Polémica en Rusia por la entrega a la Iglesia del más famoso ícono ortodoxo

Expertos culturales pidieron a la ministra de Cultura que “La Trinidad”, pintada en el siglo XV, regrese a la galería Tretiakov tras ser regalada por el presidente Putin a la Iglesia Ortdoxa

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"La Trinidad", ícono de la
"La Trinidad", ícono de la Iglesia ortodoxa rusa pintado en el siglo XV por Andréi Rubliov

Expertos culturales rusos se dirigieron hoy mediante una carta a la ministra de Cultura, Olga Liubímova, para que no entregue a la Iglesia el ícono más famoso de la ortodoxia, La Trinidad de Andréi Rubliov. “La suerte de la obra maestra de la pintura rusa de la Edad Media despierta una profunda inquietud entre todos los que apreciamos la cultura medieval rusa”, señala la carta publicada en la página web de la Asociación de Historiadores del Arte.

El presidente ruso, Vladímir Putin, regaló la pasada semana dicho ícono a la Iglesia Ortodoxa, cuyo patriarca, Kiril, reconoció que sólo se lo había pedido prestado por dos semanas.

Los expertos recuerdan que su traslado en julio de 2022 al monasterio de Sérguiev Posad, cerca de Moscú, ya provocó daños en 60 puntos de la superficie de la pintura, la mayor obra de Rubliov (1360-1428), considerado el mayor iconógrafo de Rusia. Pese al trabajo de los restauradores, “su degradación, provocada por su traslado al monasterio, avanza”, por lo que los integrantes de la comisión de cultura antigua y medieval de la Academia de Ciencias de Rusia llegaron a la conclusión de que el ícono no puede abandonar la Galería Tretiakov ni siquiera “por un corto espacio de tiempo”.

La Iglesia tenía intención de exponerlo el 4 de junio en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú y después trasladarlo definitivamente a la Catedral de la Trinidad de Sérguiev Posad. En opinión de los expertos, “todos estos pasos suponen un grave riesgo para el ícono de Rubliov y amenazan con degradar la gran obra de arte y reliquia nacional”.

Consideran que los únicos que pueden encargarse de proteger el ícono son los restauradores y “el único espacio” para La Trinidad debe ser la galería Tretiakov. “Llamamos a hacer todo lo posible para prevenir la destrucción del grandioso monumento de la cultura rusa y mundial”, subrayan.

El patriarca de la Iglesia
El patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, Kiril, reconoció haber pedido prestado por dos semanas el ícono "La Trinidad", que el presidente Putin regaló la pasada semana a esa Iglesia (Mikhail Svetlov/Getty Images)

La Iglesia respondió hoy que comparte la inquietud de la comunidad museística e incluso calificó de “extremadamente peligroso” un traslado precipitado, pero consideró que algunas de las conclusiones de los expertos son “excesivas” y “gratuitas”.

“Las decisiones de los dirigentes no se discuten, sino que se cumplen. Las cumplen todos los ciudadanos que respetan la ley. Y la misión de los profesionales es cumplirlas con dignidad”, dijo Leonid Kalinin, jefe del consejo de expertos del Patriarcado para la cultura eclesial, a la agencia Interfax.

El ícono se encuentra desde 1929 entre los fondos de la Galería Tretiakov, la principal pinacoteca de la capital rusa, por decisión de las autoridades soviéticas. Mientras el Kremlin dijo que abordará los plazos de entrega del icono con los expertos, el Museo Rubliov se mostró hoy dispuesto a ceder copias del famoso ícono para su exposición.

El Museo Hermitage de San Petersburgo también adelantó que en mayo cederá a la Iglesia la tumba del príncipe medieval Alexandr Nevski.

La decisión de Putin, un creyente confeso, no ha sido bien recibida por parte de la sociedad rusa, ya que en los últimos 20 años han sido muchas las prebendas que ha recibido el Patriarcado de Moscú, que apoya a pies juntillas la campaña militar rusa en Ucrania.

Fuente: EFE

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