Los años 90 vuelven a estar de moda: las extensiones de pelo vuelven a ser aceptables, la sitcom Night Court vuelve a la televisión y las riñoneras y la franela están de moda. Pero no son los 90 hasta que reaparecen dos adolescentes idiotas riéndose a carcajadas. Así es, Beavis y Butt-Head –siempre sin madurar– están estos días en la plataforma de streaming Paramount+, todavía burlándose de la cultura y diciendo cosas como: “Esa nube parece un culo”.
“A veces es casi divertido ir a esa parte perezosa de tu cerebro en la que sueltas cualquier estupidez que se te ocurre”, dice Mike Judge, que creó al dúo y les pone voz. La segunda temporada de Mike Judge’s Beavis and Butt-Head comienza con nuestros héroes en una clase de meditación obligatoria, una alternativa al castigo. “Esto es una mierda”, dice Butt Head, el moreno con aparato y camiseta de AC/DC. “Ahora intenta vaciar tu mente de todos los pensamientos”, dice el profesor. Es sorprendentemente fácil.
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También hay una visita a un colegio electoral –los chicos lo confunden con un club de striptease– y más tarde un plan para comprar cerveza pintando el pelo de Beavis con pintura blanca, para que parezca mayor. Todo se tuerce, por supuesto, cuando Beavis se sube a un autobús que lo lleva a una residencia de ancianos.
El aspecto del programa no ha cambiado, aunque ahora haya menos videos musicales. Judge recurre a un productor para que busque en YouTube videos que puedan dar pie a una crítica espontánea. Todo es muy atemporal. “Esa es la belleza de Beavis y Butt-Head: no importa en qué década hayas nacido, eres capaz de encontrar formas de conectar con ellos e incluso quizás ver trozos de ti mismo en ellos”, dice Domenic DiMeglio, director de marketing de Paramount+. Hay algunas bizarradas, sobre todo el regreso a un universo alternativo en el que Beavis y Butt-Head son de mediana edad. Judge ideó un episodio en el que se casan sin darse cuenta.
El Beavis y Butt-Head original llegó a MTV en 1993 y se convirtió en un éxito instantáneo que duró siete temporadas, antes de interrumpirse en 1997. El dúo poco dinámico regresó con una octava temporada independiente en 2011, y la serie fue revivida el año pasado. La influencia de este programa fue tan fuerte que dio lugar a un largometraje titulado Beavis and Butt-Head Do America en 1996 y a otro titulado Beavis and Butt-Head Do the Universe en 2022.
Judge dice que empezó a pensar en volver a su dúo de dibujos animados después de que el grupo Portugal The Man le preguntó si los podían presentar sus icónicos personajes en el Festival de Coachella en 2018. “Lo pensé como una forma de ‘Déjame ver cómo suena si mi voz todavía suena como ellos’. Y lo hice. Lo reproduje y todavía se sentía como Beavis y Butt-Head. Y eso fue en parte lo que me hizo pensar en volver a hacerlo”.
Los objetivos han cambiado, aunque algunos principios del espectáculo no lo hayan hecho. Si algo ya es divertido, no suele ser un buen objetivo. Y estar sobreexpuesto suele ser una luz verde. Así que el Axl Rose de ayer se convirtió en el Jack Harlow de hoy.
En una reciente entrevista de IndieWire, Mike Judge fue consultado acerca de cómo hizo para regresar, con 50 años, a la mentalidad de dos jóvenes adolescentes: “En el programa original de MTV, había un escritor llamado David Felton que era realmente bueno en eso, y tenía casi 50 años. Pensé que si él podía hacer eso en aquel momento, yo podría hacerlo ahora. Vi los viejos episodios y solo pensé en lo eterna que era la idea. Los varones de quince años realmente no han cambiado tanto en cientos de años”.
Además, el actor y escritor habló sobre la posibilidad de hacer una remake con actores de carne y hueso: “Creo que para que funcione, alguien realmente tendría que hacerlo suyo, hacer algo más que simplemente imitar a los personajes. Si surge otra idea, estoy abierto a hacerlo. No hemos cerrado la puerta”.
Con respecto al miedo a la cancelación aclaró: “Cuando comenzó el programa, había un tipo diferente de cultura de cancelación con la derecha cristiana, y había un conjunto diferente de factores desencadenantes. Beavis y Butt-Head eran, en realidad, personajes inocentes. La broma es para ellos. Son demasiado estúpidos para ser odiosos. Simplemente no tienen ni idea. En los años 90, recibí una serie de correos de odio de un supremacista blanco neonazi por la forma en que estaba retratando a los blancos. Me acusaba de ser judío, también”.
Fuente: AP
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