El Museo del Louvre es por el momento la institución cultural más visitada del mundo, aunque su directora actual, Laurence des Cars, planea bajar la cantidad diaria de visitantes a 30.000 con el objetivo de mejorar la experiencia de contemplación de las obras de arte que aloja, “especialmente para quienes visitan el museo por primera vez y representan el 60% de las entradas”, según justifica en un comunicado. El año pasado, el museo reportó una asistencia de 7,8 millones, cifra que sin embargo está todavía un 19 por ciento por debajo del 2019 -luego durante la pandemia los espacios culturales franceses estuvieron cerrados durante casi cinco meses-, pero representa un aumento saludable del 170 por ciento con respecto a 2021.
Ahora, la directora del Louvre, Laurence des Cars, ha decidido pulsar el botón de pausa y limitar las entradas diarias a 30.000. Antes del Covid-19, el museo podía recibir hasta 45.000 personas en sus días más concurridos. Con el 80% de las entradas ahora emitidas a través de un servicio de reserva, la nueva política debería estabilizar la asistencia entre 7,5 y 8 millones de visitantes para 2023, los mismos niveles que experimentó el museo hace unos 17 años.
En un comunicado, Des Cars dijo que optó por el cambio “para que la visita fuera una experiencia placentera, especialmente para quienes visitan el museo por primera vez y representan el 60% de las entradas”. El Louvre, que recibió a unos cinco millones de visitantes en la finales de la década de 1990, ha estado luchando durante años contra el exceso de asistencia, con largas colas fuera de la pirámide de cristal o frente a obras maestras como La Gioconda de Leonardo Da Vinci. En los últimos años, los empleados del Louvre se declararon en huelga alegando “un deterioro sin precedentes de las condiciones”.
Aunque su antecesor, Jean-Luc Martinez, había implementado importantes obras para mejorar las condiciones de visita, Des Cars dice que ella es “la primera directora de museo en decidir conscientemente limitar el número de visitantes”, teniendo en cuenta no solo las necesidades del público sino también el personal. Dado que este mes comienza una importante renovación de dos años de la galería de exposiciones, el Louvre no planeará ningún espectáculo importante, incluso cuando París recibirá alrededor de diez millones de visitantes durante los Juegos Olímpicos en el verano de 2024.
Cuando fue nombrada en 2021, Des Cars también había anunciado que deseaba cerrar el museo una hora más tarde todos los días para atraer a más visitantes locales, pero esto no ocurrirá antes de una planificación cuidadosa, que incluya conversaciones con los sindicatos, según una fuente bien informada. El Louvre, que tiene unos 2.000 empleados, se ha comprometido a contratar a 90 agentes en 2023 para llevar adelante la propuesta. Según el comunicado de Des Cars, “la dotación del estado aumentará de 84 a 93 millones de euros, pero esto es destinado a ayudar al museo a hacer frente al aumento de los costes energéticos, que ascienden a 10 millones de euros”. Añade que el gobierno ha proporcionado 120 millones de euros de ayuda excepcional al Louvre desde 2020.
Los totales de visitantes de 2022 confirman el regreso del turismo en París, una tendencia que también se refleja en la venta de entradas a otros sitios culturales importantes. Por ejemplo, el Palacio de Versalles registró el año pasado 6,9 millones de entradas, el 77% de ellas extranjeras, mientras que el Centro Pompidou recibió 3 millones. Las cifras de estas dos instituciones fueron, respectivamente, un 16 % y un 10 % menos que en 2019, pero los resultados siguen siendo mejores de lo esperado.
Fuente: Télam
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