Tras la polémica, desisten del proyecto de convertir el águila del buque nazi Graf Spee en una paloma

El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, anunció que no se continuará con el proyecto de convertir el águila debido a que “una abrumadora mayoría no comparte la decisión”

El águila del Graf Spee (EFE)

El presidente de Uruguay Luis Lacalle Pou anunció que no se continuará con el proyecto de fundir al águila nazi del Graf Spee para realizar una escultura de una paloma como “símbolo de paz y unión”.

Lacalle Pou había anunciado el viernes que la nueva pieza sería confeccionada por el escultor Pablo Atchugarry y que constaría de varias etapas de trabajo en Uruguay y en Italia, sin embargo la idea generó polémica tanto en el país sudamericano como en las redes sociales, donde historiadores, por ejemplo, sostuvieron que era una decisión equivocada.

“Es una idea de hace muchísimos años. Convertir un signo de violencia, de guerra, en un símbolo de paz. Hace un par de años nos comunicamos con (Pablo) Atchugarry y aceptó. Ahora, en estas pocas horas que han pasado, hay una abrumadora mayoría que no comparte la decisión. Si uno quiere generar paz, lo primero es generar unión y claramente esto no lo ha generado. Sigo sosteniendo que es una buena idea, pero a un presidente le corresponde escuchar y representar. Hablé con Pablo Atchugarry y vamos a desistir, es lo que quiere la mayoría de la gente”, dijo Lacalle Pou en Cerro Largo, a donde concurrió para celebrar los 55 años de un histórico programa de radio.

La iniciativa había generado rechazo dentro de la propia coalición de gobierno, donde por ejemplo, el senador Guido Manini Ríos había anunciado que iba a impulsar un proyecto de ley para “impedir la destrucción del águila”.

Momentos en que es sacada del río el águila de dos metros de alto, en 2006

En Twitter también se expresó el rechazo al aproyecto, a ambos lados del Atlántico. Aldo Lamorte, diputado por el Partido Nacional, Union Civica y artista plástico, comentó: “En el año 2006 los rescatadores del Águila se comunican conmigo, para ver si tomábamos el desafío de exponer en el Hotel Palladium una pieza polémica y cargada de historia en el mundo, y por supuesto en el Río de la Plata”.

“No comprendo al artista que acepta destruir una pieza como esta para realizar otra cosa , suena muy banal y de cierta frivolidad. NO se destruye el coliseo Romano porque ahi mataban a los cristianos ,disculpen si no lo entiendo desde el punto de vista del artista prestigioso como Atchugarry para destruir una pieza historica para realizar una suya, disculpen que no entiendo el silencio de artistas y la academia con respecto a esto , disculpen si no entiendo como juridicamente desechamos una pieza valiosa y no utilizamos esos recursos para rendir homenaje a la paz”, agregó.

Por su parte, el historiador español Miguel Ángel Cajigal Vera, conocido como @elbarroquista, escribió: “Destruir un documento histórico nunca es buena idea. El águila del Graf Spee es parte de la historia contemporánea del mundo y un documento de la historia de América del Sur en los primeros compases de la Segunda Guerra Mundial. Es una pieza de museo. No es bronce al peso”.

Y agregó: “Aunque esta pieza ha sido un problema y un objeto incómodo desde que se recuperó del mar, forma parte de la historia de Uruguay. Su destrucción solo sirve para victimizar lo que representa y borrar un fragmento de la memoria de un episodio histórico”.

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El bronce del águila se iba a fundir y completar la “paloma de la paz” hecha de mármol. Iba a medir 1.7 metros y ubicarse en la Punta de la Salina, el lugar de Punta del Este donde se unen el río de la Plata y el océano Atlántico, con fecha a estrenar en noviembre.

El Graf Spee

“Este símbolo de violencia y de guerra puede sufrir una transformación virtuosa en un símbolo de paz y unión”, había declarado el primer mandatario uruguayo que aseguró que llevaba más de tres años pensando en este proyecto.

El aguila era parte del buque alemán que fue hundido en 1939 las profundidades del Río de la Plata por el capitán Hans Langsdorff ante el temor de caer preso y tras un enfrentamiento con los navíos británicos Exeter, Ajax y Achilles. En 2004 se localizó la pieza y fue extraída dos años por las autoridades de la Armada uruguaya, que la rescataron del fondo del agua y, desde entonces, permaneció bajo su custodia, cubierta, en un depósito.

En tanto, comenzó un litigio judicial para resolver quién es el propietario del objeto que, finalmente a fines de 2022, fue definido en favor de Uruguay. El águila de bronce está en buen estado, guardada en una caja de madera en un depósito de los Fusileros Navales.

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