Este domingo por la tarde, el patio neocolonial del Museo Fernández Blanco se convertirá durante un rato en la misteriosa isla de La tempestad, una de las obras tardías y complejas de William Shakespeare. Más que un acto de magia, es una lectura colectiva organizada por Club Paraíso con la participación de relevantes escritores y dramaturgos. Mauricio Kartún (Próspero), Fabián Casas (Calibán), Claudia Piñeiro (Iris, Juno, ninfas y segadores), Alejandra Kamiya (Ariel), Iosi Havilio (Trínculo), Camila Fabbri (Miranda), Agostina Luz López (Fernando), Horacio Banega (Gonzalo), Ariel Bermani (Alonso), Pablo Ansolabehere (Antonio), Mariana Chaud (Stéfano) y Romina Paula, Cynthia Edul e Ignacio Sánchez Mestre (marineros, contramaestre y capitán del navío) encarnarán con su voz a los personajes de la obra, que tendrá acompañamiento musical de Sebastian Arpesella. La actividad no requiere inscripción previa y se puede asistir abonando la entrada del Museo.
Leer la Tempestad es la cuarta acción de Club Paraíso, una comunidad reunida en torno a las artes escénicas que organizó meses atrás la lectura Gente que escribe por gente que actúa, entre otras actividades como caminatas grupales y presentaciones de libros que tienen como misión dar a conocer un espacio nómade que propone nuevos formatos de exhibición de las artes escénicas impulsados por el público a través de un sistema de membresía. “Quienes se suscriban no solo estarán ayudando a gestionar nuestros proyectos, la idea es también convocar a distintos artistas y establecer vínculos con teatros y espacios culturales”, le dice Romina Paula, quien curó junto a Cynthia Edul la lectura de este domingo, a Infobae Cultura.
A partir de 2023, Club Paraíso ofrecerá un estreno de teatro, danza o performance cada mes, con una programación anual pensada y creada entre todos los artistas que lo integran. La suscripción, que se realiza a través de Instagram, acercará a los miembros la posibilidad de participar en los desmontajes de las obras, la apertura de ensayos, experiencias situadas y talleres coordinados por los artistas del club, conformado por Agustina Muñoz, Alfredo Staffolani, Aliana Álvarez Pacheco, Ariel Farace, Bárbara Hang, Cynthia Edul, María La Greca, Giuliana Migale Rocco, Ignacio Sánchez Mestre, Lorena Vega, Pilar Gamboa, Romina Paula y Silvia Gómez Giusto.
En un limbo entre el texto y la representación teatral, la lectura colectiva dirige la atención hacia las fuentes de una obra, considera Romina Paula. “En el escenario el foco está puesto en el todo de la pieza. La idea era poder desarmar esos elementos y reparar en las voces, los cuerpos y el texto, dentro de un espacio no convencional para el teatro”, informa la dramaturga, escritora, actriz y cineasta. Como se trata de una única vez, no hubo ensayos para que se preservara la espontaneidad de la lectura, incluso con sus errores o torpezas. En un principio, la cita tenía como sede el Museo Sívori, pero cambió finalmente de locación para que no se superpusiera con un evento musical en el Rosedal.
“Me parece una idea muy provocadora e interesante que se convoque a escritores a leer teatro. Estoy convencido de que los escritores somos muy buenos actores si no nos hacen pararnos y mover los brazos”, afirma Mauricio Kartun. El dramaturgo fue convocado por Romina Paula y Cynthia Edul para personificar a Próspero, quien mueve los hilos de la acción. “Tanto Cynthia como yo tenemos un vínculo afectivo con La Tempestad porque es una de las obras que preparamos cuando éramos estudiantes de dramaturgia. Es de ese tipo de piezas que dicen algo sobre el teatro y la representación y nos interesa desde ese lado metateatral para lo que estamos queriendo pensar y comunicar”, dice la integrante de Club Paraíso.
De todos modos, aclara que no tiene en mente llevar esta obra a escena. “Con esta lectura colectiva creo que nos sacamos las ganas. Es una pieza con muchos personajes y si hiciera alguna versión seguramente intentaría sintetizarla con un enfoque más actual”, señala la directora de Fauna. Así como en la época de Shakespeare era habitual que los personajes femeninos fueran interpretados por actores masculinos de joven edad, la dramaturga imagina una inversión en sentido opuesto que vuelva más queer la obra: “Si tuviera que montarla le daría un poco más de vigor a los personajes femeninos, que no son muchos, y tal vez convertiría en mujeres a varios de los personajes. La relación entre Próspero y su hija, Miranda, no me interesa tanto. Algunos de los protagónicos están estereotipados o son un poco aburridos, en cambio hay personajes chicos que son muy lindos”.
Kartun, por su parte, cuenta que pensó más de una vez en hacer una versión de La tempestad, aunque la dimensión abismal de la obra, “cierta sensación de enfrentar algo inalcanzable”, lo echó hacia atrás en ese deseo. “El tema que enfrentan todos los directores con La tempestad es tratar de entender efectivamente a Próspero, que lo que en realidad quiere es una reivindicación. ¿Cuántas pasiones mueven efectivamente a este personaje? Y a la vez, ¿cuántas capas de significación tiene? Poder ponerle el cuerpo es para mí poder pensar mejor la pieza. A veces se pierde de vista que los artistas pensamos haciendo. Leer una obra es también una manera de pensarla, de ponerla en acto y por lo tanto poder mirarla hacia afuera”, le explica el dramaturgo a Infobae Cultura. El encuentro de este domingo será una gran ocasión para que el público también pueda pensar y disfrutar junto al selecto grupo de escritores y dramaturgos.
*Leer la Tempestad. Acción #4 de Club Paraíso en el Museo Fernández Blanco (Suipacha 1422, CABA), este domingo a las 17 horas.
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