Música para Tigresas es el nuevo espectáculo de nuestro grupo Los CometaBrás y es la primera vez en toda nuestra historia que producimos un unipersonal, decisión que fue producto del aislamiento que sobrevino con la pandemia.
Durante ese extraño lapso en el que el tiempo se detuvo y ante la única posibilidad de hacer encuentros de manera virtual, decidimos reflexionar sobre nuestra historia, nuestra estética y cuáles fueron los temas que abordamos durante la trayectoria del grupo que hace treinta y seis años existe y produce. Fue así que convocamos a una historiadora del arte, Valeria Rellán, para que nos asesore y trabaje junto a nosotros en el análisis de nuestras obras y las influencias que afectaron nuestra producción. El resultado es un video documental: Los CometaBrás o la escena amparada en el tiempo. Juego, Símbolo y Fiesta que incluye entrevistas, improvisaciones y fragmentos de algunas obras.
Música para Tigresas se nutre de esa experiencia en la que Dalila Real, la intérprete, actúa, canta, se acompaña con instrumentos, transita por climas dramáticos, juega escenas cómicas, interpela al público desde el humor y conjuga el relato con números de varieté, todos estos elementos son los que conforman la poética del grupo desde sus inicios en los primeros años de la democracia.
Veníamos del teatro experimental, más cercano a la máscara de la tragedia que se relacionaba a la resistencia durante la época de la dictadura pero a partir del renovado aire de la época y la necesidad de romper con los formatos tradicionales del teatro, quisimos abordar otro tipo de vínculo con el público. Eso nos llevó a encarar un lenguaje que tenía más que ver con lo festivo, lo performático, las intervenciones, las escenas cortas, la provocación y el juego. Secuestro Porcino fue nuestro primer espectáculo, un cómic musical y teatral en el cual a una humilde cantante de boleros (Dalila), un archivillano empleado de la Bruja del Norte, le robaba sus ahorros, y Los Cometabrass (detectives) iban en su auxilio y rescataban el chanchito en el que la protagonista guardaba sus ahorros. Con ésta obra integramos la primera programación del Centro Cultural Ricardo Rojas junto a otros grupos.
Actuamos en el Parakultural, Cemento, Palladium y otros espacios hasta que sentimos la necesidad de tener un lugar propio para seguir probando y profundizar en nuestras búsquedas estéticas. Así surgió el espacio multimedia “1/2 Mundo – Varieté”.
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“Medio Mundo es Varietè y el resto una alucinación” (El Observador, mayo de 1988): “El que entra desprevenido puede suponer que está en una galería de arte supervanguardista, en las paredes hay obras de Vivi Tellas, Gumier Maier, Marcia Schwartz, Marrone...”
“Buenos Aires me mata” (Clarín, mayo 1989): “Esto parece el Berlín de la preguerra” crispeó Tom Lupo en el umbral de Medio Mundo Varietè”.
Formábamos parte de una cooperativa de artistas con los que abrimos el espacio. Se trataba de una pista de baile rodeada de escenarios, gradas y proyecciones. Había una galería de arte, un bar, y dos escenarios. Fue para nosotros, un laboratorio muy intenso donde surgieron las primeras escenas de lo que seguiríamos desarrollando: el varieté, la comedia del arte, la música, la danza, el teatro de sombras y la comunión con un público que tenía como lugares de esparcimiento las discos o los recitales de rock. Además de las distintas tribus urbanas que convivían, se sumaban escritores, periodistas, músicos, artistas plásticos, gente del teatro y del cine. Eliseo Subiela nos vio actuar y nos convocó a participar en su película El lado oscuro del corazón con nuestras escenas de cabaret y a Dalila cantando “Ciudad de pobres corazones” (Fito Páez), escena que ella hacía en la obra Minas de Celuloide, de Teresa López.
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La experiencia de Medio Mundo, tan intensa y fundante para nosotros, se dio de bruces con la realidad de la hiperinflación que hizo imposible sostenerla.
Hoy Silvina Segundo, guionista y directora, y Graciela Mazza, productora ejecutiva, tomaron el desafío de contar la historia de 1/2 Mundo –Varieté en cine y recrear el clima festivo, alucinante e irreverente de lo que se vivía en ese lugar.
Muchas de nuestras obras surgieron en ese ámbito como escenas cortas y se convirtieron en obras de Teatro Musical: La Carmen, un clásico marginal (nominada a los premios ACE), Desfile Argentino. Mutantes, Trajes y Máscaras, Trip Telùrico -una obra de terror (seleccionada en el Festival de Teatro Experimental Victor Garcìa y el Teatro Kosmos de la ciudad de Viena), Colon, el Huevo Conquistador, Mangangá (Mención Especial Premios Artei), M.A.L. Mercados Asociados Limitados (obra sobre el Fausto de Goethe), entre otras.
Y llegamos hasta nuestros días, siempre arriesgándonos y abordando el teatro con la misma pasión.
Música para Tigresas es una obra que habla sobre el universo femenino, sobre los distintos arquetipos y cómo, desde ellos, nos vinculamos con la realidad, el amor, los desengaños, las luchas, el inexorable paso del tiempo y sus consecuencias, con la distancia y la empatía que nos permite el humor.
Una manera de hablar de nosotras pero no solas, con ellos, ellas y elles.
* Autor, director y co autor de Música para tigresas.
* Los CometaBrás: Teresa López, Damian Calvo, Marcela Trajtenberg, Dalila Real, Leandro Rosati. Música para tigresas se presenta los domingos a las 19 h en Medio Mundo Teatro, Hipólito Irigoyen 2148, 2° “C”, (por escalera), barrio de Congreso.
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