Desde hace veintisiete veranos, el famoso parador Medio y Medio de Punta Ballena organiza de diciembre a febrero un festival de música que ya es tradición en la costa uruguaya. A cien metros de la esteña playa Portezuelo y próximo a un bosque, el restaurante y club de jazz recibe a lo largo de sesenta días la visita de artistas rioplatenses, brasileños y de otros rincones del mundo, varios de los cuales suelen llenar salas de concierto y estadios durante el año, pero que gracias al ciclo es posible disfrutarlos en shows íntimos frente al mar y con gastronomía de autor. Por allí han pasado, entre otros, Luis Alberto Spinetta, Charly García, Fito Páez, Julieta Venegas, Hermeto Pascoal, Jaime Roos, Liliana Herrero, Albert Plá y Pedro Aznar.
Destacado en partes iguales por su propuesta culinaria –a cargo de Graciela Ferreres– y artística, el local abrió sus puertas en diciembre de 1995 –época dorada para Punta del Este– de la mano del productor Leandro Quiroga, quien por entonces imaginó un proyecto gastronómico más sencillo que incluyera shows musicales. Poco después adquirió el formato de club de jazz con un auditorio especial donde se presentaron varios exponentes del género, como también del tango y el folklore. Tras cumplir su primera década, Luis Alberto Spinetta inauguró un nuevo escenario en el parque del establecimiento y los conciertos fueron cobrando el formato de un festival que se extiende a lo largo de la temporada.
“La idea es que cada artista pueda tener la atención total de los anfitriones, por eso no los juntamos en una misma noche. Aunque el espíritu es siempre generar encuentros entre los músicos, que puedan dialogar arriba o debajo del escenario”, le dice Quiroga a Infobae Cultura. El anfitrión recuerda, por ejemplo, la vez que coincidieron Hermeto Pascoal y Skay Beilinson en el restaurante. Mientras hacían una sesión de fotos para la prensa, el ex guitarrista de Los Redonditos de Ricota, quien tiene una gran admiración por el multiinstrumentista brasileño, se entregó como un niño a Hermeto, que tuvo la ocurrencia de usar el cuerpo de Skay como percusión.
Otro match memorable sucedió en un concierto especial de Fito Páez hace varios años, con Guillermo Vadalá, Anita Álvarez de Toledo y los hermanos Fattoruso, a los que se terminaron sumando el bandoneonista de tango Néstor Marconi y el baterista de jazz Oscar Giunta. Quiroga, que lanzó una serie de discos en vivo con algunos de los músicos que pasaron por su local, le recordó días atrás a Fito que conserva la grabación de aquel show. La intimidad del lugar ofrece a los artistas de multitudes la rara ocasión de tocar para unas decenas de personas, aunque cada tanto se vuelve difícil contener las ganas del público, como la vez que anunciaron de manera espontánea en la madrugada un show de Charly García que se agotó a las pocas horas.
Para este 2023, se mejoró el escenario y la disposición de las mesas, con una oferta gastronómica también más amplia. La programación del festival, como siempre, se divide entre los artistas de la casa y los músicos que llegan por primera vez. Francisco Fattoruso encendió los motores el 27 de diciembre pasado y este martes tocó el guitarrista estadounidense Jimmy Rip –miembro actual de Television que colaboró con Mick Jagger, Patti Smith y Debbie Harry, entre otros–, acompañado por el Zorrito Von Quintiero y los Gustocks, base estable de Medio y Medio que contará todos los martes de enero con un invitado especial. Para las próximas semanas recibirán a Julieta Rada y a Hilda Lizarazu.
Hoy se presentará Bernard Fowler, corista de los Rolling Stones, y se espera un fin de semana movido para el 19, 20 y 21 de enero, con las visitas de Dante Spinetta, Ca7riel junto a Paco Amoroso y La Delio Valdez. Os Paralamas, Miranda!, Catupecu Machu, Cuarteto de Nos, Paulinho Moska, Lisandro Aristimuño, Kevin Johansen y Pedro Aznar son otros de los artistas que pisarán el escenario este verano. El cruce estilístico es una constante del festival, que aspira a ofrecer una combinación equilibrada a los veraneantes, tanto en su paladar como en los oídos. La misma que caracteriza al clásico trago oriental que da nombre al parador: mitad vino blanco seco y mitad vino blanco espumante.
La programación completa puede consultarse acá.
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