Nada –ni el desaire de Tom Cruise ni las persistentes inflexiones a lo Elvis Presley de Austin Butler– ha causado tanto revuelo en torno a los Oscar de este año como la nominación a mejor actriz de la británica Andrea Riseborough.
Riseborough fue nominada inesperadamente por su interpretación de una madre soltera alcohólica de Texas en el drama independiente To Leslie, una elección que sorprendió a los expertos de los Oscar y que desde entonces ha suscitado el escrutinio de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas. Para ser una película que ha recaudado poco más de 25 mil dólares por venta de entradas en Estados Unidos, To Leslie y Riseborough han hecho mucho ruido.
El problema es la forma en que se promocionó la candidatura de Riseborough. Aunque muchos aspirantes a los premios cuentan con el respaldo de campañas orquestadas y pagadas por el estudio de la película, Riseborough llegó a los Oscar en gran medida gracias a los esfuerzos del director de To Leslie, Michael Morris, y su esposa, la actriz Mary McCormack. Instaron a muchas estrellas a que vieran la película y organizaran una proyección o elogiaran la actuación de Riseborough en las redes sociales. Y muchos lo hicieron.
¿Cuál es el problema? El amiguismo en Hollywood no es exactamente una novedad; es más o menos el modus operandi. Pero la nominación de Riseborough –y la fuerte respuesta que ha suscitado– ha perturbado la temporada de premios de este año, con posibles repercusiones para los premios de la Academia de marzo y las candidaturas de todos los futuros aspirantes.
¿Quién es Andrea Riseborough?
Desde hace unos 15 años, Riseborough, de 41 años, es una presencia habitual en el cine, la televisión y el teatro londinense, pero a veces resulta difícil reconocerla por sus camaleónicas interpretaciones. Apareció en Happy-Go-Lucky (2008), de Mike Leigh. Impresionó como novia de Riggan en Birdman (2014). Interpretó a la hija de Stalin en La muerte de Stalin (2017). En Mandy (2018), junto a Nicolas Cage, interpretó a la novia secuestrada de su personaje. Riseborough tuvo otros créditos notables en 2022, como Ámsterdam, de David O. Russell, y como la señora Wormwood en Matilda, el musical. Lleva suficiente tiempo haciendo trabajos aclamados en el cine independiente de aventura como para que un voto al Oscar para ella también haya sido en parte por su discreto cuerpo de trabajo.
¿Hasta qué punto fue inesperada la nominación de Riseborough?
Casi nadie esperaba que la innovadora campaña de Riseborough le valiera una nominación. Sin embargo, no fue algo totalmente inesperado. La actuación de Riseborough en To Leslie había sido nominada al Independent Spirit Award. Pero no se esperaba que estuviera entre las candidatas en la que, en general, se considera la categoría más difícil para entrar este año. Riseborough está nominada junto a Cate Blachett (Tár), Michelle Williams (The Fabelmans), Ana de Armas (Blonde) y Michelle Yeoh (Everything Everywhere All at Once).
“Estoy asombrada”, declaró Riseborough a Deadline poco después de conocerse las nominaciones. “Era tan difícil creer que pudiera llegar a suceder porque realmente no habíamos estado en la carrera por nada más. Aunque teníamos muchos apoyos, la idea de que realmente pudiera ocurrir parecía tan lejana”.
Dos interpretaciones muy apreciadas se quedaron fuera: Viola Davis en The Woman King y Danielle Deadwyler en Till. El hecho de que las dos mujeres negras hayan sido las grandes olvidadas de la categoría ha sido motivo de debate. La directora de Till, Chinonye Chukwu, sugirió en un post en Instagram que el sistema había fallado. “Vivimos en un mundo y trabajamos en industrias que están tan agresivamente comprometidas con la defensa de la blancura y la perpetuación de una misoginia descarada hacia las mujeres negras”.
¿Qué hizo diferente a la campaña de Riseborough?
Casi todos los nominados al Oscar participan en algún tipo de campaña para destacar su actuación y conseguir que los votantes vean su película. Es un juego que se juega. El dramaturgo y guionista Jeremy O. Harris señaló en Twitter: “¿La gente no se da cuenta de que lo que las actrices hicieron por Andrea Riseborough ocurre en privado cada noche durante meses a partir de octubre para cada película/actuación (con) una oportunidad”.
Hay normas que limitan el tipo de actos que se celebran e incluso la cantidad de promociones que alguien puede enviar por correo electrónico a los miembros de la Academia durante el periodo de votación. La mayoría de las campañas cuentan con veteranos estrategas detrás y con una importante cantidad de dinero. Sin embargo, los impulsores de la candidatura de Riseborough se las arreglaron para llamar la atención sobre ella sin ese respaldo. En su lugar, contaron con grandes estrellas para correr la voz.
Kate Winslet, Charlize Theron, Jennifer Aniston, Gwyneth Paltrow, Amy Adams y Courteney Cox organizaron proyecciones de la película. “Deberías ganarlo todo”, le dijo Winslet en una sesión virtual de preguntas y respuestas. Otras estrellas como Edward Norton, Susan Sarandon, Mira Sorvino y Rosie O’Donnell se sumaron a sus elogios en las redes sociales. Los que apoyaron a Riseborough vieron en la campaña –sin vallas publicitarias en Sunset, sin anuncios de “For Your Consideration”, sólo un profundo Rolodex– una forma innovadora de eludir los rituales tradicionales de los Oscar. En un post que ya ha sido borrado, la actriz Christina Ricci escribió sobre la reacción a la nominación de Riseborough: “¿Así que sólo merecen reconocimiento las películas y los actores que pueden permitirse las campañas? Me parece elitista y exclusivo y, francamente, muy retrógrado”.
¿Rompió alguna norma?
No hay pruebas públicas de que Riseborough o alguien en su nombre infringiera claramente las normas de la Academia. Las proyecciones y los apoyos que impulsaron a Riseborough son habituales. Algunos han especulado con la posibilidad de que Riseborough recibiera un impulso debido a la gran pasión de sus seguidores, que podrían haberla convertido en su principal candidata.
Pero si la Academia considera que alguien ha infringido las normas sobre el contacto con miembros de la Academia “directamente y de manera ajena al ámbito de estas normas”, la Junta de Gobernadores de la Academia “puede tomar medidas correctivas o imponer sanciones, incluida la descalificación”, según los estatutos de la Academia. “Además, cualquier miembro de la academia que haya autorizado, ejecutado o permitido de cualquier otro modo una actividad de campaña que la junta de gobernadores determine que ha socavado la letra o el espíritu de estas normas puede ser objeto de suspensión de membresía o expulsión de la academia”.
Rara vez se han anulado nominaciones a los Oscar, pero ha ocurrido. En 2014, el compositor Bruce Broughton, nominado a “mejor canción original”, fue descalificado después de que se revelara que había enviado correos electrónicos a miembros de la rama musical para llamar la atención sobre la presentación de la canción. En aquel momento, Broughton, antiguo presidente de la Academia, era miembro del comité ejecutivo de la rama musical.
¿Cómo ha respondido la Academia?
La Academia no se ha pronunciado sobre la candidatura de Riseborough. Pero anunció que llevará a cabo una revisión de los procedimientos de la campaña en torno a los nominados de este año “para garantizar que no se violaron las directrices, y para informarnos de si puede ser necesario introducir cambios en las directrices en una nueva era de medios sociales y comunicación digital”.
“Confiamos en la integridad de nuestros procedimientos de nominación y votación, y apoyamos las auténticas campañas populares en favor de actuaciones destacadas”, añadie el comunicado.
Fuente: AP
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