La empresa matriz de Simon & Schuster ha puesto fin oficialmente al acuerdo de compra por parte de Penguin Random House, una propuesta de venta que un juez federal ya había bloqueado el mes pasado.
Paramount Global también anunció el lunes que sigue planeando vender Simon & Schuster, una empresa casi centenaria en la que figuran autores como Stephen King, Colleen Hoover y Bob Woodward. Simon & Schuster ha tenido un fuerte 2022 hasta ahora, gracias, en parte, a los superventas de Hoover y King, que se habían opuesto a la fusión e incluso testificaron a favor del Gobierno durante el juicio antimonopolio del verano boreal pasado.
“Simon & Schuster sigue siendo un activo no esencial para Paramount, como se determinó a principios de 2020 cuando Paramount realizó una revisión estratégica de sus activos”, anunció Paramount. “Simon & Schuster es un negocio muy valioso con un historial reciente de buen rendimiento, sin embargo, no está basado en el video y, por lo tanto, no encaja estratégicamente dentro de la cartera más amplia de Paramount”.
Penguin Random House debe una cuota de rescisión de 200 millones de dólares a Paramount, según los términos originales del acuerdo. Penguin Random House, la mayor editorial del país, es propiedad del conglomerado alemán Bertelsmann.
Otros miembros de los llamados “Cinco Grandes” de la edición de libros -que incluyen a Penguin Random House, Simon & Schuster, HarperCollins Publishing, Hachette Book Group y Macmillan- pueden ahora intentar la compra de Simon & Schuster. HarperCollins fue uno de los ofertantes perdedores frente a Penguin Random House, que ofreció 2.200 millones de dólares. Durante el proceso, el director general de Hachette, Michael Pietsch, también expresó su interés por Simon & Schuster.
El director general del Gremio de Autores, que representa a miles de escritores publicados, emitió un comunicado en el que decía que el gremio se opondría a cualquier fusión entre los “Cinco Grandes”.
“Si se permitiera que HarperCollins o Hachette compraran S&S, aunque la empresa resultante no sería tan grande como PRH y S&S juntas, daría lugar a que solo hubiera cuatro grandes editoriales que paguen regularmente el tipo de anticipos que los autores necesitan para mantenerse (más o menos) escribiendo”, escribió Mary Rasenberger, del Gremio.
Penguin Random House había planeado apelar la decisión, y emitió un comunicado el lunes diciendo que seguía convencido de que habría sido “el mejor hogar para los empleados y autores de Simon & Schuster”. “Sin embargo, tenemos que aceptar la decisión de Paramount de no seguir adelante”, dice el comunicado de la editorial.
La propuesta de fusión de los dos gigantes editoriales, que habría dado lugar a la mayor editorial de libros de la historia de Estados Unidos, se anunció por primera vez a finales de 2020. Pero el Departamento de Justicia demandó el año pasado, alegando que la nueva combinación sofocaría la competencia por los libros más vendidos y conduciría a menores anticipos para los autores. La jueza de distrito Florence Y. Pan pareció favorecer los argumentos del gobierno durante el juicio de tres semanas y emitió una decisión a finales de octubre en la que aceptaba que la fusión perjudicaría la publicación de libros.
Su decisión supuso una ruptura con respecto a décadas de precedentes, en las que se permitieron numerosas fusiones editoriales sin objeciones, y encaja en una pauta más amplia de los esfuerzos de la administración Biden por aplicar con mayor contundencia la ley antimonopolio.
El lunes, el director general de Simon & Schuster, Jonathan Karp, emitió una nota de la empresa en la que expresaba su optimismo sobre el futuro de la editorial.
“Celebraremos nuestro centenario en abril de 2024, independientemente de quién sea nuestro propietario, y tendremos mucho que celebrar”, escribió.
Fuente: AP.
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