El reconocido escritor hispano-chileno Jorge Edwards (Premio Cervantes 1999), quien falleció este viernes en España a los 91 años, es despedido este fin de semana en Madrid, en donde se instaló su capilla ardiente.
Edwards nació en Santiago de Chile en 1931, era uno de los escritores más relevantes en lengua española, con múltiples reconocimientos como el Premio Nacional de Literatura de su país en 1994. Fue autor de cuentos, novelas, ensayos y memorias, además de columnista en diarios de todo el mundo. Entre sus novelas destacan El peso de la noche, Los convidados de piedra, El museo de cera, El anfitrión, El origen del mundo, El Sueño de la Historia y El inútil de la familia. Fue académico de la Lengua en Chile y miembro correspondiente de la Real Academia Española.
Familiares, amigos y compañeros de profesión lo despiden desde el mediodía de este sábado y hasta la tarde del domingo, según informaron fuentes cercanas al autor. Sus restos se velan en el Casa funeraria de La Paz, en las afueras de Madrid.
Por la capilla ardiente ya pasaron el ministro de Cultura español, Miquel Iceta; la escritora y consejera de Cultura del Gobierno regional de Madrid, Marta Rivera de la Cruz, y otros literatos, como el poeta Juan Malpartida, amigo personal de Edwards, que lo definió como “un narrador que ha sabido observar el mundo con una suerte de escepticismo entusiasta” y que “ha querido no contaminar con pasiones ideológicas la realidad, sino deducir de los hechos su propia imaginación”.
Miquel Iceta describió al fallecido escritor como uno de los “grandísimos, un “hombre que a veces fue a contracorriente, y ser el primero a veces tiene un coste muy alto”. “Aquí no se conoce, pero fue el primero en Chile que denuncia la situación cubana en un momento en el que en ese país se orientaban más bien hacia la amistad con la Revolución Cubana”, recordó el ministro.
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El embajador de Chile en España, Javier Velasco, fue el encargado de destacar la faceta diplomática del Edwards.
“Es inmenso, es una gran figura en muchos ámbitos, un diplomático de una gran trayectoria que sirvió al presidente Salvador Allende tanto en Cuba como en Francia, y fue Pablo Neruda quien pidió que lo enviaran de ministro consejero con él a París. Fue siempre un gran defensor de los derechos humanos desde todos los puntos en los que tuvo la oportunidad de servir”, señaló el embajador chileno.
Tras el golpe de Estado en Chile se exilió en Barcelona, donde colaboró como asesor en Seix Barral y dirigió la editorial Difusora Internacional. Entre 1994 y 1997 fue embajador ante la Unesco en París, ciudad a la que regresaría luego como embajador del gobierno de Sebastián Piñera en 2010.
Chile, España y Francia, la escritura, la política, el inconformismo y la marginalidad, así como el amor como motor de la acción humana, fueron temas y lugares recurrentes en la obra de Edwards. En España obtuvo la Pluma de Plata de la Feria del Libro de Bilbao (2008) a su trayectoria, el Premio de Narrativa Iberoamericana Planeta-Casamérica por su novela La casa de Dostoievsky (2008), el Premio Internacional de la Fundación vallisoletana Cristóbal Gabarrón de las Letras (2009), o el Premio González Ruano de Periodismo (2011), y en 2016 fue reconocido con la Gran Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio.
En 2017, el escritor visitó Buenos Aires para presentar su novela La última hermana. En una larga entrevista con Infobae, dejó algunas definiciones sobre la novela y su rol en el mundo actual: “A juzgar por las cosas que están ocurriendo en lugares como Venezuela, Corea del Norte, incluso China, se aprende poco. Y yo espero que se aprenda algo. No creo que las novelas sirvan para cambiar la sociedad, como se creía antiguamente, pero sirven por lo menos para ayudar a pensar, a mirar con un criterio un poco más abierto. Quizás produzcan un poco más de tolerancia, pero ni siquiera de eso estoy convencido”.
Fuente: EFE
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