Rodolfo Walsh siempre vuelve. Es decir: Walsh es uno de los más importantes escritores de la literatura argentina del siglo XX, nadie puede negarlo. David Viñas, ese hombre que vivía explorando esa obra del modo más prolífico, dijo alguna vez: “Si me apuran, digo que Walsh es mejor que Borges”. Y Operación masacre, también es sabido, es una de las obras centrales de la literatura nacional, además de fundadora del género conocido como non-fiction. Operación... profundiza sobre los fusilamientos de José León Suárez ordenados por la dictadura conocida como Revolución Libertadora, que había reprimido así al levantamiento del peronista General Valle en 1956. Aquel movimiento sedicioso trataba de propiciar el retorno de Juan Domingo Perón un año después de su derrocamiento.
Y siempre vuelve (hablamos de la obra ya que, también es conocido, el escritor fue asesinado por un comando de la dictadura que intentaba secuestrarlo en la esquina de Entre Ríos y San Juan, en 1977), de distintas maneras, esta vez en modo audiovisual. Este viernes se estrena en la TV Pública el primer episodio de Las bellas almas de los verdugos, miniserie dirigida por Paula de Luque, basada en un guión de Marcelo Figueras y protagonizada por Diego Cremonesi y Vera Spinetta. La producción narra la investigación que condujo a Operación masacre (que, claro, la misma Operación masacre se ocupa de contar) y expone, por primera vez, el papel -central- jugado por Enriqueta Muñiz, la mujer que acompañó y alimentó la investigación periodística de Walsh, y que el propio autor ocultó al momento de publicar el libro por primera vez.
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Pero antes de seguir con Enriqueta, una pequeña digresión.
No es una novedad la reivindicación de Enriqueta Muñiz por su rol en una obra central de la literatura argentina. El libro Clases, de Beatriz Sarlo, que recopila las intervenciones de la ensayista en su cátedra de Literatura Argentina al momento del regreso de la democracia en los años 80, da cuenta de la omisión. La primera edición de Operación... sólo la nombraba en una somera dedicatoria: “A Enriqueta Muñiz).
En el prólogo a la tercera edición, Walsh escribe: “Desde el principio está conmigo una muchacha que es periodista, se llama Enriqueta Muñiz, se juega entera. Es difícil hacerle justicia en unas pocas líneas. Simplemente quiero decir que si en algún lugar de este libro escribo “hice”, “fui”, “descubrí”, debe entenderse “hicimos”, “fuimos”, “descubrimos.” Algunas cosas importantes las consiguió ella sola, como los testimonios de los exiliados Troxler, Benavidez, Gavino. En esa época el mundo no se me presentaba como una serie ordenada de garantías y seguridades, sino más bien como todo lo contrario. En Enriqueta Muñiz encontré esa seguridad, valor, inteligencia, que me parecían tan rarificados a mi alrededor.” Allí se puede comprobar entonces el rol poderosísimo de Muñiz para la investigación.
Rol que fue ratificado con la Historia de una publicación (Editorial Planeta), los diarios que llevaba Enriqueta Muñiz mientras ella y Walsh buscaban a “un fusilado que vive”. Luego encontraron mucho más y dieron cuenta del rol del Estado en una represión ilegal que culminaba en los fusilamientos a civiles, en los basurales de José León Suárez. Luego de la publicación del libro, los caminos de Walsh y Muñiz se bifurcaron, ya sea por política, desamor o por la rutina de una separación.
Los resultados de esta investigación se plasmaron en Operación masacre, llevada al cine y estrenada en 1973, dirigida por Jorge Cedrón y con guión del director y del mismo Walsh. La película fue protagonizada por Norma Aleandro y Carlos Carella y contó con la participación de Julio Troxler, uno de los fusilados (más tarde desaparecido por la dictadura de 1976). La película fue filmada en la clandestinidad bajo el gobierno militar de Onganía.
Luego hubo una miríada de documentales de Walsh, de mayor o menor fortuna. Esta es la primera vez que Enriqueta Muñiz aparece en un relato audiovisual sobre la trastienda de la investigación de Operación masacre.
Se debe señalar que la producción está planteada como una ficción y no un trata de erigirse como un archivo documental. Formalmente posee calidad cinematográfica y actuaciones muy bien realizadas por el elenco, en particular por Diego Cremonesi en el rol de R. (que refiere directamente a Walsh) y Vera Spinetta, como Enriqueta. La representación de los fusilamientos alcanza picos dramáticos y estéticos, cuando se funden con aquellos fusilamientos pintados por Goya. Walsh siempre vuelve. Operación masacre siempre vuelve. Esta vez, en una miniserie ficcional. Y vuelve Walsh, esta vez, junto a Enriqueta. Y ella sta vez, como protagonista.
* Las bellas almas de los verdugos se emite en la Tv Pública desde el 31 de marzo a las 23 hs.
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