Laura Citarella, directora de Trenque Lauquen: “Hacemos películas chicas pero ambiciosas”

El filme, ganador en los festivales de cine de Mar del Plata y Murcia, fue exhibido recientemente en Estados Unidos. La cineasta argentina habló con Infobae

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Laura Citarella: "Hacemos películas chicas
Laura Citarella: "Hacemos películas chicas pero ambiciosas" (Foto: El Pampero Cine)

Laura, una bióloga que cataloga especies de plantas en un pueblo en la provincia de Buenos Aires, está desaparecida. En su búsqueda está Rafael, su novio, y Ezequiel, un trabajador de la municipalidad que la transportaba en su auto a sus expediciones botánicas y quien llegó a ser algo más que su amigo y confidente. Los dos hombres —al comienzo juntos y luego por separado— pretenden develar el enigma detrás de la desaparición. Tras la pista de Laura, en el intento por resolver el misterio, se abren puertas y aparecen otras historias: cartas de amor escondidas en libros y un viejo romance dominan la primera parte de la película.

Dividida en dos partes y con una duración de cuatro horas, Trenque Lauquen, dirigida por Laura Citarella y protagonizada por Laura Paredes, es una película que juega con los géneros: del thriller detectivesco y una historia de amor pasa al suspenso, a lo fantástico, a la ciencia ficción.

En la segunda parte, algunas piezas del rompecabezas se empiezan armar, y parte del misterio se aclara, cuando Laura revela las razones de su desaparición —la mirada de los hombres, en este caso la de Ezequiel, pasa a un segundo plano— y cuenta su fascinación por dos mujeres con las que se va a vivir y un extraño y enigmático ser que habita en la casa que comparten las tres.

La película fue exhibida en abril en algunos cines de Estados Unidos, como en el American Cinemathe en Los Ángeles y en Film at Lincoln Center en Nueva York. Y durante el mes de mayo hizo parte de la programación en el museo Malba en Buenos Aires.

Laura Paredes en una escena
Laura Paredes en una escena de la película Trenque Lauquen (EFE)

En noviembre de 2022, Trenque Lauquen ganó el premio a Mejor Película Latinoamericana en el Festival de Cine de Mar del Plata, y estuvo entre las favoritas de la crítica en los festivales de cine de Venecia y San Sebastián. En marzo, la película ganó el premio al mejor largometraje de la sección oficial de la decimotercera edición del Festival Internacional de Cine de Murcia ‘IBAFF’.

Citarella, que es una de las fundadoras de El Pampero Cine, dirigió las películas Ostende (2011), también protagonizada por Laura Paredes, La mujer de los perros (2015) y el documental Las poetas visitan a Juana Bignozzi (2019). Desde su casa en Argentina, la cineasta habló por videollamada con Infobae sobre Trenque Lauquen.

—¿Cómo nació la idea de hacer Trenque Lauquen?

—La película parte de una idea anterior, de una película que se llama Ostende que dirigí en 2011 en la que la protagonista es también Laura Paredes. Trenque Lauquen es como una especie de saga de esa película y surge del deseo de seguir trabajando con Laura. La idea era llevar Ostende a otra localidad, e inmediatamente se me ocurrió Trenque Lauquen, que es la ciudad, el pueblo, de donde es mi familia. No es un lugar donde yo nací, pero sí donde pasé mis veranos. Entonces así surge esta idea de trasladar lo que pasaba en Ostende a Trenque Lauquen. Y pasó mucho tiempo hasta que empezamos con la película, y en ese paso del tiempo obviamente aparecen ideas nuevas, ya no te entusiasma por ahí lo mismo que a los 20 porque somos más grandes, y te van pasando cosas en la vida que van moldeando esa nueva película.

—¿Y qué tanto cambió esa idea inicial que tenías del resultado final?

—Hubo un guión inicial en 2016 que es muy diferente en su estructura al guión final, pero los elementos narrativos y las cosas que pasan son las mismas, solo que la película dio unas vueltas y encontró su forma más en el mientras tanto del rodaje y la edición. Entonces ese guión que teníamos lo filmamos, pero después también lo dimos vuelta y lo reescribimos. Tienen que ver también con la forma de trabajo que admite que uno entre y salga de las películas. También en el medio yo quedé embarazada, tuve una hija, y no era una película tan fácil de filmar con una beba siendo yo la directora. Entonces frenamos un poco, yo ahí hice otra película que es Las poetas visitan a Juana Bignozzi. Así que en ese camino de entradas y salidas entre la vida y el cine, la película iba generando movimientos y posibilitando reestructuraciones y reescrituras, pero básicamente los acontecimientos son más o menos los mismos que pensamos desde el principio.

Paisajes pampeano en la película
Paisajes pampeano en la película Trenque Lauquen

—Cuéntame un poco de esa forma de trabajar que, como dices, te permite entrar y salir de la película que estás haciendo, de trabajar a tu ritmo, a tus tiempos. También esto de incluir elementos de tu vida en la historia.

—El Pampero Cine en su totalidad trabaja de esa manera. Tenemos equipos chicos y ágiles, tecnologías no muy sofisticadas, entonces no implican un gran movimiento cada vez que sales a filmar. Nosotros mismos editamos. Hay como una especie de trabajo grupal que admite que no tengas que organizar la película como en el sentido de un paréntesis en tu vida, de decir hago una película en este periodo y después vuelvo a mi vida, sino como que mientras haces otras cosas, vas filmando y editando. Y en ese sentido me parece que hay otra clave en el esquema de producción que es que uno conoce con antelación los elementos con los que va a trabajar. Por ejemplo, yo ya sabía que quería que mi tío, que tiene un programa de radio en Trenque Lauquen, actuara en la película. Creo que eso es justamente al revés de cómo se piensan las películas en general. Entonces antes de existir el guión ya existía ese elemento en la película, y así con casi todas las locaciones. Para mí tanto Ostende como Trenque Lauquen son películas que surgen del espacio, como del lugar y de las propuestas que tiene el lugar, y las escenas aparecen después. Lo mismo con los actores. No es lo mismo escribir una película, después hacer un casting y trabajar con los actores, que escribir personajes específicamente para gente cuya manera de hablar y de actuar ya conoces. O sea, la sonoridad de la voz de mi marido que no es actor, o por lo menos no lo era, la tengo. Después es pensar eso alrededor de la ficción y que no se confunda con una idea del realismo, como con una idea de llevar a escena la vida propia, sino más bien trabajar con esos elementos que uno conoce en un sentido completamente ficcional.

—También mencionaste que Ostende y Trenque Lauquen están de cierto modo unidas. ¿Tienes en mente completar esta saga y hacer una tercera película junto con Laura Paredes?

—A mí me me encanta la idea de seguir trabajando en sociedad con Laura, porque con ella además de que es co-guionista de la película y la protagonista, es mi amiga, alguien muy cercano, y siento que llegamos a un lugar de sociedad muy específico entre nosotras de mucho conocimiento, y que podríamos seguir haciendo películas toda la vida, y ojalá así sea. Y sí, siempre fantaseamos con una tercera parte de la saga que sea en otra localidad de la provincia de Buenos Aires ya con otra edad, por ende con otros procedimientos. Pero no soy muy especuladora. No tengo un proyecto tan grande como cineasta de estar pensando ya el cuerpo de la obra, sino que más bien soy alguien que va trabajando en el día a día y que va tomando decisiones y en ese sentido siento que naturalmente podría llegar esa tercera parte de la saga.

"De repente comandan los contenidos
"De repente comandan los contenidos corporaciones que están conquistando toda la realización audiovisual del mundo", asegura Citarella

—Hay algo de como está construida Trenque Lauquen que lo relaciono con lo lúdico, como con cierta forma de jugar con géneros y estructuras. ¿Qué me puedes decir de esto? ¿Esto es algo consciente o se fue dando en el proceso de realización de la película?

—Siempre estuvo la idea de que Trenque Lauquen era una película mutante, que arrancaba en un lugar y terminaba en otro. Las mutaciones por ahí eran más extrañas en la primera escritura del guión o más bien siento que las desconocíamos, como que estaba esta idea de mutación, pero no estaba tan claro cómo se iba a producir. Estaba la idea de que los misterios mutan, se funden. Lo mismo pasa con los géneros, hasta que la película tiende a desarmarse. Sí hay algo que apareció de manera más contundente mientras hacíamos la película, que fue reforzar la idea de las versiones sobre el personaje de Laura, es decir, como un personaje vos no lo podés abarcar en su totalidad, ni establecer como una única verdad en relación al personaje, sino más bien podés hacer pequeños acercamientos. De hecho Rafael en un momento dice vos conocés una versión de Laura y yo conozco otra. Entonces uno empieza armar ese personaje de Laura de manera muy extraña, como muy huidiza, se vuelve muy misterioso justamente porque cada uno tiene una versión, y finalmente la versión que tiene valor es la de ella misma. Creo que eso a veces desestabiliza un poco, porque la película recoge un montón de elementos en la primera parte, y en la segunda parte también esos mismos elementos curados por otro personaje pierden valor. Para mí era interesante ver cómo según quién esté mirando y cómo esté mirando, el valor que tienen las cosas, y atravesar el relato por otras miradas hasta llegar a la de ella propia era parte de ese juego, como de darle vuelta a ese concepto de recorrer un personaje a través de sus aspectos, pero no establecer como una verdad o un lugar o sintetizar el personaje a una sola cosa.

—Por último, ¿cómo ves el panorama actual en la industria del cine? Por la forma como producen ustedes, ¿crees que en el Pampero Cine estén mejor preparados para afrontar este momento de crisis?

—Creo que la crisis igual le llega a todo el mundo, no es que estemos exentos porque nosotros trabajamos de manera independiente. Quizás tenemos herramientas de adaptación más grandes de alguien que se formó en la industria porque tenemos la capacidad de saber filmar con equipos chicos. Hacemos películas chicas en términos de financiación pero que son ambiciosas. Entonces me da la sensación de que eso puede ser algo a favor pero también las crisis nos llegan a todos y a todas, si le va mal a nuestros compañeros y compañeras de la industria eso tarde o temprano nos va a llegar también a nosotros. Además la crisis de la financiación tiene que ver con muchas cosas. A nivel local obviamente con la casi desaparición del Inca o con muchos años de desidia, pero además también cambió mucho la manera de producir. Tenés producciones súper grandes con todo el dinero puesto por las plataformas, y después tenés gente haciendo cosas a fuerza de pulmón, que están tratando de filmar como se puede. Todo el espectro de fondos medianos, que antes estaba muy a la mano, que asistía mucho a las películas latinoamericanas, ahora se está achicando, se está cerrando hacia Europa, y está siendo mucho más exclusivo con los territorios a los que le presta plata. En lo local han sido años de mucha agresión desde el Estado hacia la industria cinematográfica y hacia los pequeños realizadores. También aparecen las plataformas como la salvación durante la pandemia y se instalan de una manera que también para los cines genera un problema, y se aceleraron procesos donde hay un panorama de mucha incertidumbre y donde de repente están comandando los contenidos corporaciones que antes no tenían la presencia que tienen y que están conquistando toda la realización audiovisual del mundo. Y eso sí puede llegar a ser un problema.

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