En apenas cuatro películas y otros tantos retratos de mujeres, la directora francesa Justine Triet se ha labrado un nombre en el cine de su país, y este sábado fue consagrada con la Palma de Oro del Festival de Cannes por su última producción Anatomía de una caída.
A sus 44 años, la francesa es la tercera directora en ganar el máximo galardón en la historia del festival, con esta Anatomía de una caída, una sobria autopsia de una pareja disfuncional de escritores. Su película narra el juicio de una escritora alemana (Sandra Hüller) tras la sospechosa muerte de su marido en su chalet en los Alpes franceses.
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Nacida el 17 de julio de 1978 en Fécamp, Justine Triet creció en París. “Mi madre tuvo una vida bastante compleja, trabajando y criando a tres hijos, dos de los cuales no eran suyos. Mi padre estaba muy ausente”, declaró ella.
En 2007 realizó su primer documental, Sur place, sobre unas manifestaciones estudiantiles en Francia. Pero fue La batalla de Solférino la que causó sensación en Cannes en 2013 cuando se programó en una selección paralela del festival.
Un año después, esta película rodada en medio de la multitud el día de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas, fue nominada a los Premios César del cine francés en 2014 en la categoría de mejor película. En el filme Triet retrata con mucho humor la crisis de una pareja y, al mismo tiempo, una sociedad ansiosa e histérica.
Adicta a las series de televisión, la directora ve consagrada su reputación con el filme Los casos de Victoria (2016), que vieron en Francia cerca de 700.000 espectadores. La cinta habla del desorden sentimental y la desilusión con lo absurdo de la existencia, todo ello con diálogos hilarantes.
Virginie Efira interpreta a la protagonista, una madre soltera y abogada penalista al borde de un ataque de nervios. Fue nominada cinco veces para los César de 2017, también en las categorías de mejor película y mejor actriz.
Fiel a sus intérpretes, se reencuentra con Efira en 2019 en El reflejo de Sibyl, donde la actriz interpreta a una novelista convertida en psicoanalista. También aparecen estrellas del cine francés como Adèle Exarchopoulos, Gaspard Ulliel y Niels Schneider. La película estuvo en la selección oficial de Cannes.
Para Anatomía de una caída, Triet coescribe el guión con su pareja, el director y actor Arthur Harari, otra figura del cine de autor. Si bien dice ser “instintiva”, su cine, que no deja nada al azar, es muy reflexivo, “cuestionando mucho las relaciones entre hombres y mujeres, que están en el centro de nuestras vidas”.
El cine debe contribuir “a la revolución social” feminista, asegura y agrega: “Durante mucho tiempo, cuando veía películas, pensaba que era el niño, me identificaba con el papel masculino, por falta de papeles femeninos fuertes. Necesitamos historias hechas por mujeres, dirigidas por mujeres, juzgadas por mujeres. Todavía estamos muy lejos de la paridad”.
Fuente: AFP
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