El Quino menos conocido, el hombre tímido y el de la intimidad de su hogar, se desplegará en el largometraje Quinografía, una biografía del inolvidable Joaquín Lavado que ya está en marcha y promete franquear las facetas más íntimas del creador de Mafalda, surgidas de una entrevista inédita, de las historias sobre personajes decisivos de su vida –como su abuela Teté– y de las curiosas resignificaciones que la tira tuvo a lo largo del mundo, según adelanta la guionista Mariana Guzzante, una de las artífices del proyecto.
”Pusimos el foco ahí, en el Quino que la gente no conoce. Él fue y sigue siendo muy famoso por sus personajes de Mafalda y sus amigos, pero él en su persona, el más íntimo en su seno familiar, no es tan conocido y es la motivación para contar su vida”, comenta la guionista, parte del equipo de realizadores mendocinos que encaran el trabajo audiovisual.
Para ahondar en sus rasgos más desconocidos, el equipo tuvo la suerte de entrevistar a Quino en su casa en Mendoza, un invierno allá por 2014 en un extenso y generoso reportaje “que empezó de día y terminó de noche”, donde se generaron declaraciones inéditas como aquellos recuerdos de su nacimiento y niñez en Mendoza, la muerte de sus padres que lo marcó tristemente cuando era aún un joven adolescente, o la decisión –con su amada Alicia– de no tener hijos. ”Nos gusta creer que aquella fue su última entrevista, lúcido y feliz. Su vida había dado vueltas a ese globo terráqueo que tantas veces dibujó en Mafalda y había retornado a tiempo, por suerte, para ver algunas veces más la luz del sol de su infancia, nos decía”, recuerda Guzzante.
Se sabe que él odiaba las entrevistas, pero aquel día que recibió cálidamente al equipo de realizadores en su casa de Guaymallén –donde volvió a radicarse tras décadas de triunfar por el mundo– pudo más la amistad y la vecindad, y se transformó para los entrevistadores en “el Quinito”, como le dicen sus seres queridos. Solo algunos saben que nació en una casa humilde de Guaymallén en Mendoza, que sus padres murieron cuando era adolescente, de su abuela Teté, que se exilió en el 76 después de un atentado de la Triple A, y que era un melómano incurable, muy tímido, sensible y reacio a dar entrevistas íntimas.
En Quinografía, tal el título del film, se escuchará su propia voz en la intimidad de su casa, a la vez que se recorrerá su vida desde los orígenes, el ambiente donde se forjó su creatividad y su carácter antes de que emigrara a Buenos Aires ya con la idea de convertirse en dibujante de humor, de que se instalara luego en Europa y de que se consagrara con el Premio Príncipe de Asturias a la Comunicación y Humanidades en 2014. Allá por esos años Quino aún estaba bien, anímica y físicamente. Todavía conservaba su vista, pero luego en 2017 fallece su mujer y queda muy decaído hasta que finalmente muere en su casa natal, el 30 de septiembre de 2020, a los 88 años.
Guzzante anticipa que el guion aprobado –que ya cuenta con el apoyo institucional y financiero del Instituto de Cine (INCAA)– va en dos líneas: “Una intimista con una entrevista inédita realizada a él y a sus familiares; y otra que va atravesando las traducciones más curiosas de Mafalda en el mundo (chino, armenio, guaraní) y hasta en Taipei, en Taiwán, donde la tira fue lectura obligatoria en las Universidades de Literatura y Filosofía, lo que le da al famoso caricaturista argentino el alcance internacional.
Se trata de un recorrido por los sitios que formaron su sensibilidad –también su exilio–, con locaciones nacionales e internacionales, desde Buenos Aires, Madrid hasta el pueblo de origen de su familia, en Fuengirola, Málaga. El film comienza con un niño delgado y solo, de perfil, que mira la niebla. Ese pequeño Quino tiene 10 años y el mundo se estremece con la Segunda Guerra Mundial. “Estamos en 1942. Es el chico raro, el que no encaja. Se pasa las tardes observando en el patio de la casa los ejércitos de hormigas. ¿En qué piensa? ¿Cómo construye su refugio? Puede que ya tenga la certeza de que los adultos no tienen la menor idea de lo que hacen con el mundo”, anticipa el guion ya pulido.
”Quino no surgió de la nada, los Lavado Tejón son muy particulares. Viene de una familia muy especial, de artistas, curiosos, militantes cercanos a los derechos humanos. Todos los personajes que lo rodearon de manera íntima eran personas para documentar que lo marcaron desde la cuna y fueron el origen de su sensibilidad, las personas que lo formaron....”, apunta la guionista. Entre esos personajes decisivos está su abuela Teté, segunda esposa del abuelo materno del humorista gráfico, una mujer audaz y contestataria que brillaba ante su nieto allá por los años 40 y 50, militante del Partido Comunista y demás atributos con los que se inspiró para crear a la inolvidable Mafalda. Miembro de una familia muy unida, ella era quien armaba las grandes discusiones familiares, salía a vender bonos para apoyar al Partido Comunista, y hasta la recuerdan cuando en sus vitales 70 años se subía al trampolín de un club mendocino y se tiraba de cabeza, algo fuera de lo común hasta si ocurriera hoy en día.
El equipo creativo que está al frente de la iniciativa es íntegramente mendocino y trabaja bajo la dirección de Mariano Donoso y Federico Cardone. La producción es de Ciro Novelli (Curandero Films) y participa también la artista plástica Marcela Furlani. Todos ellos tuvieron acceso privilegiado a los archivos y creaciones del gran ilustrador mendocino de transcendencia mundial. Novelli cuenta que “ya se ha grabado un 30 por ciento de la película que son todas las imágenes y entrevistas inéditas a Quino y a su círculo íntimo de hermanos, su tío, sobrinos...”, mientras se continúa con una etapa de pre rodaje para octubre o noviembre próximos y otra de mucha producción financiera. ”Tenemos muchas expectativas y charlas incipientes con algunas plataformas, hacer las locaciones que queremos hacer, estrenar en salas, que a la película le vaya muy bien por aquí y por lo menos en los países de los coproductores, y que haga un recorrido de TV y que impacte también en algunas de las plataformas más masivas”, anhela el productor.
Si bien el disparador fue esa charla inolvidable de 2014, los entusiasmó aún más la sorpresa que les dio Furlani (sobrina política del dibujante) cuando les contó que había hallado archivos desconocidos, una minuciosa colección de objetos, fotografías, discos, memorias y dibujos atesorados por su suegro, Joaquín Tejón, el tío que adoptó a Quino cuando sus padres murieron. El proyecto inspirado en la vida, su mundo creativo y afectivo, es de larga data. “La idea era hacer algo grande y las condiciones no se dieron hasta este momento. Íbamos ampliando la investigación, pasaron años. Logramos hacer un guion, el apoyo del INCAA y salió a favor”, dijo Guzzante.
Los realizadores adelantan que el objetivo es dar cuenta del “Quino que tenemos dentro”, esa combinación de sarcasmo, ingenuidad y sentido crítico que permanece en la retina desde que interpela su obra. “Al poner en movimiento este proyecto y un recorrido por sus traducciones buscamos, también, indagar en los múltiples sentidos que despierta su arte en otras latitudes. Porque nos interesa también mostrar cómo su obra trasciende generaciones, épocas, idiomas y geografías”, relatan. Así, este homenaje de una figura tan entrañable y universal como Quino se convierte en una máquina artística en la que participan músicos, investigadores, realizadores audiovisuales, artistas visuales, humoristas, familiares, lectores, editores y amigos.
Fuente: Télam S. E.
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