Un cuadro de Wassily Kandinsky que desde hace décadas estaba en un museo holandés y el año pasado fue devuelta a los herederos de su dueña original, una mujer judía que fue asesinada en el Holocausto, fue vendido en una subasta por 37,2 millones de libras (44,9 millones de dólares).
Murnau mit Kirche II marcó un precio récord para el artista ruso en una venta celebrada en Sotheby’s de Londres el miércoles por la noche. Esta obra fue realizada en 1910, el paisaje de colores vivos de un pueblo bávaro prefigura la audaz imaginería abstracta de la obra posterior de Kandinsky.
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El Van Abbemuseum de Eindhoven devolvió el cuadro el año pasado a los descendientes de los coleccionistas de arte judíos alemanes Johanna Margarete Stern y Siegbert Samuel Stern. Siegbert Stern murió en 1935, y Johanna huyó de la Alemania nazi a Ámsterdam, donde se vio obligada a vender gran parte de su colección. Fue detenida cuando los nazis ocuparon los Países Bajos y murió en el campo de concentración de Auschwitz en 1944.
Según Sotheby’s, el producto de la venta se repartirá entre los 13 herederos supervivientes de la familia Stern y servirá también para financiar nuevas investigaciones sobre el destino de la colección familiar. En 2013, los museos holandeses identificaron 139 obras de arte como botín nazi, incluidas pinturas de maestros como Kandinsky, Henri Matisse y Paul Klee.
En 2021, el ayuntamiento de Ámsterdam acordó devolver otra obra de Kandinsky, Cuadro con casas, a los herederos de la familia judía que la poseía originalmente. La ciudad la compró en subasta en 1940 y había colgado en el Stedelijk Museum.
Lucian Simmons, responsable mundial de restitución de Sotheby’s, señaló que este año se cumple el 25 aniversario de una conferencia internacional sobre arte expoliado celebrada en 1998 en Washington, en la que se llegó a la conclusión de que los intentos anteriores de restituir el arte expoliado no habían ido lo suficientemente lejos.
“Desde entonces, el departamento de restitución de Sotheby’s ha trabajado con muchos herederos y familias para reunirlos con sus bienes robados y, al mismo tiempo, ayudarles a volver a contar sus historias y celebrar sus vidas”, dijo Simmons.
Otra obra restituida, Baile en la playa de Edvard Munch, se vendió en la misma subasta de Sotheby’s por 16,9 millones de libras (20,5 dólares).
La vasta pintura, una de las varias diseñadas para el empresario teatral Max Reinhardt, fue adquirida en la década de 1930 por el armador noruego Thomas Olsen después de que su propietario judío, Curt Glaser, se viera obligado a huir de la Alemania nazi.
Olsen escondió su gran colección de obras de Munch -incluida una versión de su cuadro más famoso, El grito- durante la ocupación nazi de Noruega en la Segunda Guerra Mundial. Sotheby’s dijo que el cuadro se había vendido “sujeto a un acuerdo” entre las familias Olsen y Glaser.
Fuente AP
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