Este miércoles por la tarde (hora francesa), el escritor peruano Mario Vargas Llosa obtuvo la espada como miembro de la Academia Francesa. La misma fue entregada por la secretaria permanente de la institución, Hélène Carrère d’Encausse, un día antes del acto oficial que se realizará mañana. Este emblema está hecho en Toledo´, España, por Antonio Arellano, el último artesano que fabrica a mano este tipo de armas armas.
“Ciertamente, algunos expresaron su queja de que usted no escriba en francés. Pero ignoran que para ser recibido en la Academia Francesa, hay que, y cito: “caer bien a Monseñor el Protector, tener buen humor, buena reputación, inteligencia... y poder servir para las funciones académicas”, declaró Carrère d’Encausse ante la audiencia y destacó: “en cuanto a su reputación, conocemos ya su prestigio y extensión”.
“Es la primera vez que poseo una espada”, comentó Vargas Llosa en la ceremonia celebrada en un salón de la editorial que publica sus libros en francés desde 1970. La espada es de estilo medieval y lleva grabadas las iniciales del escritor así como los nombres de los “padrinos” del arma, presentes en el acto: el director de la Real Academia española, Santiago Múñoz Machado, y Gregorio Marañón, presidente del Teatro Real de Madrid.
La tradición en la Academia Francesa es que los nuevos miembros reciban una espada ofrecida por “padrinos” antes de la ceremonia de recepción en el hemiciclo. Durante la entrega, estuvieron presentes la familia de Vargas Llosa y su ex esposa, Patricia Urquidi.
Vargas Llosa fue aceptado de forma casi unánime por los académicos hace más de un año, y recibido por el actual “protector” de la Academia, el presidente Emmanuel Macron. Se convirtió en el primer escritor que no escribe directamente en francés en integrar la institución. Además, a sus 86 años, supera el límite de 75 que estipulan los estatutos de la Academia.
El reconocido escritor recordó en su discurso que la espada era el arma de los caballeros en las novelas medievales, que leía en su juventud. “A lo largo de los siglos, la novela se ha convertido en algo mucho más realista. Pero nos sigue ofreciendo algo que nos devuelve el entusiasmo y el amor. Es decir, que nos reconcilia con el mundo tal como es”, explicó.
La Academia Francesa fue fundada en 1635 por el cardenal Richelieu, principal ministro de Luis XIII, proclamado “jefe y protector” de la institución. En la Francia republicana, esa función recae en el jefe de Estado. Su misión es clara y potente: “Dar reglas certeras a nuestra lengua y hacer que sea pura, elocuente y capaz de tratar las artes y las ciencias”.
Fuente: AFP
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