Con la muestra Van Gogh Immersive Art Experience, inaugurada en el Auditorio Ángel Bustelo de Mendoza, se extiende el fenómeno iniciado hace ya un año en Argentina, a partir de una modalidad expositiva que permite una experiencia sensorial y estética envolvente y meditativa a la vez.
La muestra toma forma con una banda sonora envolvente, la proyección de más 70 obras emblemáticas mediante tecnología de vanguardia y citas de las casi 800 cartas que escribió a lo largo de su vida el genial y conflictuado pintor neerlandés.
La exhibición viene de Rosario, a partir del 6 de enero se hará en paralelo con Mar del Plata y luego viajará a Neuquén. En Mendoza permanecerá abierta hasta el jueves 9 de febrero en los 350 metros cuadrados de sala con impresionantes imágenes proyectadas en todas las superficies e introducen a los espectadores en el interior de las pinturas que cobran vida fuera de los marcos.
Uno de los atractivos diferenciales de la exposición -que en Mendoza tiene un costo por entrada de tres mil pesos a partir de los 13 años y de dos mil hasta los 12- finaliza con una experiencia de realidad virtual, mediante cascos de última generación.
“Las muestras inmersivas en el mundo son una realidad y circulan varias y en simultáneo incluso de los mismos artistas. Esta muestra tiene como valor agregado, a las imágenes y la música espectacular, la narrativa de las cartas que Vincent le escribió a su hermano Theo: 800 cartas que muestran el estado en el que estaba y lo que le pasaba”, dijo Ignacio Laviaguerre, productor de Van Gogh Immersive Art Experience.
La exhibición, remarcó, “empezó con mucha demanda, los primeros días está todo lleno. Hay turnos cada 15 minutos en los que pueden ingresar 30 personas. Creemos que pueden venir unas 30 mil” a la exhibición instalada en el centro cultural de la calle Virgen del Carmen de Cuyo, en el centro de la capital mendocina.
“El arte inmersivo es una tendencia, una manera masiva y accesible para el público general de acercarse a la historia del arte”, agregó Laviaguerre, en este caso, al pequeño mundo que en la segunda mitad del siglo XIX habitó un Vincent Van Gogh (Países Bajos, 1853-Francia,1890), un mundo que se volvió universal a su muerte -en una década creó alrededor de 2100 obras, incluidas 860 pinturas al óleo, en su mayoría de los últimos dos años de su vida-, y que devino capítulo ineludible del arte occidental.
Paisajes, naturalezas muertas, retratos y autorretratos de colores llamativos y pinceladas dramáticas e impulsivas conforman ese postimpresionismo que se convirtió en uno de los cimientos del arte moderno, sin el éxito comercial y envuelto en una lucha perdida y sin tregua contra la depresión severa y la pobreza.
“Nos podemos meter en lo que pensaba y lo que imaginaba Van Gogh mientras pintaba”, agregó Laviaguerre sobre la muestra que la ministra mendocina de Cultura y Turismo, Nora Vicario, interpretó como una forma de decir que “en Mendoza somos un destino turístico internacional, moderno, dinámico, siempre con propuestas innovadoras”.
Se trata de “acercar la cultura, de que tengamos todos acceso a una manera de mostrar y disfrutar el arte a través de la tecnología. Esta es una de las siete muestras de Van Gogh que están recorriendo el mundo y que hoy esté en Mendoza es un gran logro, una manera de acompañar el destino Mendoza con una propuesta moderna e innovadora que invita a toda la familia”.
Van Gogh Immersive Art Experience abrirá sus puertas este viernes 6 en el Salón Las Américas del Hotel Provincial de Mar del Plata, ubicado en avenida Patricio Peralta Ramos 2502. La experiencia puede realizarse diariamente de 17 a 23 y los días nublados desde las 15.
Espectadores en todo el mundo vienen viviendo la experiencia inmersiva que significa el desembarco de esta tecnología de avanzada que permite ver obras magnificadas, coreografiadas y en movimiento, un fenómeno que en Argentina comenzó hace un año y que se propagó en muestras como las de Piazzolla y Leonardo Favio.
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