienal de El Cairo, y en 2019 fue galardonado con el Premio UNESCO-Sharjah de Cultura Árabe por su papel en destacar las culturas palestina y árabe a nivel internacional. Algunos de sus trabajos integran importantes colecciones, como la del Museo Británico (Londres), el Museo Guggenheim de Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) o el Institut du Monde Arabe (París, Francia), entre otras.

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