En los últimos meses, el mundo del arte estuvo expectante acerca del reclamo de un coleccionista brasileño que afirma ser el legítimo propietario de la obra The Novel Reader, de Vincent van Gogh . En tal condición, había interpuesto una demanda contra el museo del estado de Michigan, que realizó este año una gran exposición sobre el artista.
Ahora, se ha llegado a un acuerdo sobre el control del cuadro de Vincent van Gogh de 1888, según informaron sus abogados. Esto sucede semanas después de que la lucha por la custodia creara inquietud pública y mucha tensión cerca del final de la exposición en Detroit.
Brokerarte Capital Partners LLC, que afirmaba ser propietaria de The Novel Reader, comunicó a un tribunal federal de apelaciones que había llegado a un acuerdo confidencial con la entidad anónima que prestó el cuadro al Instituto de Arte de Detroit.
Debido a la disputa, el museo había recibido órdenes de retener el cuadro mientras el tribunal determinaba quién sería el siguiente en hacerse con la obra. Brokerarte Capital, una correduría de arte, dijo que adquirió la pintura en 2017 por 3,7 millones de dólares y le dio posesión temporal a un tercero que se fugó con ella. La empresa presentó una demanda el 10 de enero buscando incautar la pintura, y el museo posteriormente colocó un guardia de seguridad junto a ella.
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El museo quedó atrapado en medio, pero no fue acusado de delito. No ha explicado públicamente cómo consiguió el cuadro en préstamo, limitándose a decir que procedía de una colección de Brasil. Los abogados de Brokerarte Capital y de su único propietario, el brasileño Gustavo Soter, dijeron que se había llegado a un acuerdo con la otra parte.
“En virtud del acuerdo confidencial, Brokerarte ya no solicita medidas cautelares y, por lo tanto, este recurso es improcedente”, afirmaron los abogados en un escrito presentado el 13 de marzo ante el Tribunal de Apelación del 6º Circuito de EE.UU.
El museo declaró que había gastado más de 100.000 dólares en defenderse en el litigio, que comenzó en un tribunal federal de Detroit. Alegó que una ley federal que regula el intercambio internacional de obras de arte impide la intervención de los tribunales. El Departamento de Justicia de EE.UU. adoptó una postura similar.
Al museo le sigue preocupando la importancia de que el tribunal de apelaciones dicte una orden judicial en febrero. Quiere que en esa instancia se considere la posibilidad de declarar la medida cautelar “nula y sin efecto”, para que no pueda citarse como precedente en futuros litigios internacionales sobre arte.
En la obra, van Gogh muestra a una mujer leyendo una “novela moderna” que se puede identificar por sus tapas amarillas. Lo clave de la misma es que esas lecturas no estaban bien vistas para las mujeres de la época, pero el artista estaba en contra de esa medida y pensaba que las mujeres deberían tener este tipo de lecturas. Algo que él hacía con su hermana Wil a la que le escribía cartas con diversas recomendaciones de lectura. Además, la misma no fue realizada con una modelo sino esa mujer es parte de su imaginación.
Fuente: AP
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