La feria Art París inaugura una edición que marca su cuarto de siglo de historia, con algo más de 130 exhibidores llegados 25 países y la vocación de ser el estreno oficial de la primavera cultural de la “ciudad de la luz”.
“Es sobre todo una feria de pasión, más que de especulación. Es una feria asequible, acogedora y es la feria de la primavera en Francia”, afirmó su director, Guillaume Piens, durante la inauguración para la prensa.
Hasta el próximo 2 de abril, los muros del Gran Palacio Efímero -la sala de exposiciones temporal creada por el arquitecto Jean-Michel Wilmotte en el Campo de Marte para albergar muestras mientras se renueva el Grand Palais de cara a 2024- ofrecen vistazos de nombres como Picasso, Le Corbusier o Chillida, pero también de artistas emergentes como la joven artista maya Angélica Serech.
“Nos gusta mucho tener ese enfoque sobre el descubrimiento y también los artistas jóvenes”, recalca Piens, precisamente para hacer hincapié en el carácter de Art Paris como “feria de primavera”.
Con obras de 900 firmas diferentes, el evento busca superar los casi 69.000 visitantes de la edición de 2022. Piens es más que optimista sobre esa meta, ya que considera que el mercado del arte atraviesa un gran momento, más que recuperado del susto de la pandemia de covid-19 y a pesar de las turbulencias económicas de 2022.
“Esperamos a mucha gente a pesar de la situación en Francia. Siempre hay huelga en Francia, estamos acostumbrados”, bromea Piens, en referencia a las conflictivas protestas que atraviesa el país a consecuencia de la reforma de pensiones que impulsa el Gobierno de Emmanuel Macron.
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La primera impresión de entrada a la feria una pequeña embajada artística española, la formada por los estand de las galerías Mayoral y Marc Domènech (ambas de Barcelona), y la Claude Bernard & Michel Soskine (que tiene sucursales en Madrid, París y Nueva York).
“Presentamos un conjunto de obras de obras de los grandes artistas del arte español del siglo XX y XXI”, explicó Jordi Mayoral, director de la galería barcelonesa homónima, que en París propone cuadros de pintoras como Eulàlia Grau y Ángela García Codoñer, escoltadas por obras de Miró y Picasso.
No son la única presencia de habla hispana en esta feria, que cuenta también con galerías llegadas de países como Colombia y, por primera vez, Chile.
El arte guatemalteco está también representado con La Galería Rebelde, que se encarga de poner el sabor latino en la sección de promesas de la feria.
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Su propuesta se basa especialmente en tres mujeres artistas de distintos trasfondos -Diana de Solares, Clara de Tezanos y Angélica Serech- que están “reinventando técnicas tradicionales” guatemaltecas, en palabras de su curadora Josseline Pinto.
“El objetivo es un poco ir en contra de la corriente, salir de lo tradicional, de lo que usualmente está relacionado con países como el nuestro (...) Guatemala no solo es un paraíso natural, sino que realmente la riqueza de su gente y la propuesta y las ideas y lo mucho que se está trabajando podría sorprenderlos”, explica Marcel Moscoso, uno de los directivos la galería guatemalteca.
Además de la mirada global al arte contemporáneo, esta edición de Art Paris propone dos grandes ejes de lectura: el del arte comprometido (a nivel político, estético y social), de la mano del conservador invitado Marc Donnadieu, y otro sobre el exilio, la desposesión y la resistencia, bajo la batuta de Amanda Abi Khalil.
También hay 16 pequeñas exposiciones monográficas diseminadas por la feria, que permiten al público “descubrir o redescubrir en profundidad” el trabajo de artistas modernos asentados y emergentes como Andrea Galvani o Alain Josseau.
Con esta edición de bodas de plata, Art Paris busca reivindicar la corona de las ferias de arte contemporáneo francesas, un lugar que tradicionalmente ocupó la FIAC (Feria Internacional de Arte Contemporáneo de París) hasta su fin en 2022 en favor de un nuevo evento, Paris +, encomendado al gigante suizo Art Basel.
Fuente: EFE
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