“El juego de la silla”, un proceso mágico e inspirador

En su quinta temporada, la obra basada en la película de Ana Katz tiene una historia íntima para ser contada. El autor de la adaptación teatral la cuenta en este texto exclusivo para Infobae Cultura

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"El juego de la silla" se puede ver en El Tinglado los viernes a las 21:30 h
"El juego de la silla" se puede ver en El Tinglado los viernes a las 21:30 h

El deseo de llevar a escena El juego de la silla surge de una búsqueda personal sobre la necesidad de hablar de los vínculos familiares. Fue un tema que siempre me interesó, había leído materiales pero ninguno me convencía. Hasta intenté empezar a escribir pero sentía que estaba forzando algo. Entonces desestimé la idea y pensé que cuando tenga que aparecer, aparecerá. Así fue como una noche, mi pareja de ese entonces me dice “veamos esta película de Ana Katz, El juego de la silla”. A los diez minutos ya estaba totalmente hipnotizado por la forma de contar. Narraba algo totalmente incómodo y gracioso a la vez y sin caer en la obviedad de hablar de vínculos familiares de manera explícita. También veía en la película algo muy teatral. Primero pensé en hacer una adaptación, pero luego me di cuenta de que ya se había hecho en teatro. Y ahí sentí que tenía que hacerla yo también.

En ese entonces ya había terminado la carrera de Dirección en la EMAD y trabajaba haciendo muchas asistencias de dirección en obras de teatro, por lo cual enseguida conseguí el contacto de Ana Katz y le escribí para decirle que quería hacer su obra. Ana me contestó el mail a los diez minutos y me dijo: “Hacela, que sea un proceso mágico e inspirador”.

"Estaba totalmente hipnotizado por la forma de contar, narraba algo totalmente incómodo y gracioso a la vez y sin caer en la obviedad de hablar de vínculos familiares de manera explícita", dice el director de la obra acerca de la película de Ana Katz
"Estaba totalmente hipnotizado por la forma de contar, narraba algo totalmente incómodo y gracioso a la vez y sin caer en la obviedad de hablar de vínculos familiares de manera explícita", dice el director de la obra acerca de la película de Ana Katz

Armar el elenco fue bastante sencillo. Yo ya había trabajado con casi todos los actores y actrices que integran la obra y por suerte todos aceptaron enseguida formar parte de este proyecto. Durante estos cinco años de funciones hubo algunos cambios, pero desde el año pasado está el elenco original con el que debutamos en el 2019. Lo bueno de haber incorporado otros actores y actrices al proyecto es que ahora todos tienen un reemplazo en caso de ser necesario. Los personajes son muy particulares en sí mismos, pero a la vez forman parte de un gran engranaje donde el eje central es Nelly (la madre), Víctor (el hijo mayor que llega de viaje), y Laura (la hija que espera con ansias el regreso de su hermano).

Para que eso funcione, es necesario que también esté Lucía y Andrés, sus hermanos menores, y por último, no menos importante, la ex novia de Víctor, Silvia, que fue adoptada por la familia sin que nadie se plantee si eso está bien o mal. En el primer ensayo les propuse a los actores y actrices que tenían que divertirse, porque una comedia donde los actores no se divierten no es divertida para el público. Y también les dije que había que generar vínculos de familia. A las poquitas semanas de arrancar a trabajar nos hicimos todos amigos. Creo que esa fue la clave para que se refleje lo mucho que disfrutamos de hacer la obra cada función.

En el texto original, Ana Katz propone que aparezcan también tres músicos para tocar en una de las escenas. Mi idea fue resumir eso en un solo músico, entonces apareció Pablo Viotti con quien ya había trabajado en Dulce pájaro de juventud, de Tenessee Williams, dirigido por Oscar Barney Finn. Le propuse que hiciera la música original de la obra y Pablo entendió perfecto lo que quería contar a través de ella. Tenía que ser una melodía onírica pero también jugar un rol muy lúdico. Ahí surgió la idea que el músico esté en escena siendo un personaje más de la obra e interactuando con la familia. Finalmente decidimos que aparezca en todas las partes que incluyen música.

Mauro J. Pérez, director de "El juego de la silla"
Mauro J. Pérez, director de "El juego de la silla"

La idea de la puesta fue hacerla realista. Paula Molina, la escenógrafa y vestuarista, me propuso situar a esta familia de clase media baja en un espacio donde los elementos sean acumulaciones de diferentes épocas, por ejemplo el tapizado del sillón, o los muebles del comedor. El formato fue variando de tamaño, arrancamos en la sala chica de El Método Kairós, luego pasamos a la sala grande del mismo teatro, y finalmente desembarcamos en El Tinglado, con lo cual fuimos agrandando el espacio escénico y la cantidad de butacas. Esta sala tiene su escenario elevado y creo que ese espacio le sienta muy bien.

La obra siempre está vigente porque habla de los roles familiares, aquellos que ocupamos desde que nacemos, son parte de nuestra identidad, lo que hace que seamos quienes somos. Y creo que lo más interesante es mostrar cuando alguien logra correrse de ese lugar, cuando deja “su silla vacía”, entonces vemos qué sucede con el resto, cómo reaccionan los demás cuando un integrante de la familia ya no quiere ocupar el rol que le toca.

"El juego de la silla" convoca a espectadores de todas las edades, dice el director de la obra
"El juego de la silla" convoca a espectadores de todas las edades, dice el director de la obra

El juego de la silla es una obra para todo público, depende qué generación la vea, se va a sentir identificado con un personaje u otro. Podríamos decir que es para toda la familia. A lo largo de estos años hemos tenido espectadores de todas las edades. Después de cada función siempre viene alguien a decirnos que tal personaje le hace acordar a determinado familiar. Recuerdo que el día del estreno nos dimos cuenta de que había gente que se emocionaba mucho con la escena final. Nunca pensamos que eso podía pasar, es decir no fue algo buscado. Apareció la emoción porque es una historia que nos atraviesa al acercarnos a algo que está siempre presente y que a veces no vemos: la familia. Pero también es una obra que pone en cuestionamiento esas situaciones incómodas de las que nadie se anima a hablar. Y creo que eso es lo que más divierte, poder reírnos desde “afuera” de lo que nos pasa.

Con lo difícil que es hacer y sostener una obra en el circuito off, nosotros estamos muy contentos de haber largado nuestra quinta temporada. Ya con eso nos sentimos realizados. ¡Ninguno había hecho una obra durante tanto tiempo! ¡Esperamos que el público nos siga acompañando porque nos encantaría seguir haciendo varias temporadas más! Este año se dio la particularidad de que Teatrix nos convocó para formar parte de su catálogo, pudimos filmar la función y se estrenó el mismo día que esta quinta temporada. Nos entusiasma mucho la idea de que gente que vive en el interior del país o en el exterior, y no puede venir al teatro, pueda verla. Yo ya la vi y la versión filmada no tiene nada que envidiarle a la puesta en vivo!

Además de estar por partida doble con El juego de la silla, en breve voy a estrenar Cita a ciegas de Mario Diament. Es un sueño cumplido, porque es una obra que siempre quise hacer, uno de los mejores textos que ha escrito Diament, y la verdad me emociona poder llevarla adelante. La protagonizan Aldo Pastur, Mario Petrosini, Camila Pizzo, Iardena Stilman y Silvina Muzantti. Se va a estrenar en Mayo en El Método Kairós, que ya es como mi segunda casa junto con El Tinglado.

* Director de El juego de la silla, que se presenta los viernes a las 21:30 hs en el Teatro El Tinglado - Mario Bravo 948 (CABA).

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