Daniel López Rossetti y Felipe Pigna unen historia y medicina en una charla de amigos

El médico y el historiador hablan de “Historia clínica”, el espectáculo que presentarán en el Auditorio Belgrano sobre la salud y relevancia de personajes como Belgrano, Tita Merello, San Martín, Beethoven y Frida Kahlo entre otros. “Es un viaje en tiempo y espacio”, definen

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López Rosetti y Felipe Pigna presentarán "Historia clínica", el viernes 21 de abril en el Auditorio de Belgrano (Foto: Maximiliano Luna)
López Rosetti y Felipe Pigna presentarán "Historia clínica", el viernes 21 de abril en el Auditorio de Belgrano (Foto: Maximiliano Luna)

“¡Pero cómo no pusimos a Darwin! Esto es imposible, no nos van a entrar todos”, le dice Daniel López Rosetti a Felipe Pigna mirando la lista de personalidad de la historia. Se conocieron en Radio Mitre, cuando López Rosetti empezaba a escribir su libro de historias clínicas sobre los personajes de la historia y casi fue amistad a primera vista. En aquel momento Pigna le escribió el prólogo y, como además estaba trabajando en Underground, la productora de Sebastián Ortega, fue con la idea de un programa de televisión con ese libro: Historia Clínica se pudo ver por Telefé y ganó un Martín Fierro.

“Pero nos quedamos con las ganas de hacerlo en teatro”, dice Pigna mirando a López Rosetti, y López Rosetti asiente con una sonrisa orgullosa. La entrevista parece una intromisión en la charla de dos amigos. La grabación avanza casi sin preguntas. Ellos hablan y el grabador registra la confianza y la complicidad de ellos. En un punto así será el espectáculo que presentarán el viernes 21 de abril en el Auditorio Belgrano, un escenario ideal para una charla como esta, que recibe una gran cantidad de público, pero no pierde la sensación de intimidad compartida.

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—Yo le debo mucho a Felipe — dice Daniel López Rosetti—. Cuando empecé con esto de las historias clínicas y me embarqué con el primero de los personajes, que era San Martín, me acredité como investigador en la Biblioteca Nacional y pasaba el tiempo y no avanzaba. Si tardaba tanto con uno, cómo iba a hacer diez. Incluso en un momento le dije a mi señora que iba a abandonar el proyecto. Pero entonces hablé con Felipe y me dijo: “Vos no tenés que convertirte en historiador, tenés que buscar la parte médica”. Eso me abrió un panorama distinto. Dentro de la consulta médica, por el secreto médico, las personas son diferentes y conocer a San Martín desde la dolencia no es conocer de Medicina, sino que es conocer sus decisiones desde la dolencia.

—Cuando Daniel estaba trabajando sobre Sarmiento —dice Felipe Pigna—, le pasé un libro muy simpático que habla de los viajes de Sarmiento y sus gastos, donde la mayoría de la gente se queda con el tema de las orgías, pero Daniel vio algo muy interesante, que era el consumo de tabaco de Sarmiento y cuánto tuvo que el tabaquismo con su muerte.

—De hecho, muere con insuficiencia cardíaca congestiva —dice López Rosetti.

"Historia clínica" fue una series de trece unitarios ficcionales que emitió Telefe y ganó un Martín Fierro (Foto: Maximiliano Luna)
"Historia clínica" fue una series de trece unitarios ficcionales que emitió Telefe y ganó un Martín Fierro (Foto: Maximiliano Luna)

La conversación vuelve a San Martín y al insomnio que sufría antes de cruzar los Andes. “El insomnio puede tener distintos motivos”, dice López Rosetti, “y yo buscaba las causas, hasta que encontré en la Biblioteca Nacional una frase que decía: Lo que me quita el sueño no es el enemigo, sino cómo cruzar esas altas cumbres”.

—¿Y Belgrano?

—Cuando se siente morir —dice Pigna— y está vomitando sangre, hace una especie de testamento y traduce la despedida de Washington al pueblo de los Estados Unidos. Es una cosa increíble, donde Washington habla de la división de poderes y de una cantidad de cosas, y Belgrano, que era de una empatía extraordinaria y quería dejarle un legado a su pueblo, en los últimos momentos escribe una especie de testamento político. Y combate destrozado en la batalla de Salta. No puede ni montar a caballo.

—¡Me hiciste acordar! —dice Daniel López Rosetti—. ¿Sabés que nos pusimos a don Quijote?

—Pero Don Quijote

—Es el único personaje de ficción —dice López Rosetti.

—Es muy lindo lo que dice Daniel en cuanto al diagnóstico preliminar de don Quijote y Sancho Panza —dice Pigna.

—Eso lo hacemos en la facultad. Le decimos a los estudiantes que entran Don Quijote y Sancho Panza, y uno, antes de que empiecen a hablar, ya tiene un diagnóstico preliminar. Uno viene con una armadura y el otro tiene sobrepeso. Claramente ya tenés diagnóstico. Don Quijote tenía un trastorno obsesivo compulsivo. Leía novelas de caballería todo el día, no dormía, estaba todo el tiempo ahí hasta que hace una psicosis y ahí se convierte en un loco lindo. La palabra “loco” está escrita más de 180 veces en el Quijote. Y, cuando combate con el molino, en realidad, es una parafrenia: cabalga entre la realidad y la fantasía. El embate al molino y sale volando por las aspas y cuando cae, Sancho se le acerca y le dice que le había avisado que no era un monstruo. Y don Quijote le dice ‘Ahora es un Molino’, pero cuando lo embestía era un monstruo, es el mago Festón que quiere denostarme. Era un loco lindo que buscaba desfacer entuertos y defender doncellas. Un tipo con la paradoja de que cuando se cura…

—Se muere —dice Pigna.

—¡Y cómo vamos a sacar a Discépolo! —López Rosetti sigue agregando nombres a la lista.

"Hablé con Felipe y me dijo: 'Vos no tenés que convertirte en historiador, tenés que buscar la parte médica'. Eso me abrió un panorama distinto", cuenta Daniel López Rosetti (Foto: Maximiliano Luna)
"Hablé con Felipe y me dijo: 'Vos no tenés que convertirte en historiador, tenés que buscar la parte médica'. Eso me abrió un panorama distinto", cuenta Daniel López Rosetti (Foto: Maximiliano Luna)

Lo que enseña la enfermedad

Empiezan entonces una discusión sobre los clavos en la Cruz de Jesús. No podían haberle clavado las manos porque el peso del cuerpo la hubiera desgarrado. Entonces López Rosetti dice que se las debían haber clavado a la altura de la muñeca. Y que para mostrarlo en el Auditorio Belgrano van a mostrar unas escenas de La última tentación de Cristo.

—El clavo pasaba entre en el medio y cuando rompes el hueso cubital, la eminencia hipotenar de esto, por contractura, hace esto así —cierra la mano— y así queda crucificado y así aguanta el peso. Lo llamativo es que, en el Santo Sudario de Turín, las manos se ven así, por lo que algunos especularon que lo había hecho Leonardo da Vinci.

—Si uno piensa en los personajes de la historia, siempre tiene que poner el contexto histórico. ¿Qué se ve en relación a la medicina de aquella época? ¿Qué habría que contextualizar?

—Una gran inteligencia —dice Daniel López Rosetti— porque los medios diagnósticos eran mucho menores. En el caso de Belgrano, el médico diagnostica un agrandamiento cardíaco.

—Era Joseph Redhead, el médico de Güemes.

—Belgrano fallece por insuficiencia cardíaca congestiva. El corazón se agranda y es lo que se llama core bovis. Como si fuera un chagásico terminal. Eso hoy se ve en una radiografía. Pero ¿por qué tenemos la autopsia de Belgrano? Porque era el único medio del médico para confirmar el diagnóstico presuntivo, porque vos no tenías radiografía, no tenías tomografía, no tenías resonancia, no tenías ecografía. A Belgrano lo atiende Redhead, pero el que le hace la autopsia es John Sullivan. Y cuando sale Sullivan, le dice a Redhead: “Usted tenía razón. Tenía un gran corazón”. Un juego de palabras en que era bueno y tenía cardiomegalia.

"Afortunadamente, los más grandes personajes que tenemos, como Belgrano y San Martín, nunca ocultaron por un falso machismo sus dolencias", afirma Felipe Pigna (Foto: Maximiliano Luna)
"Afortunadamente, los más grandes personajes que tenemos, como Belgrano y San Martín, nunca ocultaron por un falso machismo sus dolencias", afirma Felipe Pigna (Foto: Maximiliano Luna)

—¿Qué evidencias muestra la enfermedad en los próceres?

—Desde el punto de vista histórico —dice Felipe Pigna— ratifica su condición humana. No eran de bronce. Afortunadamente, los más grandes personajes que tenemos, como Belgrano y San Martín, nunca ocultaron por un falso machismo sus dolencias. Hay una correspondencia fluida entre ellos en la que se cuentan lo que padecen, lo que sienten, lo que sufren. Porque eran seres humanos. La que intentó ocultar eso fue cierta historia que no podía presentarlos enfermos.

—Como en El santo de la espada, la película de Torre Nilsson.

—Exactamente —dice Pigna—. Me contó Alfredo Alcón que mientras filmaban había un interventor que decía “¡Corten!” como si fuera Torre Nilsson. Tuvieron que ir a ver a Onganía para que él dijera qué película quería. Fueron a Olivos y le mostraron fragmentos y en un momento dado Onganía dijo: “San Martín no vomitaba”.

—Cuando es lo más rico, es decir, que sí vomitaba, que tenía dolores reumáticos gravísimos —dice López Rosetti—. Si le hacías un hemograma a Belgrano antes de la batalla de Salta, seguro que tenía una anemia importante. No pasaba un psicofísico, Belgrano, no entraba a un trabajo.

—Cuando San Martín está haciendo el cruce de los famosos 60 granaderos, se está muriendo.

—Pero me dijiste algo interesante sobre eso: que, si San Martín se moría el día antes, ganábamos igual.

—Ganábamos porque el tipo era un gran derivador. Era un tipo de una enorme humildad y había organizado todo sin él. Las seis columnas podían actuar sin su presencia.

—Eso es liderazgo —dice López Rosetti.

—Claro —dice Pigna—, es liderazgo horizontal en su mejor expresión. Armó todo como para que, si él no estaba, porque realmente podía no estar la cantidad de dolencias, el cruce se hiciera sin él. Era la gesta militar más importante de la historia de América y probablemente del mundo, y es increíble que pudo haberse hecho sin el jefe.

Felipe Pigna desde el contexto histórico y el Dr. Daniel López Rosetti desde la medicina, invitan a conocer otros aspectos de grandes personajes (Foto: Maximiliano Luna)
Felipe Pigna desde el contexto histórico y el Dr. Daniel López Rosetti desde la medicina, invitan a conocer otros aspectos de grandes personajes (Foto: Maximiliano Luna)

El antecedente del ateneo

Hace unos años, Daniel López Rosetti invitó a Felipe Pigna a participar en un ateneo en el Hospital Italiano. Un ateneo, explica, es cuando un médico tratante presenta el caso de un paciente que falleció y se pone en consulta a todos los médicos del hospital para hacer diagnóstico. Pero esa vez, el paciente era Manuel Belgrano. “Felipe tomaba un momento histórico y yo le ponía el contexto médico”, dice. “Fue hermoso, porque teníamos a los pibes jóvenes mirando un paciente y nos dimos el lujo de poner una radiografía y un electrocardiograma de Belgrano, como si viajásemos en tiempo y espacio”.

—Fue impresionante —dice Pigna.

—Y ahí venía el diagnóstico que cada uno —dice López Rosetti —mientras nosotros nos manteníamos en silencio.

—Fue increíble ver la emoción de los chicos jóvenes, a los residentes.

—A Belgrano, si hubiésemos viajado en el tiempo, lo podríamos haber salvado. Lo mismo hicimos en el Favaloro con San Martín. ¡Pero cómo no pusimos a Favaloro en la lista! No se puede todo, no se puede todo.

—No les voy a pedir la lista porque veo que es work in progress.

—Tenemos una lista provisoria —dice Pigna—. Están Tutankamón, Jesús, Napoleón, Beethoven, San Martín…

—Sarmiento —completa Daniel López Rosetti— Tita Merello, Frida Kahlo, Discépolo y Belgrano.

—Y seguramente se sumarán otros...

—Don Quijote es lindo. Aparte, el padre de Cervantes era barbero, pero era de los que sacaban muelas.

—Era barbero y sangrador.

—Claro, por eso Cervantes sabía medicina. Si no, no hubiera hecho escrito las características psiquiátricas de Don Quijote, y la España de entonces estaba muy avanzada en psiquiatría.

La conversación podría seguir como cualquier conversación de amigos apasionados por un tema en común. Maximiliano Luna los trae de regreso a la escena de entrevista y les pide posar para las fotos de esta nota. Son cinco minutos en los que ellos se dejan llevar y mientras tanto van diciendo nombres que no quieren olvidarse. Nosotros nos vamos y ellos vuelven a su despacho. Antes de cerrar la puerta se escucha que uno de los dos dice: “Che, no nos olvidemos de poner a Darwin”.

*”Historia Clínica” se presentará el viernes 21 de abril en el Auditorio Belgrano (Cabildo y Virrey Loreto, CABA) a las 21 hs.

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