La curadora de Arte Latinoamericano del Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York, la argentina Inés Katzenstein, adelantó detalles de lo que será la exhibición Chosen Memories: Contemporary Latin American Art from the Patricia Phelps de Cisneros Gift and Beyond, que será inaugurada el domingo 30 de abril y propone un extenso recorrido por 40 artistas latinoamericanos que a través de sus obras han desarmado, recreado y cuestionado la historia tal como la difundió la narrativa colonial.
Obras de los artistas argentinos Leandro Katz, David Lamelas, Jorge Macchi, Víctor Grippo, Amalia Pica, Adrián Villar Rojas, César Paternosto y Analía Saban se desplegarán en la sala del museo neoyorquino junto a destacados colegas latinoamericanos, como parte de esta exposición que “muestra la fuerza que han tenido algunas ideas del arte desde la década del 90 hasta nuestros días, como la mirada crítica sobre la colonialidad del paisaje o la recuperación de tradiciones y legados culturales antes devaluados”, dijo Katzenstein, curadora de Arte Latinoamericano y directora del Instituto de Investigación Patricia Phelps de Cisneros para el estudio del arte de América Latina, a cargo de la muestra junto con Julia Detchon.
“Estoy segura de que será una experiencia reveladora, en tanto incluye muchos artistas y obras fascinantes que no son demasiado conocidos en los Estados Unidos”, reveló la curadora argentina sobre la exhibición que incluye obras que fueron parte de la donación “transformadora” de la Colección Patricia Phelps de Cisneros al Museo a lo largo de los últimos 25 años, con nombres como Cildo Meireles de Brasil, José Alejandro Restrepo (Colombia), Regina José Galindo (Guatemala), Armando Andrade Tudela (Perú), Alejandro Cesarco (Uruguay), Mario García Torres (México), entre otros.
Se trata de uno de los platos fuertes de la temporada 2023 del museo neoyorquino que desde su re-inauguración en 2019 decidió trastocar el eje curatorial de sus narrativas, incluyendo a países históricamente dejado de lados en sus cánones. Se verán así muchas de las obras donadas al museo por la Colección Patricia Phelps de Cisneros, de artistas que abordan la historia, el patrimonio y la memoria. El MoMA posee en total 5.000 obras de arte moderno y contemporáneo de artistas de América Latina.
Hasta el 9 de septiembre, en el tercer piso de la institución (en la sala Robert B. Menschel) se desplegarán 65 obras -entre videos, fotografías, pinturas y esculturas- de artistas latinoamericanos que han recurrido a la historia para analizarla desde nuevas perspectivas: “han establecido un diálogo con el pasado como un medio para reparar historias de violencia, reconectar con legados culturales poco valorados y fortalecer relaciones de parentesco y pertenencia”, añadió la curadora argentina.
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Organizada en tres gran des núcleos temáticos, la exposición comienza en “Returns” (Retornos), donde los artistas reexaminan y reformulan imágenes el paisaje latinoamericano, para seguir con el tema “Reverbarations” (Reverberaciones), con obras que revisan patrimonios culturales olvidados o poco valorados y finamente “Kinship” (Parentescos), centrada en las historias “familiares”, heredadas o elegidas, o en la importancia de construir memorias críticas y sentimientos de pertenencia, donde destaca por ejemplo la pieza Las dos Fridas del grupo chileno Las Yeguas del Apocalipsis.
“El interés por lo que ya ha sucedido está motivado por un espíritu crítico y reconstructivo, un historicismo vital”, dice la curadora sobre estos artistas y refiere a los tópicos que abordan, como la crisis medioambiental, la influencia de la teoría decolonial y su crítica radical al binarismo occidental, y los procesos culturales simultáneos de homogeneización y heterogeneidad que la globalización ha traído.
—¿Cómo surgió el título de la exposición, “Chosen Memories”?
— Nos interesaba utilizar un título que fuese claro y evocativo a la vez, y que aludiera a la memoria en tanto ejercicio deliberado: la memoria como una búsqueda, como voluntad de conocimiento y transformación del presente.
— Mencionas en tu texto curatorial que este conjunto de artistas ha establecido un diálogo con el pasado como un medio para reparar historias de violencia, ¿En qué medida el arte contribuye a esta acción? ¿Es el arte una herramienta de cambio en la sociedad?
— Sí, en tanto es capaz de hacer visibles problemas con un alto grado de anticipación e imaginación política el arte es, sí, una herramienta de cambio. En el caso de esta exposición, los artistas están revisando historias de expropiación o pérdida, social o individual, no solo para visibilizarlas sino, en algunos casos, para transformarlas a nivel simbólico. Dos ejemplos podrían ser José Alejandro Restrepo siguiendo casi doscientos años después los pasos del explorador alemán Alexander von Humboldt por las montañas colombianas, para retratar, a su manera, esos paisajes, y una artista como Aline Motta, reinventando las conexiones entre su Brasil natal y la genealogía perdida de su familia en África.
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— La muestra incluirá la serie fotográfica del argentino Leandro Katz, The Catherwood Project (1985-95), con quien mantendrás una conversación el 17 de mayo como parte de las actividades de la exposición. Su obra se basa en imágenes producidas por exploradores europeos en las regiones habitadas por la cultura Maya, una “reapropiación de imágenes del período colonial”, de las “representaciones colonialistas”, en palabras del artista. ¿De qué manera su trabajo ofrece una visión crítica de cómo las representaciones del antiguo pasado de la región han seguido influyendo en cuestiones políticas y económicas más recientes?
— El trabajo de Katz disputa con precisión y con humor la representación del patrimonio arqueológico centroamericano a través de la mirada de los exploradores europeos. Sus fotos del llamado Catherwood Project muestran la mano del artista sosteniendo un libro con grabados de Catherwood de las ruinas mayas, enfrente a esas mismas ruinas, y de esa forma, superponiendo dos tiempos y dos miradas, llaman a concientizarnos sobre procesos coloniales que, como vos decís, siguen vigentes de forma explícita, en las cuestiones que tienen que ver con los neo extractivismos, y de otras formas menos visibles también. En toda la obra de Katz hay una reflexión sobre las conexiones entre colonialismos económicos y culturales.
— ¿Cuál es la relevancia o importancia en términos curatoriales y del acervo, de la donación de la Colección Patricia Phelps de Cisneros al Museo de Arte Moderno de NY? ¿Se enmarca este acervo en el actual signo de época de instituciones culturales de todo el mundo dispuestas a revisar los cánones de su patrimonio?
— Patricia Phelps de Cisneros tiene una larga trayectoria como trustee del museo, que incluye donaciones que han transformado de forma sustantiva la forma en la que el museo puede contar la historia del arte. Además, ella lideró y sigue liderando varias iniciativas institucionales que apuntan a reforzar la presencia y la comprensión del arte latinoamericano en el contexto del MoMA. Su influencia es innegable en múltiples dimensiones. La primera exposición de su donación que realizamos en 2019, Sur Moderno, Journeys of Abstraction (que curé con Maria Amalia García), se concentró en su donación de arte moderno y geométrico de Venezuela, Brasil, Uruguay y Argentina. Esta segunda exposición, Chosen Memories, pone en diálogo obras de su donación de arte contemporáneo con otras obras latinoamericanas de la colección del museo. La exposición muestra la fuerza que han tenido algunas ideas y orientaciones del arte desde la década del 90 hasta nuestros días como ser la mirada crítica sobre la colonialidad del paisaje o la recuperación de tradiciones y legados culturales antes devaluados. A nivel más general, estoy segura de que será una experiencia reveladora, en tanto incluye muchos artistas y obras fascinantes que no son demasiado conocidos en los Estados Unidos.
Fuente: Télam S. E.
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