Wes Anderson vuelve al meollo de la cuestión en Asteroid City, una película sobre el dolor, la interpretación, la narración, el cosmos y, bueno, sobre todo lo demás también. O, como dice uno de los personajes, un dramaturgo interpretado por Edward Norton, cuando se le pregunta de qué trata su obra: “Trata del infinito y no sé de qué más”.
Meticulosamente diseñada y coreografiada, con un bello y estelar reparto que interpreta las divertidas palabras escritas por Anderson y Roman Coppola, es una película muy, muy Wes Anderson. ¿No lo son todas, acaso? Pero Asteroid City también representa una vuelta a su clásico estilo (o al menos a la forma que la mayoría de la gente prefería) después de que sus dos últimas obras, Isle of Dogs y The French Dispatch, dividieran incluso a sus fanáticos. Les preocupaba, entre otras cosas, que el estilo y la forma hubieran relegado su forma de contar historias. Independientemente de que a uno le parecieran divertidas o dolorosas, o un terrible término medio, ambas películas desprendían un desapego palpable. La emoción auténtica, cuando existía, era tensa.
En este sentido, Asteroid City parece una respuesta a todo eso: un caso serio y consciente de la necesidad de hacer arte, de representar la obra, de contar la historia, aunque el público no esté del todo seguro de lo que está diciendo. La película está envuelta en una concepción laboriosa y estilizada: una obra de teatro dentro de una teleteatro que se emite en una cadena de televisión (el programa de los años 50 “Playhouse 90″, como han señalado los más informados, es la referencia).
De qué se trata “Asteroid City”
Y como se trata de una obra de teatro, el Oeste americano desértico de mediados de siglo puede tener el aspecto de decorado que Anderson quiera. No necesita justificación. No obstante, es un desvío astuto, como lo es la idea de que nadie está realmente seguro de cuál es el objetivo, encarnado por Jason Schwartzman en el papel de un fotógrafo de guerra recientemente enviudado, Augie Steenbeck, que ha viajado a ese lugar con su hijo nerd, Woodrow (Jake Ryan) y sus trillizos de 6 años (realmente sobresalientes).
La familia llega a Asteroid City, un pueblo de 87 habitantes, para asistir a la Junior Stargazer Convention, una competición científica organizada por el gobierno en la que niños genios muestran sus inventos (mochilas propulsoras, dispositivos explosivos, etc.), que luego pasan a ser propiedad del gobierno, como explica el general Grif Gibson (interpretado por Jeffrey Wright).
Estamos en la posguerra, en unos Estados Unidos angustiados en donde los científicos son una pieza clave de la estrategia de defensa de la nación. A lo lejos, también se están probando bombas atómicas. ¿Había algo en el aire mientras se rodaban películas como Asteroid City, Oppenheimer e incluso el documental Un espía compasivo? Aquí, sin embargo, las nubes en forma de hongo no son terriblemente amenazadoras. Son, a falta de una palabra mejor, adorables.
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Cuándo se estrena “Asteroid City” en América latina
La nueva película de Wes Anderson se estrena este viernes en Estados Unidos, México y Venezuela, y para el resto de América latina tiene el siguiente calendario: el 22 de junio en Chile; el 23 en Uruguay; el 29 en Colombia; el 10 de agosto en Argentina y Brasil; el 17 de agosto en Perú y Paraguay; y el 31 de agosto en Ecuador.
Quiénes protagonizan “Asteroid City”
Esta convención del tipo Guardianes de la Galaxia permite el ensamble de un conjunto estrafalario con hombres del gobierno (Fisher Stevens), niños cerebritos (Grace Edwards, Sophia Lillis, Ethan Josh Lee, Aristou Meehan), sus padres (Scarlett Johansson, Liev Schreiber, Hope Davis, Steve Park), el científico jefe (la Dra. Tilda Swinton Hickenlooper), un grupo escolar dirigido por Maya Hawke y algunos vaqueros con inclinaciones musicales (entre ellos, Rupert Friend) que, creo, acaban de perder el transporte. Entre los lugareños están Hank el mecánico (Matt Dillon) y el gerente del motel (Steve Carrell). Tom Hanks es Stanley Zak, el suegro de Augie y un acaudalado jubilado de Palm Springs que lleva una pistola en sus pantalones a cuadros.
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En el mundo de la obra que se está representando, están el director (Adrien Brody), su futura ex mujer (Hong Chau), el profesor de interpretación Saltzburg Keitel (Willem Dafoe) a lo Lee Strasberg, la actriz cuya escena fue cortada (Margot Robbie), el presentador del programa de televisión (Bryan Cranston) y Jeff Goldblum como, bueno, ya verán. Como siempre, los nombres son una delicia. Y todos los actores sacan partido a sus papeles, por pequeños que sean.
Pero si hay personajes con algo parecido a un arco argumental que destacar, esos son Schwartzman y Johansson, cuya discreta interpretación de Midge Campbell, una estrella de cine de los años 50, podría ser una de sus mejores interpretaciones. Augie y Midge tienen un breve romance, sobre todo emocional, a esa manera tan reprimida de Wes Anderson.
¿Es todo esto un poco confuso? No se desanimen, creo que eso podría ser parte de la cuestión. Quizás. Probablemente. Y, en cualquier caso, funciona: Asteroid City, con su extenso reparto, sus bellos matices, sus chistes entre dientes, su montaje de cajas dentro de cajas, sus referencias que sólo los mayores de 80 años entenderán de verdad y su banda sonora retro, te hace sentir cosas aunque no consiga encontrarle el sentido a sí misma.
“Sigue contando la historia”, como le dice Brody (Schubert Green, su personaje) a su actor en busca de respuestas y motivaciones, es un consejo que podría interpretarse como un encogimiento de hombros. O puede que en realidad lo sea todo: Asteroid City es un caso bastante convincente.
Fuente: AP
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