Sexo, miserias y un amante argentino, todo cabe detrás de las memorias de Gloria Swanson

Luego de 40 años, el respetado editor de Vanity Fair Wayne Lawson reveló ser el “escritor fantasma” de la autobiografía de la actriz estadounidense: “Se necesitaron cuatro personas para escribir el libro: Swanson, su sexto esposo, su amante y yo”

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Gloria Swanson en una foto
Gloria Swanson en una foto para promocionar su gran regreso al cine con "El ocaso de una estrella", película de Billy Wilder de 1950 (Silver Screen Collection / Getty Images)

—Solo tú y yo sabemos quién escribió este libro. Gracias.

La noche en que se presentó en sociedad la biografía de Gloria Swanson, Swanson on Swanson, la mitológica actriz se acercó a Wayne Lawson, ghost writer del libro, y le agradeció el secreto al oído. Estaban en una pequeña fiesta literaria en Manhattan. Era el 5 de noviembre de 1980. Por 43 años se mantuvo guardado el secreto de la autoría.

Hace unas semanas, Lawson, quien fue editor de Vanity Fair y del The New York Times Book, contó todo. Ya había pasado un tiempo más que prudencial: Swanson murió en 1983, dos años después de esa noche donde, recuerda el autor, “tenía 81 años, pero aparentaba 60″ y “la elegante multitud se arremolinaba para felicitarla”.

“Eso fue hace cuatro décadas, y solo ahora me siento cómodo contando la historia que lo rodea. En realidad, se necesitaron cuatro personas para escribir el libro: Swanson, su sexto esposo, su amante y yo. Cuando Swanson me habló ese día, no podía haber imaginado que la historia estaba lejos de terminar, o que se distorsionaría casi hasta el punto de ser irreconocible en el tiempo”, cuenta Lawson en el extenso artículo publicado en Vanity Fair.

Nacida el 27 de marzo de 1899, Gloria Swanson protagonizó muchísimas películas mudas en los años veinte y llegó a convertirse en un ícono del cine. Fue nominada tres veces al Oscar a Mejor Actriz. Con la llegada del cine sonoro, como solía ocurrir entonces, su fama se fue apagando poco a poco, hasta que regresó en 1950 con el aclamado film El ocaso de una estrella. Se casó seis veces y fue portada de revistas a lo largo de toda su vida. Vivió como quiso y brilló hasta el día de su muerte.

"Swanson on Swanson", el exitoso
"Swanson on Swanson", el exitoso libro autobiográfico publicado en 1980

Pero empecemos por el principio. La génesis de Swanson on Swanson se da en 1979, cuando Brian Degas, un argentino que vivía en Inglaterra, lo llamó. En su juventud, cuando ambos vivían en Nueva York, fueron grandes amigos, pero ahora hacía veinte años que no se veían. Él había adquirido un notable prestigio como productor de series de televisión en Inglaterra. Y ahora tenía una noticia y un pedido especial.

Había convencido a Gloria Swanson de escribir sus memorias y a Random House de pagarle una fortuna. Tenía la idea de que una vida tan extravagante podía comenzar con un libro y derivar en, por qué no, espectáculos teatrales. “¿Quién sabe adónde podría conducir este libro?”

Quería que Lawson leyera lo que estaba escribiendo, quería que un viejo amigo le dijera con total honestidad cómo estaba llevando el asunto. Lawson lo leyó con atención. Fue tajante: “No creo que debas mostrarle esto a Random House. Se lee como el libro de una anciana”. El libro empezaba con su nacimiento y él sugirió que tenía que comenzar con el momento más alto de su carrera.

Fue así que consiguió ingresar en el círculo y reunirse con la actriz. Pero William Dufty, más conocido como Bill, el esposo de Swanson, un respetado músico, escritor y activista, estaba empecinado en ser el ghost writer. Nadie lo movería de ese lugar. El problema era que él y su esposa estaban atravesando una crisis.

Gloria Swanson y William Dufty
Gloria Swanson y William Dufty en 1975 (Foto: Erika Stone / Getty Images)

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Comenzaron a trabajar. Antes de enviar cada capítulo a la editorial, Lawson era el encargado de editar los textos que componía Bill. ¿Y cómo los componía? Gloria Swanson buceaba en su cofre de los recuerdos —revisaba fotos, cartas, cuadernos, películas— junto a Degas y reconstruía aquellos años con él. Luego Bill armaba con todo ese material “en bruto” cada capítulo y Lawson corregía.

Pero Bill, cada vez con más frecuencia, usaba un lenguaje “que Swanson jamás usaría”, según palabras del propio Degas, por lo que la parte que hacía Lawson en el proceso final era de vital importancia. “Cuanto más duraba este procedimiento, más obvio se me hacía que yo era más el ghost writer de Swanson que Dufty”, escribe Lawson en el artículo en Vanity Fair. Así fue cómo el libro entró en un torbellino extraño donde cada cual hacía su parte pero sin demasiada conexión.

¿Funcionaba? “Fue una mejora notable, con Swanson no solo reviviendo su matrimonio con Henri, marqués de la Falaise de la Coudraye, y su regreso triunfal con él a Estados Unidos, sino también revelando el aborto que tuvo en París para evitar el escándalo y salvar su carrera”.

Norma Desmond, interpretada por la
Norma Desmond, interpretada por la actriz Gloria Swanson saluda en la escena final de "El ocaso de una estrella", dirigida por Billy Wilder, en 1950. (Foto: Silver Screen Colección / Getty Images)

Cansada de revisitar su pasado constantemente, Swanson decidió tomarse un descanso, no sólo del trabajo que conllevaba hacer este libro, también de su marido y de la crisis que estaban atravesando, y se fue a un spa en California. Entonces ocurrieron dos cosas inesperadas. Ambas con Brian Degas como protagonista.

Cuenta Lawson: “Poco después de que ella se fue, las cosas tomaron un giro extraño. Degas me dijo que Dufty se había acercado a él. Cuando fue a recoger las últimas páginas, dijo, Dufty lo había recibido en la puerta con una bata abierta y una semierección expuesta. Degas dijo que fingió ignorar la insinuación espeluznante”.

Cuando llegó el nuevo capítulo, que abordaba el romance que Gloria mantuvo con Joseph Kennedy, Dufty pidió no modificar nada. Ahí decía que Kennedy era un “estafador en los negocios” y un “completo degenerado”. Al parecer, la editorial decidió directamente deshechar ese capítulo. Y al poco tiempo, Dufty desapareció.

Se habían separados: fue tan tajante aquella ruptura que cuando la actriz volvió del spa pidió fumigar el departamento y cambiar las cerraduras. Al poco tiempo, él “se mudó a Michigan para cuidar a su madre enferma. Allí conoció a Dennis Fairchild, un astrólogo, quien se convirtió en su amante. Permanecieron juntos hasta la muerte de Dufty, en 2002, a la edad de 86 años”.

Lo segundo que ocurrió fue lo siguiente: cuando el libro estaba muy avanzado y solo le falta el capítulo final, la frutilla del postre, el moño, el cierre, Lawson recibió un llamado telefónico. Era Degas. En su voz había una euforia inédita. Estaba exaltado, agitado, inquieto.

—Algo increíble acaba de suceder, y tengo que compartirlo contigo. ¡Me acabo de coger a Gloria!

Junto a Rudolph Valentino en
Junto a Rudolph Valentino en “Beyond the rocks” (1922)

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Un primero de mayo terminaron la primera versión del libro. “Degas dijo que dudaba que Swanson leyera todo. No solo lo leyó, sino que también adjuntó cientos de notas de consulta con alfileres a las páginas mecanografiadas”. Durante una semana se reunieron a hacer esos cambios, los que solicitó la actriz y los que pidió el editor de Random House. “Degas venía de vez en cuando mientras trabajábamos, y era obvio que estaba totalmente enamorada”.

Esa relación pasó frente a los ojos de Lawson de forma extraña. “La emoción que transmitió esa tarde, después de haber tenido sexo con la estrella más grande de todas, se enfrió repentinamente. Al cabo de una semana, más o menos, empezó a quejarse de que había encendido un fuego que no podía apagar. Se había vuelto rapaz, dijo. Siempre que estaban solos en una habitación, ella comenzaba a agarrarle la bragueta. Dijo que era mortificante”.

Pero el libro avanzaba, eso era lo importante. Swanson y Lawson, estrella y ghost writer, chocaron sus copas la noche en que pusieron el punto final. “A los pocos días, Degas me hizo un cheque por mi trabajo, duplicando la cantidad que habíamos acordado inicialmente, y no creo que volviera a ver a Swanson hasta noviembre, cuando se publicó el libro”, cuenta el autor en el artículo.

Gloria Swanson en el Teatro
Gloria Swanson en el Teatro Booth de Broadway antes de salir a escena en "Butterflies Are Free", año 1972 (Foto: Jack Mitchell / Getty Images)

El libro fue un éxito: vendió 150 mil ejemplares en tapa dura y 300 mil en rústica, sin contar varias traducciones extranjeras. Además, la flamante pareja brillaba en las revistas. Eso era lo que todos veían. Ella se refería a él como su socio comercial —era cierto: habían formado una empresa llamada Gloria’s Way— y en alguna que otra entrevista dijo que era el hombre que le había cambiado la vida.

Al tiempo, cuando los flashes mermaron su intensidad, Lawson y Degas volvieron a hablar. ¿Cómo estaba viviendo este inesperado y espectacular romance? ¿Qué tal había resultado la multitudinaria gira para presentar el libro? Las palabras exactas fueron: “increíblemente difícil”. Parece que Swanson se vivía quejando de todo, incluso de las cosas más insignificantes. Una noche la actriz “llegó a tal estado que estuvo a punto de desmayarse”. Tuvo que cargarla hasta el hotel. Y agregó:

—A la mitad se orinó encima de mí. Eso fue repugnante.

Swanson en “¿Por qué cambiar
Swanson en “¿Por qué cambiar de esposa?”, película de comedia muda de 1920

Luego de un tiempo, pasada la marea de la novedad, y como suele ocurrir con los bestsellers, Swanson on Swanson dejó de estar en las vidrieras de las librerías y en artículos destacados en las revistas. La pareja siguió unida pero poco a poco el amor se fue apagando. “Un amigo en común me dijo que Degas había invertido su dinero de la autobiografía imprudentemente y perdió gran parte, y que se habían separado en malos términos”.

¿Qué fue lo que pasó realmente? Lo cuenta Annette Tapert en su libro de 1998 El poder del glamour donde, luego de una larga entrevista con Raymond Daum, quien tenía y custodiaba el archivo de Swanson, asegura: “Degas estaba estafando a Swanson con casi toda la modesta fortuna que le quedaba y había robado valiosos recuerdos personales y documentos relevantes para su carrera. Pero Swanson se negó a creerle a Daum o a su familia”.

Lo que ocurrió después fue humillante. Dos productores que estaban negociando con Degas la producción de un espectáculo en Broadway donde Swanson sería la protagonista decidieron grabar esa charla. Ahí el hombre hablaba despectivamente de su pareja. Cuando la actriz escuchó la grabación se largó a llorar y, entre lágrimas, le dijo a Daum: “Me lo advertiste y yo fui una tonta”.

Gloria Swanson en su departamento
Gloria Swanson en su departamento de New York (1972)

Al poco tiempo, la mitológica actriz estadounidense, la estrella que nunca dejó de brillar, finalmente murió. Fue de un ataque al corazón en el Hospital de Nueva York el 4 de abril de 1983. Tenía 84 años. Acababa de llegar de la Riviera portuguesa: vacaciones. Su cuerpo fue cremado y sus cenizas enterradas en la Iglesia Episcopal del Descanso Celestial en la Quinta Avenida.

Desde entonces se publicaron varias biografías. El villano en todos esos libros tenía nombre y apellido: Brian Degas. ¿Realmente lo era? “Déjame hacer de abogado del diablo, porque yo estaba allí”, escribe Lawson en su artículo. “En poco tiempo, Degas hizo cosas maravillosas para ella: la exposición en la galería de Londres y una autobiografía superventas. Lo más importante, le hizo el amor y la hizo sentirse joven otra vez. Él le devolvió su estrellato”, agrega.

¿Qué más? “También obtuvo una buena suma de dinero para Dufty, por un libro que estoy seguro de que Dufty no fue capaz de escribir por su cuenta. Me dio la oportunidad de mi vida, que se convirtió en la base de una larga carrera en el mundo editorial”. Mucho tiempo después, Lawson llamó por teléfono a su viejo a amigo. Agosto de 2018. Le dijo que quería escribir un artículo sobre cómo fue escribir Swanson on Swanson. En un momento le preguntó si fue difícil la separación.

—Lo fue. ¿Sabes? Se enojó mucho cuando le dije que quería volver a Inglaterra.

Swanson photographed aen su departamento
Swanson photographed aen su departamento de New York City, año 1960 (Foto: Jack Mitchell / Getty Images)

Brian Degas murió el 3 de abril de 2020. Tenía 84 años. A partir de ese momento, Lawson decidió que había que poner manos a la obra, que con todos los protagonistas muertos era hora de revelar quién fue el ghost writer detrás de aquel bestseller, contar la historia tal cual él la vivió, escribir su gran artículo. Fue entonces cuando recordó las palabras de Gloria Swanson aquella noche de 1980 en Manhattan: “Solo tú y yo sabemos quién escribió este libro”.

El artículo de Lawson publicado en Vanity Fair termina como una buena película. Las luces de fondo apagan de a poco, el plano se acerca al rostro y la música desaparece. Entonces está él y sólo él. Gira la cabeza mira a cámara y, con la cuarta pared hecha trizas, Lawson nos dice a cada uno de nosotros:

—Bueno, lector, ya lo sabes.

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