Jaques Morelenbaum interpreta a Piazzolla: “Su música respira libertad, da gusto tocarla”

El maestro brasileño del violonchelo se presenta este fin de semana con un repertorio basado en la obra del músico argentino que revolucionó el tango. “Siempre fue una inspiración”, confiesa

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Jaques Morelenbaum se presenta en Bebop Club de Buenos Aires, junto al Quinteto Revolucionario, el sábado a las 20 y 22,45 hs y el domingo a las 22,45 hs.
Jaques Morelenbaum se presenta en Bebop Club de Buenos Aires, junto al Quinteto Revolucionario, el sábado a las 20 y 22,45 hs y el domingo a las 22,45 hs.

“La música de Astor Piazzolla respira libertad”, dice convencido Jaques Morelenbaum. Y este fin de semana, tendrá ocasión de reafirmarlo el sábado con dos funciones y el domingo con una, en el Bebop Club de Buenos Aires, donde ofrecerá un personal homenaje al marplatense del talento inconformista.

Aquí el chelista brasileño compartirá escenario con el Quinteto Revolucionario de la Fundación Astor Piazzolla que, con Cristian Zarate en piano, Joaquín Benítez Kitegroski en bandoneón; Sebastian Prusak en violín, Sergio Rivas en contrabajo y Esteban Falabella en guitarra eléctrica; mantiene desde hace años su fidelidad al legado del bandeonista.

Tanto como instrumentista, compositor, arreglador y director, Morelenbaum ha sabido construir una prolífica carrera, en la que conviven con acierto sus propios proyectos, como el CelloSam3aTrio; con sus aportes a la creatividad de artistas disímiles como Caetano Veloso (con quien colaboró 14 años), Tom Jobim, Egberto Gismonti, Gal Costa, David Byrne, Ryuichi Sakamoto, Julieta Venegas o Cesaria Evora, entre tantos.

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“Es que la música, con sus distintos orígenes, influencias o colores, es en definitiva una sola”, le dice convencido a Infobae Cultura, horas antes de un nuevo encuentro con el público argentino.

“La música de Astor Piazzolla respira libertad”, dice Jaques Morelenbaum
“La música de Astor Piazzolla respira libertad”, dice Jaques Morelenbaum

—Nuevamente en Buenos Aires, pero esta vez con un proyecto diferente relacionado con la música de Astor Piazzolla.

—Es verdad. Estoy muy feliz de haber regresado nuevamente a la Argentina. Estuve el año pasado y ahora vuelvo con proyectos muy interesantes que me vinculan al universo de Piazzolla y también con el de mi admirado Antonio Carlos Jobim. Vamos a estar en el Bebop junto con el Quinteto Revolucionario, profundos conocedores de la obra de Astor. Y unos días antes en el CCK y en La Plata voy a estar invitado por la Orquesta Nacional de Argentina para hacer arreglos míos de la música de Tom Jobim y Gilberto Gil.

—¿El repertorio del fin de semana en Bebop es íntegramente de Piazzolla?

—No solo Piazzolla, pero si la mayor parte. Vamos a incluir dos composiciones mías, que ya les envié a los músicos del Quinteto Revolucionario y que ya están trabajando. Y también habrá alguna otra sorpresa.

—¿Estas composiciones tuyas están relacionadas de alguna manera con el universo Piazzolla?

—No puntualmente. Son composiciones independientes. Pero Buenos Aires está presente en mi vida artística, como lo estuvo en mi formación. Y además la música de Piazzolla siempre fue una inspiración. Entonces alguna relación tiene. Aunque no específica.

El Quinteto Revolucionario de la Fundación Astor Piazzolla compartirá escenario junto a Jaques Morelenbaum
El Quinteto Revolucionario de la Fundación Astor Piazzolla compartirá escenario junto a Jaques Morelenbaum

—En 1992 habías editado Piazzollando, un disco que ofrecía una mirada brasileña sobre la música de Astor.

—Si, ese fue un disco bellísimo. Un homenaje de músicos brasileños a Piazzolla. En aquel momento él ya estaba muy enfermo y decidimos este homenaje. La idea era hacer Piazzolla con nuestras propias posibilidades. Yo quería formar una mini orquesta sinfónica. Por eso invité al quinteto Villa Lobos, un grupo de maderas muy conocido en Brasil, y le sumé tres chelos y un contrabajo. Con estos elementos buscamos traducir la música de Piazzolla sin bandoneón.

—¿Hay lugar para la mirada personal del músico, del arreglador, en una obra tan lograda como la de Astor?

—Sí, claro. Porque si bien la música de Piazzolla tiene una formalidad específica, respira libertad. Él lo sentía así en su modo de interpretar, en su abordaje, en la improvisación que también está presente en muchos casos y en determinados momentos. Y como además está muy bien escrita, todo eso hace que dé gusto tocarla.

—Llama la atención en tu discografía la variedad de artistas, estilos y géneros con los que has trabajado.

—Ese es mi ideal. Poder transitar por muchos estilos y adaptarme a ideas y propuestas musicales diferentes. Esto de sumarme a distintas músicas sin desentonar, integrándome al conjunto y al artista que lo propone, es un disfrute y un desafío al mismo tiempo. Es lo que me impulsa a seguir y a aprender cada vez más.

"Mi ideal es poder transitar por muchos estilos y adaptarme a ideas y propuestas musicales diferentes" (Jaques Morelenbaum)
"Mi ideal es poder transitar por muchos estilos y adaptarme a ideas y propuestas musicales diferentes" (Jaques Morelenbaum)

—Dentro de esa variedad, que incluye desde Caetano Veloso a Cesaria Evora, David Byrne o Melody Gardot; tuviste una perdurable relación con músicos japoneses como Ryuichi Sakamoto y Goro Ito. Allí la distancia cultural es mayor…

—Sí, pero esos dos músicos que mencionas tenían una particularidad en común: compartían una profunda admiración por la música latinoamericana. Sakamoto era un apasionado por la música de Jobim y eso fue lo que lo impulsó a pedir mi colaboración. Y Goro Ito es un excelente guitarrista acústico y ese no es un instrumento japonés. También he tocado con el dúo Gontiti, dos guitarristas japoneses que utilizan nombres españoles para actuar. Todos ellos viven la música de manera muy natural y eso favorece la cercanía.

—Tenés mucha experiencia como arreglador, tarea alejada de la adrenalina del escenario. ¿Cómo conviven en vos ambas actividades?

—No es sencillo. El trabajo de arreglador es completamente distinto, pero siempre me gustó, desde muy joven. Mi padre era director de orquesta, así que el lenguaje de los instrumentos, los colores de la orquesta siempre estuvieron presentes en mi casa. Me ha sucedido que tuve épocas en que trabajé más en hacer arreglos que en tocar el chelo. Y lo he disfrutado. Pero ahora, coincidiendo con mi nueva visita a la Argentina, estoy más dedicado a mi instrumento.

"El violonchelo es un instrumento con un sonido muy amoroso. Muy romántico. Y se adapta mucho a la música popular", dice Morelenbaum
"El violonchelo es un instrumento con un sonido muy amoroso. Muy romántico. Y se adapta mucho a la música popular", dice Morelenbaum

—Comenzaste en la música académica, el lugar “natural” del chelo, y luego construiste una carrera en la música popular. ¿Cómo viviste ese tránsito entre un mundo y el otro?

—Lo viví naturalmente. La música clásica bebe de la fuente de la música popular. Y también, entre los músicos populares hay quienes manifestamos gran admiración por la música académica. Y te doy un ejemplo. En el último disco de Caetano Veloso, que acaba de presentarse en Buenos Aires, hay un arreglo mío que tiene una sección inspirada en Anton Webern. Tom Jobim, con quien trabajé tantos años, era un admirador de la música académica. Muy inspirado en Villa Lobos y también en compositores de Europa. Es que la música, con sus distintos orígenes, influencias o colores, es en definitiva una sola.

—Pero no obstante esta mirada, el chelo no alcanzó en la música popular el mismo protagonismo que sí tiene en lo académico.

—Es verdad. Pero seguimos esforzándonos para vencer ese obstáculo. Ese es parte de mi trabajo (risas). Debemos llevar al chelo al lugar que se merece. Creo que es un instrumento con un sonido muy amoroso. Muy romántico. Y se adapta mucho a la música popular. Aunque es cierto que no ofrece las facilidades técnicas para la improvisación que tienen, por ejemplo, la guitarra o el saxofón.

Jaques Morelenbaum se presenta este fin de semana en Bebop Club junto al Quinteto Revolucionario de la Fundación Piazzolla
Jaques Morelenbaum se presenta este fin de semana en Bebop Club junto al Quinteto Revolucionario de la Fundación Piazzolla

—Naciste y creciste en una familia de músicos. ¿Pensaste en algún momento otro camino que no fuera el de la música?

—No. Decididamente no. Desde pequeño tuve la ilusión de ser músico. Me encantaba la vida que tenía mi padre, con viajes, conciertos, toda esa energía. Los músicos con los que él tocaba, las reuniones en mi casa. Pero mis padres deseaban que yo siguiera otra carrera. Ellos sabían que no era sencilla la vida para el músico clásico en Brasil. Así que influenciado por ellos llegué a cursar un año en la Facultad de Economía. Fue un solo año, pero me sirvió de mucho. Me alcanzó para tener la absoluta certeza de que quería ser músico por el resto de mi vida.

*Jaques Morelenbaum y el Quinteto Revolucionario. Sábado 17 de junio a las 20 y 22:45 hs. y domingo 18 a las 22:45 hs., en Bebop Club, Uriarte 1658 (CABA). Entradas desde $ 6000 a través de www.bebopclub.com.ar o por boletería de martes a domingos de 17 a 20.

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