Una retrospectiva de Bob Dylan con 100 obras explora “aquellos misterios de la vida que nos siguen dejando perplejos”

Se inaugura una exposición en el Museo MAXXI Museo de Roma del emblemático artista estadounidense. “Es muy diferente de mi música, por supuesto, pero tiene la misma intención”, aseguró

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Bob Dylan durnate el Firefly
Bob Dylan durnate el Firefly Music Festival en Dover, Delaware, EEUU, Junio 17, 2017 (REUTERS/Mark Makela)

Con un nuevo libro ya lanzado al mercado europeo y a punto de presentar nuevo disco -en realidad una versión aumentada del volumen 17 de su célebre Bootleg Series-, el cantante y compositor Bob Dylan presenta por estos días en el MAXXI Museo Nacional de las Artes del Siglo XXI de Roma una retrospectiva integrada por más de 100 obras entre dibujos, pinturas y esculturas, que revelan nuevas facetas de una de las figuras culturales más emblemáticas de la actualidad.

La exposición, titulada Bob Dylan: Retrospectrum, está curada por Shai Baitel y llega ahora a Italia -su primera escala europea- tras haber estado en el MAM de Shanghai y en el Patricia & Phillip Frost Art Museum de Miami. Las obras expuestas destacan aquellos motivos que siempre han formado parte del imaginario musical de Dylan y que retornan, en forma de dibujo y color, también en sus pinturas.

“Es muy gratificante saber que mis obras visuales se exhiben en MAXXI, en Roma: un museo verdaderamente especial en una de las ciudades más bellas y estimulantes del mundo. Esta exposición pretende ofrecer diferentes puntos de vista, que examinan la condición humana y exploran aquellos misterios de la vida que nos siguen dejando perplejos. Es muy diferente de mi música, por supuesto, pero tiene la misma intención”, sostiene el músico en el catálogo de la muestra.

Según el propio artista describe, sus obras de arte visual narran “el paisaje estadounidense visto en todo el país, observándolo por lo que es. Alejarse de las vías principales y circular únicamente por vías secundarias, con total libertad”. Más de 100 obras expuestas incluyendo pinturas, acuarelas, dibujos en tinta y grafito, esculturas en metal, material de video, que exploran más de 50 años de la actividad creativa de Dylan, forman parte de esta exposición, que permanecerá abierta hasta el 30 de abril.

Bob Dylan. Retrospectrum (MAXXI Museo
Bob Dylan. Retrospectrum (MAXXI Museo Nacional de las Artes del Siglo XXI de Roma)

Grandes metrópolis, paisajes áridos e interminables, vías férreas, carreteras abiertas, automóviles, camiones, moteles, bares, tiendas, patios, vallas publicitarias, letreros de neón: como en sus canciones y poemas, también en sus pinturas Dylan profundiza América poética. “Elijo las imágenes por lo que significan para mí -escribe-. Estas pinturas tienen el realismo del instante, arcaico, mayormente estático, pero sin embargo atravesado por un estremecimiento. Soy el mundo que veo o elijo ver, del que soy parte o en el que entro. De todos modos, este es mi trabajo”.

En ocasión de esta muestra, el Premio Nobel de Literatura decidió también donar una obra que enriquecerá la colección pública del MAXXI. Un trabajo que nació en torno a la famosa canción de 1965 “Subterranean Homesick Blues”, que cuenta con el primer (y quizás el más famoso) video musical de la historia. En ese material, el cantante deja caer al ritmo de la música una serie de partituras con la letra de la canción, escrita la noche anterior por un grupo de amigos entre los que se encuentra el poeta beat Allen Ginsberg, reconocible en la película.

En 2018, Dylan reescribió estos textos en 64 carteles, montados para componer un muro junto a la pantalla: “Subterranean Homesick Blues Series” combina así las artes visuales, la palabra y la música. El recorrido de la exposición se divide en ocho secciones que recorren el camino de Dylan en las artes visuales y, al mismo tiempo, nos ponen en contacto con su creatividad como músico, poeta y artista: Early Works, The Beaten Path, Mondo Scripto, Revisionista, The Drawn Blank, Nueva Orleans, Deep Focus, Ironworks.

El itinerario expositivo se cierra con una serie de esculturas en hierro, estructuras funcionales formadas por objetos y herramientas convertidas a un nuevo uso que recuerdan, junto al recuerdo de la infancia de Dylan en la zona minera del norte de Minnesota, también el icónico pasado industrial de los Estados Unidos.

(AFP)
(AFP)

A fines de 2020, el músico vendió los derechos de autor de sus composiciones musicales a Universal en un acuerdo estimado en más de 300 millones de dólares, una operación de desprendimiento de las regalías de sus canciones que completó en enero de año pasado cuando le cedió a la compañía Sony Music Entertainment todo su catálogo de grabaciones y “los derechos de múltiples nuevos futuros lanzamientos” por una cifra cercana a los 200 millones de dólares.

Desde entonces, el icónico cantante fue noticia por sus otras incursiones en la pintura y la literatura, como la reciente publicación de su libro Filosofía de la canción moderna, una obra en la que reivindica reivindica viejas canciones de rock, country y blues, y donde arroja sentencias del estilo “El arte es discrepancia, el dinero es pacto”, fiel a ese estilo mordaz con el que se despacha a gusto contra la música y la vida contemporánea.

“Por eso no puede existir una forma nacional de arte. Si intentamos conseguir una, veremos las asperezas que se liman, el esfuerzo por incorporar todas las opiniones, el deseo de no ofender. Rápidamente, todo pasa a ser propaganda o mercantilismo puro y duro”, escribe Dylan en la obra.

En paralelo a esta publicación, que acaba de publicar en español el sello Anagrama -se espera que llegue a la Argentina a mediados de año en una versión de tapa dura-, el cantante prepara el lanzamiento de la edición ampliada de uno de sus mejores álbumes, el mítico Time out of mind, que contará con un nuevo remix de 11 grabaciones originales e incluirá 12 tomas descartadas, así como versiones alternativas de canciones escritas entre 1997 y 2001.

Fuente: Télam

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