El papa Francisco elogió como “verdaderos visionarios” que pueden ver, soñar e inventar, a 200 artistas, cineastas y escritores, a quienes recibió en la Capilla Sixtina para conmemorar el 50 aniversario de la colección de arte contemporáneo de los Museos Vaticanos.
Francisco reconoció que algunos de los presentes -entre ellos Andrés Serrano, autor de la famosa foto Immersion (Piss Christ)- a veces utilizan la confrontación para hacer reflexionar a la gente. Pero dijo que su objetivo era encontrar la armonía y la belleza.
“Ustedes quieren revelar la realidad también en sus contradicciones y en aquellas cosas que es más cómodo y conveniente mantener ocultas”, dijo Francisco. “Como los profetas bíblicos, se enfrentan a cosas que a veces resultan incómodas; critican los falsos mitos y los nuevos ídolos de hoy, su palabrería vacía, las estratagemas del consumismo, los ardides del poder”.
El papa Pablo VI invitó por primera vez a artistas a la Capilla Sixtina en 1964, con la esperanza de renovar la amistad entre la Iglesia católica y los artistas que, en siglos pasados, había dado lugar a obras maestras como la propia capilla pintada al fresco por Miguel Ángel.
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Aquella audiencia ayudó a dar origen, en 1973 con un concierto dirigido por Leonard Bernstein, a la inauguración de la colección de Arte Moderno y Contemporáneo de los Museos Vaticanos. La colección, la más joven del museo, celebra este año su 50° aniversario con una exposición de algunas de sus adquisiciones más recientes, entre ellas las de artistas invitados a la audiencia de este viernes.
En los últimos años, el Vaticano ha tratado de relanzar su compromiso con la cultura contemporánea, participando en las bienales de arte y arquitectura de Venecia y, en el futuro, en festivales literarios.
En la audiencia se encontraban figuras como la escritora Jhumpa Lahiri, el director Abel Ferrara (cuya reciente película Padre Pío rinde homenaje al santo italiano), el artista contemporáneo Anselm Kiefer y el actor italiano Silvio Orlando, cuyo retrato de un ficticio Secretario de Estado vaticano en El Papa joven y El nuevo Papa, le hacía parecer perfectamente en casa dentro del Palacio Apostólico.
Serrano, por su parte, se mostró sorprendido por haber sido invitado y emocionado cuando se acercó a saludar a Francisco al final de la audiencia. Se presentó en español, le pidió la bendición y el Papa argentino le dio una palmada en la muñeca y un pulgar hacia arriba.
La fotografía de Serrano Piss Christ de 1987 ha causado controversia desde que se expuso por primera vez, ya que la imagen muestra un crucifijo sumergido en orina.
En declaraciones a los periodistas tras la audiencia, Serrano dijo que entendía que su invitación era una prueba “de que la Iglesia entiende que soy un artista cristiano y no un artista blasfemo. Sólo soy un artista”.
“Si Piss Christ les molesta, quizá deberían pensar en lo que simboliza. Y lo que simboliza es una forma muy horrible y dolorosa y trágica e inhumana de morir para un ser humano. Y así es como crucificaron a Cristo”, dijo.
El obispo Paul Tighe, número 2 del Ministerio de Cultura y Educación del Vaticano, dijo que la inclusión de artistas -incluso provocadores- era una prueba del deseo del Vaticano de entablar un diálogo con la cultura contemporánea.
“Estamos dispuestos a conversar”, dijo Tighe. “Queremos escuchar y hablar, reunirnos y dialogar con los artistas, porque creemos que ellos tienen perspectivas y formas de ver el mundo que debemos tener en cuenta”.
Preguntado en particular por Serrano, Tighe añadió: “Creo que todos tenemos que trabajar con la presunción de buena fe del artista que intenta decir algo, desafiar algo, y que a veces puede tener que recurrir a medidas fuertes para despertarnos”.
Fuente: AP
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