El director indio Koduri Srisaila Sri Rajamouli, autor de películas repletas de música y danza, quiere que su extravagante RRR sea la primera producción 100% india en ganar un premio Oscar. RRR es una ficción sobre dos revolucionarios de la era colonial cargada de escenas de acción, efectos visuales y números musicales. El film rompió récords de taquilla en India, maravilló al público de Estados Unidos a Japón, y ahora busca ganar el Oscar a la “Mejor Canción Original”, luego de vencer a Taylor Swift y Rihanna por el mismo premio en los Globos de Oro.
“Cuando voy al cine, quiero ver personajes exuberantes, situaciones exuberantes, dramas exuberantes”, comentó Rajamouli en una entrevista en la ciudad sureña de Hyderabad y agregó: “Eso es lo que me gusta hacer”.
Hablada en lengua telugu, RRR puso al público a bailar en los pasillos de los cines de su país y se convirtió en la película más taquillera en la historia del cine indio. Ha sido una carta de presentación al mundo de la prolífica pero menos conocida industria del sur de India.
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Bollywood, la industria india de cine en lengua hindi, ha sido reconocida como la más productiva del mundo, pero los premios internacionales suelen estar reservados a las películas en inglés. Eso cambió cuando Parásite, del coreano Bong Joon-ho, se llevó cuatro Oscar en 2020, incluido el de Mejor Película y Mejor Director.
Las únicas películas “indias” ganadoras de un Oscar fueron habladas en inglés: Gandhi, de 1982, y la británica Quisiera ser millonario, de 2008, ambientada en Bombay. Rajamouli ahora espera que una estatuilla por la escena del baile de la canción Naatu Naatu le abra el camino a otros realizadores indios.
Filmada frente al palacio presidencial de Ucrania antes de la guerra, la escena presenta intensas actuaciones de sus dos protagonistas al confrontar a su rival. “Estamos abriendo camino, pero creo que estamos dando pasos muy, muy iniciales”, apunta el director de 49 años y explica: ”Mira, por ejemplo, los avances que ha tenido Corea del Sur (...) deberíamos aspirar a eso, todos los cineastas indios”
Sin precedentes
Rajamouli nació en el estado sureño de Karnataka. Su padre fue un guionista que lo hizo conocer la industria del cine. Sus primeras influencias incluyen obras de Hollywood como Ben Hur y Corazón Valiente, y es aficionado de Steven Spielberg y James Cameron.
Se dio a conocer con el drama histórico de acción Baahubali, de 2015, que hasta entonces fue la película más costosa realizada en India y generó una ola de producciones del sur que llegaron a la cima de la taquilla políglota del país. La secuela de 2017 tuvo buena recepción, y ambas figuran entre las más vendedoras de tickets de todos los tiempos en este país de 1.400 millones de habitantes.
Además, declaró sentirse “gratamente sorprendido” por la acogida de RRR en Occidente, donde a su juicio falta más “entretenimiento maximalista”. Pese a llegar a Netflix dos meses después de debutar en 1.200 cines estadounidenses en marzo de 2022, RRR figura entre las películas indias más taquilleras en los cines norteamericanos. Fue algo “sin precedentes” y “todo un caso aparte”, señaló el analista David A. Gross de Franchise Entertainment Research.
El público siguió llenando salas pese a que se podía ver en el servicio de streaming. Las películas de Rajamouli han sido comparadas con los superhéroes de Marvel, y él considera que sería un honor si le piden dirigir una.
Matices preocupantes
Pero además de elogios, RRR ha recibido críticas por algunos matices preocupantes, como la promoción del nacionalismo indio y la hiper masculinidad. A su vez, contiene mitología y fervor nacionalista, en momentos en que varios cineastas han sido atacados repetidamente por la derecha de su país en redes sociales.
Defensores de los derechos humanos advierten que bajo el primer ministro Narendra Modi, un nacionalista, las estrellas de Bollywood enfrentan presiones, en particular actores de la minoría musulmana como Shah Rukh Khan y Aamir Khan.
Rajamouli creció en una familia hindú “profundamente religiosa”, aunque él es ateo y cree que “la religión es esencialmente una explotación”. Señala a la crítica de la película como responsable de la polarización del debate en India, que a su juicio no permite alcanzar puntos de acuerdo. “Yo no tengo ninguna agenda oculta (...) Hago películas para gente dispuesta a gastar el dinero que gana en una entrada al cine” y finalizó: “Me gusta entretenerlos, hacerlos sentir dramáticamente sobre los personajes, sobre las situaciones, que se diviertan”.
Fuente: AFP
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