La mansión del profesor Bergamotte de Tintín, a la venta por una cifra millonaria

La propiedad, que quedó plasmada en la portada de “Tintín y las siete bolas de cristal”, queda en la comuna de Watermael-Boitsfort en Bélgica y fue construída en 1905

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Una discreta placa y un pequeño dibujo en la puerta de la mansión revelan que se trata de la casa del profesor Bergamotte donde el dibujante belga Hergé situó la trama del álbum Tintín y las siete bolas de cristal, publicado en 1948.

La villa es un inmueble burgués de 425 metros cuadrados y un jardín arbolado de 1.000 metros cuadrados que el arquitecto Alban Chambon construyó en 1905 por encargo de la familia que fundó la multinacional química Solvay. Ahora, está en venta por 1.480.000 euros (1,62 millones de dólares).

El exterior de la casa, que se encuentra en el número 6 de la avenida Delleur de la comuna de Watermael-Boitsfort, limítrofe con Bruselas, quedó plasmada con precisión en las páginas 27 y 28 del álbum con la portada en la que el profesor Tornasol levita sobre una mesa envuelto en una espiral luminosa ante la atónita mirada de Tintín, el capitán Haddock y el profesor Bergamotte, mientras el perrito Milú huye despavorido.

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La casa del profesor Bergamotte donde el dibujante belga Hergé situó la trama del álbum "Tintín y las siete bolas de cristal" (EFE/ Javier Albisu)
La casa del profesor Bergamotte donde el dibujante belga Hergé situó la trama del álbum "Tintín y las siete bolas de cristal" (EFE/ Javier Albisu)

Hergé (1907-1983) vivía en aquella época en el número 17 de la misma calle, en una casa bastante más humilde, y un día, paseando con su colaborador Edgar P. Jacobs, que más adelante crearía la serie de cómics “Blake y Mortimer”, pensó que la mansión podría servir como escenario central del cómic. Dibujaron el edificio por fuera, pero no llegaron a reproducir el interior para evitar malentendidos con los nazis, pues pensaron que la casa estaba ocupada por oficiales de la Gestapo.

“Hergé nunca entró (...). Empezó a hacer el cómic en la Segunda Guerra Mundial, durante la ocupación alemana, y era complicado para un dibujante hacer bocetos, incluso peligroso porque podían haberle tomado por un espía o un terrorista”, explicó Maxime Blause, responsable de la inmobiliaria We Invest encargada de la venta.

Los nazis podrían haberle confundido también con un miembro de la Resistencia conspirando contra las fuerzas de ocupación, pese a que el dibujante, cuyo verdadero nombre era Georges Remi, no fue precisamente crítico con el nazismo y esa sombra aún empaña su biografía.

Así que, el creador se inventó el interior de la villa donde Tintín investiga la desaparición de varios arqueólogos relacionados con el descubrimiento en Perú de la tumba inca de Rascar Capac y víctimas de un hechizo lanzado por una secta llamada La Orden de Fénix.

El creador belga a menudo nutría su imaginario de lugares reales, como el Castillo de Moulinsart donde habita el capitán Haddock, inspirado en el castillo francés de Cheverny o la casa del profesor Topolino, recreada a partir de una vivienda en la localidad suiza de Nyon.

También se inspiraba en personajes de carne y hueso, como el propio profesor Hipólito Bergamotte, antiguo compañero del ficticio profesor Silvestre Tornasol, que Hergé creó a imagen y semejanza del egiptólogo belga Jean Capartm, conservador jefe del Museo Real de Arte y de Historia de Bruselas a inicios del siglo pasado.

Placa y dibujo en la puerta de la mansión del profesor Bergamotte donde el dibujante belga Hergé situó la trama del álbum "Tintín y las siete bolas de cristal" (EFE/ Javier Albisu)
Placa y dibujo en la puerta de la mansión del profesor Bergamotte donde el dibujante belga Hergé situó la trama del álbum "Tintín y las siete bolas de cristal" (EFE/ Javier Albisu)

Además de la placa en la entrada, los actuales propietarios de la casa, una pareja relacionada con las instituciones de la Unión Europea que cambia Bruselas por Venecia, mantienen otro guiño al famoso cómic en la vivienda: una lámina de la portada de Tintín y las siete bolas de cristal enmarcada en el vestíbulo. Y poco más. El resto es una agradable casa señorial sin más referencias a la conexión con el universo de Hergé, una circunstancia que en todo caso no eleva el precio de la propiedad.

“El valor se estima sobre los metros cuadrados, sobre el valor del terreno y de la construcción, pero no realmente sobre el valor añadido de Tintín y del profesor Bergamotte”, agrega el vendedor, que señala que puede resultar atractiva para un comprador con intención de habitar la villa o para un “inversor local o internacional”.

Fuente: EFE

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