“La Línea Piensa”, un verdadero vademécum de obras, artistas, poéticas y conceptos

El espacio, dentro del Centro Cultural Borges, surgió por iniciativa de “Yuyo” Noé en 2006 y, hasta la actualidad, ya se presentaron más de 120 muestras. La edición 2023 comenzó con obras de Adriana Gibello y Ana Perissé

Yuyo Noe y Eduardo Stupia

El ciclo La línea piensa se inició en el Centro Cultural Borges en el mes de mayo del año 2006, por iniciativa de Luis Felipe Noé, quien me convocó generosamente para que lo acompañara en la tarea de dirigirlo. La idea generatriz de Yuyo, con la cual coincidí inmediatamente, era la de proponer una serie de muestras concentradas rigurosamente en la disciplina Dibujo, pero muy especialmente en aquellas maneras de practicarlo que de un modo u otro revelaran primordialmente los fenómenos, registros y disposiciones del lenguaje autónomo del dibujo, y no tanto el apego a su utilización como una mera técnica al servicio de las formas más académicas de representación referencial.

Nos movía la convicción de que, al menos en el escenario autóctono, el dibujo parecía condenado históricamente a un desempeño casi subalterno en la relación que en la práctica exhibía la disciplina con los formatos pictóricos, escultóricos, objetuales e incluso instalativos, más allá de los escasos ejemplos de opciones más fértiles y novedosas que ofrecían determinados artistas.

Una de las obras de Adriana Gibello

La primera muestra del ciclo, dedicada a los dibujos del artista Armando Sapia, tuvo lugar en la sala 22 del Centro Cultural Borges y, a partir de la siguiente exposición hasta el presente, La Línea Piensa ha ocupado el expansivo espacio de la Sala 10, escenario que propone un virtual hemiciclo de 180 grados, lo cual otorga al espectador la extraordinaria posibilidad de visualizar el conjunto de trabajos con un solo golpe de vista, como un todo, antes, o al margen, de emprender la recorrida gradual y detallada.

A la vez, en ese entusiasta momento inicial se nos impuso de inmediato el desafío de diseñar la disposición de las piezas de cada muestra, asumiendo sobre la marcha las peculiares características de ese nuevo espacio, con sus casi insólitas extensiones murales, salientes y nichos, muy diferentes de lo que suelen ofrecer las típicas salas de exposición, lo cual significó para nosotros un verdadero aprendizaje. A medida que las muestras fueron avanzando, nuestra pericia y capacidad para resolver de la mejor manera los montajes también fueron adquiriendo, como si se tratara de músculos, una mayor elasticidad, dinámica y precisión.

Las obras de Adriana Gibello formarán parte de la nueva muestra de La línea que piensa

En cuanto a la elección de los artistas, La Línea Piensa nunca lanzó convocatorias abiertas. A lo largo de casi toda su existencia, conjuntamente con Yuyo Noé consensuamos los nombres de aquellos cuya producción nos parecía perfectamente en sintonía con los postulados originarios del ciclo, a quienes les ofrecíamos por lo general muestras individuales, que se convertían eventualmente en grupales cuando se trataba, muy excepcionalmente, de grupos o colectivos de artistas. A medida que el ciclo fue consolidándose, haciéndose cada vez mas visible y atractivo, empezaron a llegar a nuestra mesa de trabajo postulaciones de artistas diversos, muchas veces muy reconocidos y consagrados, y otras veces más incipientes o poco conocidos, la mayoría de los cuales fueron efectivamente programados.

El Centro Cultural Borges apoyó desde un primer momento la creación y desarrollo de La Línea Piensa, tanto desde la dirección ejercida por Roger Haloua, junto a los aportes de la Fundación Tres Pinos, como a través de la entusiasta y ejecutiva gestión de las coordinadoras del ciclo, Laura Spivak, Valeria Traversa y Melina Ojagnan, esta última a cargo actualmente de la misma tarea. Lo mismo vale para los valiosísimos, imprescindibles equipos de montaje, y el resto del personal del Centro.

A punto de llegar ahora a la impactante cifra record de 120 muestras, mirando retroactivamente vemos que La Línea Piensa fue convirtiéndose casi inadvertidamente en un verdadero vademécum de obras, artistas, poéticas y conceptos. Al mismo tiempo, en el devenir mismo de su evolución el ciclo debió necesariamente reflejar el cambio de paradigma que, tanto nacional como internacionalmente, exhibieron la práctica y las políticas del arte, lo cual también nos indujo a asumir que no había razones para suponer que aquel manifiesto inicial que nos había puesto en marcha se mantuviera tan vigente.

"La persistencia del instante" también tendrá obras de Ana Perissé

El signo de los tiempos indica que el dibujo se ha expandido, desarrollado y transformado en el heterogéneo concierto de las prácticas estéticas actuales, diluyendo sus propias fronteras y salteando sus límites semánticos como disciplina, convirtiéndose en un campo que sigue expandiéndose, revelando nuevas e inesperadas fisonomías.

A partir del momento en que el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Cultura, tomó a su cargo en el año 2021 la administración y dirección institucional y artística, el Centro Cultural Borges ha visto saludablemente renovados, revitalizados y restaurados no sólo sus espacios, locaciones y salas, sino su integral fisonomía cultural, bajo la forma de un nuevo diseño de acciones, propuestas y exhibiciones. Con la dirección general de Ezequiel Grimson, la Dirección de Planificación y Programación Cultural de Jimena Pautasso y la Dirección de Producción de Natalia Bellotto, puede decirse que el Borges ha sido recuperado para un rol determinante en las articulaciones públicas de la sociedad.

"El paisaje infinito", de Ana Perissé

En ese sentido, también La Línea Piensa se ha remozado institucionalmente, a partir de la creación de la Fundación Luis Felipe Noé, presidida por la artista y curadora Cecilia Ivanchevich, y dedicada a difundir la obra y el pensamiento de este enorme y trascendente artista argentino. La actividad de la Fundación ha encontrado una adecuada sintonía con las dinámicas transformaciones que exhibe esta nueva versión del Centro Cultural Borges, y es así como la anhelada reapertura del espacio, luego del obligado paréntesis de la pandemia, incluyó la reposición de La Línea Piensa en su muestra 116, titulada Catarsis, con la autoría de la artista Agustina Galindez, y el sello auspiciante de la Fundación. Por otra parte,en esta virtual nueva etapa de La Línea Piensa, la duración de cada una de las exposiciones se ha extendido a los dos meses y la sala cobija la obra de dos artistas, lo cual debe entenderse no tanto como un escenario compartido sino como la convivencia de dos muestras individuales, con el consiguiente contrapunto de relaciones, entre las resonancias y las diferencias. Esto es particularmente visible en la muestra N ̊119 de Adriana Gibello y Ana Perissé que acaba de inaugurarse este pasado jueves 2 de marzo,a la cual habrán de seguirle las muestras de Irene Banchero y Laura Valdivieso, de Teresa Arce Monsegur y Mariana Canizzaro, y Martin y Nina Kovensky.

Estas estimulantes perspectivas nos llevan a insistir con algo que decíamos en oportunidad de la muestra n˚100, y que ahora nos sigue pareciendo sumamente pertinente. “Apostamos a la vitalidad del ciclo con una mirada permeable y lo más amplia posible, teniendo en consideración la mayor diversidad en las expresiones exhibidas, sin perder de vista que LLP es fundamentalmente un espacio pedagógico antes que curatorial, que privilegia maneras de dibujar antes que ideologías, y prácticas específicas antes que identidades de artistas”.

*La muestra de Adriana Gibello y Ana Perissé que pertenece al ciclo La Línea Piensa, que conducen Yuyo Noé y Eduardo Stupía desde 2006, podrá verse de manera gratuita hasta el 30 de abril en el Centro Cultural Borges (Viamonte 525, CABA) de miércoles a domingo de 14 a 20 h

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