La hija de un intelectual francés devuelve a México tres piezas de arte prehispánico que heredó

Marianne Fouchet, hija de Max-Pol Fouchet, entregó a la embajadora mexicana valiosos objetos de las culturas huastecas, tlatilcas y de Ixtlán del Río

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La diplomacia mexicana logró recuperar
La diplomacia mexicana logró recuperar tres valiosas piezas prehispánicas que fueron cedidas por la hija de un intelectual francés (@bjc_agua)

La francesa Marianne Fouchet entregó este lunes a México tres piezas de arte prehispánico que había heredado de su padre, el intelectual Max-Pol Fouchet, informó la embajada mexicana en Francia, que destacó que es la tercera iniciativa de este tipo que se ha llevado a cabo.

El acto de entrega se llevó a cabo en la ciudad de Vezelay, en el centro de Francia, en presencia de la embajadora de México, Blanca Jiménez Cisneros, que agradeció a Fouchet ese gesto de iniciativa propia.

La representación mexicana explicó que Jiménez Cisneros, además de recordar la memoria de Mal-Pol Fouchet, “hizo votos para que esta acción ciudadana ética y comprometida se consolide como una buena práctica y ejemplo para otros particulares y coleccionistas franceses”, según un comunicado.

La representante mexicana también se felicitó de que las acciones de la diplomacia de su país para la protección de su patrimonio cultural “estén rindiendo frutos”.

Marianne Fouchet y la embajadora
Marianne Fouchet y la embajadora mexicana Blanca Jiménez Cisneros posan junto a las piezas restituidas a México (@bjc_agua)

De las tres piezas, hay una de estilo huasteco procedente de la región norte de la Costa del Golfo, realizada entre los años 1000 y 1521 de nuestra era; otra de estilo Ixtlán del Rio, procedente del actual estado de Nayarit hecha entre los años 300 antes de Cristo y el 600 de nuestra era; y la última de estilo Tlatilco hecha entre los años 1500 y 200 antes de Cristo.

Una vez que Marianne Fouchet manifestó su voluntad de entregarlas, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) determinó que son de origen mesoamericano y pertenecen al patrimonio mexicano.

La embajada no dio precisiones sobre en qué condiciones habían salido de México ni cómo habían sido propiedad de la familia Fouchet. En lo que sí que insistió es que esta devolución es “una muestra de los profundos lazos de amistad que unen a los pueblos de México y Francia, y de la creciente conciencia entre la sociedad sobre la importancia de preservar y proteger el patrimonio de culturas y civilizaciones mundiales como las nuestras”.

Fuente: EFE

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