“Nadie nos advierte pero el infierno vive en nosotrxs bajo la forma de la indiferencia”
Mariano Blatt
Conocí la obra de la autora brasileña Silvia Gomez gracias a la invitación que me hizo el grupo Piel de Lava a participar en Temporada Fluorescente, proyecto del que hicieron la curaduría bajo la Dirección artística de Matias Umpierrez y la producción general de Malena Schnitzer.
Me llamó Laura Paredes en nombre de Piel de Lava y me dijo algo así como: “A ver si te gusta, para nosotras es una obra para vos”. Leer En este mundo loco, en esta noche brillante fue como ser atravesada por un rayo, me quedé perpleja, parecía que la autora me estaba hablando directo a mi. ¿Acaso no sentimos eso con lxs escritores que nos gustan? Sí, pero en este caso todo me convocaba de manera excepcional: el tema de la violencia hacia las mujeres, la amistad, un relato aristotélico intervenido por las reflexiones de la autora, la invitacion a hacer de la música parte fundamental de la estructura. Definitivamente era una obra para mi; a la hora y media del primer llamado de Laura estaba diciendo que sí.
Después de eso me metí en un túnel de vértigo, tenía un poco más de dos meses para armar el equipo y montarla. Para la música, luces y arte me rodeé de artistas de mi generación que admiro, con los que ya había trabajado pero que además son mis amigos: Sebastian Schachtel, Ricky Sica, Paola Delgado. Con ellos estaba convencida que podía lanzarme al vacío.
En relación a los dos personajes de la obra, ni bien la leí pensé en Daniela Flombaum, ex alumna a quien conozco mucho trabajando y que tuvo el arrojo de decirme que sí sin leer el material. Fue toda una decisión llamarla porque tiene 26 años y el personaje se sugiere como alguien mucho mas grande y que tiene capacidad para maternar. Pero me gustaba que los dos personajes tuvieran casi la misma edad, me gustaba la idea de traer el cuidado entre pares. Tengo mucha fe en su generación, creo que seguirán haciendo las cosas mejor que nosotrxs.
Encontrar al otro personaje fue muy difícil, necesitaba a alguien que pudiera encarnar una energía frágil y también potente, y que a la vez pudiera cantar. Hice una audición cerrada y vi a varias actrices, todas muy buenas pero no eran ella. En medio de la desesperación por el paso del tiempo me acordé de Carolina Saade, la había visto actuar en una obra que tenía un tono muy diferente a esta. Así que la llamé y le propuse hacer una prueba. Cuando empezó a actuar me flecho el cuerpo, todo cobró sentido.
Se sumaron también Tomas Huberman y Guido Pujato en la asistencia, ambos ex alumnos con los cuales ya tenía mucho recorrido y Mateo Monk en la ejecución de la música en vivo. Los tres muy jóvenes, de la misma generación que las actrices.
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Algo me ponía muy nerviosa antes de empezar los ensayos: ¿Cómo vamos a encarar el tema en el que se funda la obra? La obra habla de muchas cosas, pero comienza con un hecho hiper violento: una violación. ¿Cómo vamos a hablar de esto? ¿Cómo vamos a trabajarlo sin que sea un yunque para el espectador? ¿Cómo lo hacemos sin que pierda la profundidad?
Mucho peor me puse cuando investigué a la autora y me enteré que escribió la obra a partir de un femicidio que sucedió en Brasil en el 2015. Ese día me quedaron en claro dos cosas: que toda la belleza que podíamos crear iba a estar fundada en el horror y que para hacerle justicia teníamos que lograr que, de alguna manera, el espectador se fuera con algo más que el espanto. Porque si bien el vínculo entre estas dos mujeres está plagado de contradicciones, también hay momentos delirantes, divertidos, tiernos y extremadamente humanos. Es así que puedo decir que nuestra obra habla de la inmensa capacidad empática de lo femenino.
Además de que me encanta como está escrita, la obra tiene un lineamiento ético con el que me identifiqué de inmediato, comenzando por no revictimizar a la víctima, y siguiendo por el cuestionamiento abierto en cómo se va a seguir contando la cosa. Sí, en un momento la obra se detiene, y pensándose a sí misma, se refunda.
Sobre esta línea decidí hacer foco en la puesta. Tratando de expandir al máximo esa relación con la honestidad que manifiesta el material.
Cuando empezamos a ensayar desde la Temporada me contactaron con la autora, quería conocerla y preguntarle cosas. Además quería probar unos cambios… así que me interesaba mucho su opinión. Nos conocimos en un Zoom, conocer a Silvia y a Celso Curi (su productor en Brasil y que, tiempo después, se convertiría en nuestro productor) fue alucinante, fue como un encuentro con amigos: divertido, nutritivo e inspirador.
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Esa revisión que la obra propone de sí misma nos regaló muchas conversaciones, todas atravesadas por el feminismo. Eso enfatizó otra asociación que nos organizó bastante y que fue con esa frase famosa de Marechal: De todo laberinto se sale por arriba.
En la obra la amenaza crece por los cuatro puntos cardinales y es por eso que se trama la fuga en un avión. Siempre pensé en el feminismo como esa salida contemporánea al laberinto en el que estamos atrapadxs. Y Silvia estaba ahí proponiendo en su obra un escape glorioso por los techos pero no solo de manera literal … también en todo lo que se pone en juego en la obra: humanidad, cuidado, cooperación, reciprocidad.
Piel de Lava, la Temporada, Silvia Gomez, Celso Curi y todo el equipo de la obra merecerían un texto entero dedicado a ellxs. Fue un encuentro muy amoroso y del que estoy agradecida. La magia de lo que pasó entre nosotrxs hizo posible todo esto.
Al mes de estrenar Silvia y Celso vinieron a Buenos Aires a ver nuestro trabajo. Todxs estabamos contentxs y expectantes. Después de ver la función Celso me dijo una de las cosas más hermosas que han dicho sobre mi trabajo: Creaste un dispositivo capaz de abrir las venas del teatro y derramar toda su verdad hacia nosotrxs, lxs espectadores.
Me da cierto pudor contarlo pero aquí lo estoy escribiendo porque en definitiva, en cada función, son mis compañerxs quienes encarnan la magia, yo solo muevo la batuta.
Sin más vueltas, les invito, les espero a compartir esto que hacemos juntxs En este mundo loco, en esta noche brillante.
*Nayla Pose, directora de En este mundo loco, en esta noche brillante. La obra se presenta los domingos 14, 21 y 28 de mayo a las 20 h en el Teatro Dumont 4040 Santos Dumont 4040
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