“Lola Mora, un ángel audaz”, una mirada actual sobre una artista adelantada a su tiempo

La obra protagonizada por María Marchi, dirigida por Leandra Rodríguez sobre un texto de Carlos Vittorello, delinea el perfil de la célebre escultora que enfrentó algunos prejuicios propios de su tiempo

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 María Marchi interpreta a
María Marchi interpreta a la célebre escultora argentina en la obra "Lola Mora, un ángel audaz" (Foto: Sofía Montecchiari)

Lola Mora fue una mujer de vanguardia. Como artista y en todo sentido, a pesar de pertenecer al “sexo débil”. Concepto o idea obsoleta en nuestro tiempo, pero no en su época (principios del siglo XX).

Lola Mora, un ángel audaz, que se presenta los domingos a las 20 hs. en el Teatro Payró, rescata su figura y la pone en perspectiva sobre los discursos actuales de género. La escena inicial es la de la artista en los últimos momentos de su vida, encerrada y enferma, pero lúcida, consciente de su realidad.

Un monólogo poético sobre sus manos, herramientas de trabajo de una escultora como ella, introduce lo que será un camino hacia el recuerdo. Y ese recurso operará como en el cinea -a modo de flashback- para posarla en sus cuarenta años, a punto de casarse con un hombre diecisiete años menor.

La puesta se inserta en un juego de cajas chinas que tienen en el centro a la escultora. Lola-mujer, y su deseo de casarse y ser madre pasados los cuarenta (algo impensado en 1900). Lola-artista, viajando a Italia y enfrentándose a los juicios valorativos –que ella denuncia en la obra– de un universo profesional dominado por hombres. Lola-enferma, sufriendo, vieja y sola: esperando, sin esperar, la muerte.

De izquierda a derecha: Junior
De izquierda a derecha: Junior Pisanú, Hugo Cosiansi y María Marchi, integrantes del elenco de "Lola Mora, un ángel audaz" (Foto: Sofía Montecchiari)

El desarrollo del espectáculo es lánguido, sin florituras, con un escenario despojado, sin música, pero potente por el texto que lo sostiene. Las actuaciones son impecables, y evocan al teatro clásico, con sus ritmos dramáticos marcados por la voz y los gestos.

María Marchi, en el rol de Lola, logra ponerse en su piel a tal punto que cualquiera podría ver a la escultora. Por su parte, Junior Pisanú se viste de Luis [Hernández Otero], el joven marido, que transita con solvencia el pasaje del amor al hartazgo. Y Hugo Cosiansi, Camilo, personaje ficticio que, en palabras del autor, Carlos Vittorello, “representa a los pocos hombres cercanos que pudieron apoyarla”, interviene como una suerte de Pepe Grillo, de lucidez, de sostén.

Una mención para hacer es la reacción del público de risas en una obra que, de acuerdo con quien firma este texto, no lo amerita. La pregunta es si fue por nervios ante la evidencia de un discurso que subyace y con el que algunos pueden comulgar. Quién sabe.

* Lola Mora, un ángel audaz se presenta en el Teatro Payró, San Martin 766, C. A. B. A. Funciones: domingos a las 20. Texto: Carlos Vittorello; actúan: María Marchi; Junior Pisanú y Hugo Cosiansi; dirección: Leandra Rodríguez.

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