La obra de teatro de clown y objetos Ma Solitud, de Guillem Albá, y Puto barrio, sobre el proceso de gentrificación de una vecindad, darán el puntapié inicial este martes en Timbre 4 a la undécima edición del Festival Temporada Alta en Buenos Aires (TABA), que materializa la unión entre la teatralidad porteña y la catalana.
El encuentro, un clásico del verano de Buenos Aires que fue tejiendo redes a ambos lados del océano, pondrá en cartel en esta edición siete obras, cuatro de ellas ciento por ciento catalanas, un workshop a cargo de Albá y el clásico y esperado Torneo de Dramaturgia, con ring de boxeo, árbitro, jurado y público, en el que dos obras argentinas y dos europeas en proceso y leídas por los actores compiten entre sí por un trofeo internacional.
El encuentro que une las sinergias y voluntades del emblemático y gigante Festival Internacional Temporada Alta de Girona, que en su última edición convocó 108 obras a lo largo de diez semanas, y Timbre 4 se desarrollará en las dos sedes de la compañía argentina (México 3554 y Boedo 640) del barrio de Boedo y se extenderá del 7 al 12 de febrero, pudiendo verse cada una de las obras en dos oportunidades.
La programación completa se encuentra en disponible en el sitio del Festival.
“El Festival Temporada Alta de Girona es un acontecimiento muy emblemático de Cataluña y fue la puerta de entrada de muchos espectáculos argentinos a Europa, de modo que después de girar con La omisión de la familia Coleman, Tercer cuerpo y El viento en un violín, nos pareció bueno hacer la inversa; crear un espacio acá y recibir obras catalanas en Buenos Aires”, contó a Maxime Seuge, productor de Timbre 4 sobre el origen del encuentro.
“Para nosotros, que haya una presencia del teatro catalán y español en Buenos Aires y América Latina es un orgullo y es uno de los objetivos del Festival Temporada Alta: ayudar a que las compañías catalanas puedan salir al exterior”, destacó por su parte Narcís Puig, director adjunto de programación artística del festival que se desarrolla en Girona en el otoño europeo.
“Lo que traemos aquí –agregó– son espectáculos de unas características concretas de tamaño y escenografías reducidas, porque presupuestariamente nos sería imposible traer grandes producciones, pero es muy importante que lo que se produce en Cataluña se pueda ver en otros países, y a partir de estos vínculos tejer también relaciones de producción, entre actores, directores y dramaturgos de los dos lados del océano, de los que surgen nuevos proyectos”.
Otra de las particularidades del TABA, que surgió en 2003 por la iniciativa conjunta de Timbre 4 y el Festival de Girona es que después de Buenos Aires las obras catalanas continúan de gira, con festivales similares en Montevideo y Lima.
Entre las obras que se verán en este undécimo TABA están Puto barrio, un texto español con elenco argentino; Vanitas, una videoinstalación franco-argentina; 360 gramos, un espectáculo poético que fusiona palabra, cuerpo y danza, con una sola intérprete que comparte una vivencia íntima en relación con la extirpación de una mama por un cáncer y las decisiones posteriores a tomar en relación con el cuerpo y el aspecto.
También Ma Solitud, y Loco amoris, que relata una autoficcion sobre la relación de amor entre los dos actores, donde uno de elllos es el autor; Queremos ir al Tibidabo, que cuenta la historia de Marta y Eli, dos hermanas que de un día para otro se ven obligadas a afrontar y convivir con el Alzheimer que padece su madre.
Además habrá una audioguía realizada en Cataluña para la visita a un cementerio, que se desarrollará un día, aún sin definir, en la Recoleta, y se podrá escuchar por auriculares desde el teléfono.
Las semifinales del Torneo de Dramaturgia (dos obras argentinas contra dos catalanas) se desarrollarán el martes 7 y miércoles 8, y la gran final será el viernes 10 a las 22:30.
—¿Qué visiones hay del teatro catalán en Argentina y del argentino en Cataluña?
—Maxime Seuge: Siento que allá las disciplinas están más representadas, que no todo se reduce al teatro de texto, que hay mucho más circo, más danza, es mucho más performático en comparación con lo que pasa acá, que está más basado en textos. Además, por cuestiones de producción y presupuesto, lo nuestro es más chico, sin tanto “artificio”, y allá por ahí, hay lugares increíbles que no sospechás, y eso cuando te ponés a hacer artes escénicas te amplía la visión y no te limitás tanto a la hora de escribir una obra.
—Narcís Puig: Desde Cataluña la visión del teatro argentino está mitificada, para las compañías venir acá es: “Ah, Buenos Aires”. Las ganas de venir a Buenos Aires es uno de los motores para que muchos se anoten para venir acá bajo unas condiciones económicas que son muy justitas. En Cataluña el teatro argentino es un referente, por eso empezamos en el festival de Girona a tener teatro argentino. Es verdad que se trata de teatro de texto en el 99% de los casos, pero se ve al teatro de texto argentino como algo distinto de lo que hacemos allá, con un tipo de interpretación naturalista distinta, con un código que allá sorprende, y creo que desde el boom del teatro independiente de Buenos Aires empezaron a llegar nombres como Ricardo Bartís, Daniel Veronese, Mauricio Kartun, Javier Daulte, Claudio Tolcachir, Mariano Pensotti, Romina Paula, que hacían un teatro de texto distinto entre ellos pero que a a la vez había algo en el lenguaje, en la forma en que los actores interpretaban, que definía un sello del teatro de Buenos Aires que cautivó muchísimo.
—¿Cómo ven las redes que se fueron tejiendo en estos años?
—M. S.: De muchísimos modos; hay millones de cosas que surgieron de este festival, el texto de Jordi Galcerán El crédito se leyó acá en el torneo de dramaturgia de la primera edición y después llegó a la calle Corrientes y fue un éxito. Este festival tiene un cartel único y es una rareza que se da unos días y después desaparece. Vienen obras del otro lado del océano en forma fugaz y eso le da una vitalidad enorme, es como un aire fresco en el verano. En Buenos Aires es muy difícil acceder a un teatro que está hecho de otra forma, con otras condiciones económicas, pero, fundamentalmente, con otras cabezas y otros cotidianos, y entonces te mueve acceder a eso en una ráfaga de días. Nosotros tenemos mucho teatro de texto, pero quizás no tanto teatro de objetos como ellos o site specifics o performances, y lo lindo es poder sostener esto en el tiempo y haber tejido relaciones cada vez más profundas.
Fuente: Télam S. E.
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