Los pioneros argentinos del hip-hop y un encuentro cumbre en la Biblioteca Nacional

Un libro de entrevistas cuenta los primeros años de la música que define la cultura urbana contemporánea. “La intención es que no quede en vano el sacrificio de cada uno”, dice su autor, parte de aquella escena y hoy Dj en San Pablo

Ralph74 fue uno de los testigos de la primera etapa del hip-hop en Argentina y compiló en un libro los testimonios de raperos y b-boys de aquella época

La presentación, este viernes, de Is Fresh: Los años dorados del Hip Hop argentino (1984-1994), convertirá a la sala Cortázar de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno en un enclave de la vieja guardia local de esta cultura urbana. Pioneros como Jazzy Mel, Noky D (Los Adolfos Rap), DoggStylo (Sindicato Argentino del Hip-Hop) y Mike Dee (Bola 8), entre otros, dejarán de lado las rivalidades de otras épocas para compartir algunas palabras con Ralph74, representante de esa camada bajo el alias de RLF y autor del libro, para el cual reunió una decena de testimonios de los primeros exponentes del género en nuestro país.

Residente en San Pablo desde hace más de veinte años, Ralph le cuenta a Infobae Cultura que la idea del libro surgió a principios de la pandemia: “Por esos días el virus se nos presentaba como algo trágico y devastador. La mayoría de los pioneros que yo conozco estaban bien de salud, pero quise registrarlos porque no sabía lo que podía pasar el día de mañana”. Para sorpresa del DJ, la mayor parte de los artistas a los que contactó accedieron a ser entrevistados. “En un comienzo fue muy poca la gente que formaba parte de la escena, y casi siempre estuvieron enemistados entre sí por cuestiones de egos y otras cosas que el hip hop a nivel general siempre tuvo. Acá como eran pocos, se estableció un sistema de castas donde el que empezó primero era el que más sabía y quien tenía más material, entonces muchas veces no se lo cedía a los más novatos”, explica Ralph74.

Is Fresh: Los años dorados del Hip Hop argentino (1984-1994) (Dando a Letra)

La popularización del género con la llegada de internet permitió que las nuevas generaciones asumieran el mando, dejando rezagados a muchos de los pioneros locales. “Varios se quedaron en sus casas y les costó reinsertarse. Este libro justamente llega con la intención de intentar unificar a los que realmente quieren luchar por establecer una línea cronológica y que no quede en vano el sacrificio de cada uno”, señala el DJ, quien se define como un activista de la cultura hip-hop, a la que dedica una columna en el programa semanal Rimas rebeldes, transmitido por Radio Gráfica FM 89.3. Is Fresh: Los años dorados del Hip Hop argentino (1984-1994) fue publicado este año por la editorial paulista Dando a Letra.

Aunque en lo musical prefiere los inicios del género, cuando no estaban las multinacionales controlando a los artistas, Ralph74 celebra la evolución del hip-hop hacia nuestros días. “Algunos se quedan en el recuerdo de otros tiempos. Yo siempre estuve en actividad de una forma u otra, ya sea organizando eventos o rapeando o pasando música. Me tuve que reinventar porque no podés seguir siendo siempre igual cuando lo demás cambia. Es un movimiento que se regeneró musicalmente y en la estética, justamente subsiste porque es maleable”, considera el artista. La presentación de su trabajo reunirá también a teóricos, académicos y otros activistas de la cultura hiphop porteña y del interior del país, en mesas plenarias en las que se debatirá sobre la historia del capítulo local del movimiento urbano.

A continuación se presenta la entrevista que Ralph74 realizó con Jazzy Mel, incluida en el libro:

Jazzy Mel, pionero de la escena hip hop argentina

–Me gustaría que empecemos por el punto cero. Decime en pocas palabras cómo empezaste en todo esto llamado cultura hip-hop.

–Fue cuando yo era muy chico. De a poco, porque la información era escasa, pero primero ingresé por el lado del rap con la canción “Rapper’s Delight”, que junto con otras me llamaron poderosamente la atención y empecé como a interesarme. También por esa razón comencé a estudiar inglés y me iba muy bien y le ponía muchas ganas porque me gustaba aprender las letras de esas canciones. Así fue que empecé con el rap y unos años después cuando aparece en foco el breakdance me interesó mucho el baile callejero. También me gustaba hacer música y me juntaba con amigos músicos a tocar un poco de todo, más que nada “funky music”, esa fue mi raíz.

–¿Te acordás en qué año fue exactamente que escuchaste la canción “Rapper’s Delight”?

–Sí, fue a fines del año 1979. En esa época de su lanzamiento mundial se la escuchó por la radio durante algunos años. Yo estaba todos los días grabando música pues me habían regalado un grabador muy chiquito que no tenía radio. Solo tenía separado el grabador, entonces tenía que colocarlo junto a la radio y pedir que nadie hablara porque grababa de aire. Así fue que grabé “Rapper’s Delight” y, sin saberlo, a partir de ahí me cambió la vida, porque lo siguiente fue ir a la calle a bailar. En esa época conocí a Sergio Culyao, que era un compañero al cual le habían regalado un bajo eléctrico de cuatro cuerdas. Después del colegio nos íbamos a la casa de él a tocar el bajo y a sacar líneas de esas canciones que eran generalmente de funk de los 70. Tengo unos recuerdos muy lindos de esos momentos.

El grupo estadounidense Public Enemy, fuente de inspiración y fuerte influencia de la escena hip hop argentina (Foto: EFE/ EPA/ ETIENNE LAURENT/Archivo)

–¿Quiénes fueron tus mayores influencias, en el mundo del rap como el de la música en general? Nombrame por lo menos algunos referentes.

–Mis influencias dentro del rap son los conjuntos pioneros como Grandmaster Flash & The Furious Five, Afrika Bambaataa & The Soul Sonic Force y otros más como Public Enemy. Estoy muy influenciado sobre todo por los grupos de la primera época. Otros como Kurtis Blow también me han influenciado porque eran raperos que hacían funky music. Mencionaría además a The Cold Crush Brothers y el primer grupo femenino de rap, The Sequence. Todos los que te estoy nombrando eran raperos que tenían bandas detrás respaldándolos y esos artistas fueron supremos. Algo extraño, porque en el 83′ o 84′ hubo un cambio importante, se empieza a escuchar a nuevos raperos que ya no tenían bandas sino una base instrumental con la Roland 808 y otras máquinas como la Linndrum 900. Todas esas máquinas dieron un sonido más electro funk o electro rap. Hubo un antes y un después.

–A nivel artista, ¿qué es lo que vos hacés para mejorar?

–Bueno, yo siempre digo que como rapero soy discreto y como músico me esfuerzo mucho en hacer canciones. Más que nada me la paso ensayando, entrenando mucho la voz y también tocando el bajo y mejorando en ese sentido. Pero también me gusta mucho hacer arreglos en las canciones, entonces paso mi tiempo probando distintos arreglos. Me apasiona la música en general, tengo mucha influencia de otros tipos de música como el soul o el jazz y algunas otras que no son afrodescendientes, pero que también son muy importantes en mi vida. No sé si soy tan pretencioso, siempre me dejé llevar por el instinto y por lo que siento.

–¿Hay algo que extrañes de esa época, los inicios de los años 80, cuando eras b-boy y/o rapper de una forma más rústica, en comparación con hoy?

–Sí, extraño mucho la música que tenía el hip-hop en esos momentos. Era muy distinta a la de hoy, más creativa, con mucho “scratch” y con mucho funky music de fondo. Había un bagaje tremendo de funk, soul y jazz y hoy lo que estoy escuchando creo que se hacía muchos años atrás. Pero desapareció la parte musical, entonces para mí el hip-hop ya no es el mismo. Por suerte tenemos internet y podemos volver al pasado cuando queremos, eso hace que un montón de gente que hoy tiene 20 años pueda escuchar música de otros tiempos, es decir cuando se hacía en serio, desde un lado menos pretencioso. Del lado de la esencia, con el corazón en la mano y la sangre en las venas, con el sentimiento único que tiene esa música de los 70 y 80 y algo de los 90 también.

En Nueva York nació el hip-hop y las palabras sinónimas del término “fresh”, es decir el sentimiento de frescura que tenía en sus inicios era tremenda. Los cuatro elementos básicos del hip-hop ya no están tan unidos como en las primeras épocas. Creo que eso hizo mucho daño y esperemos que las nuevas generaciones puedan reunirlos nuevamente.

Ralph74, autor del libro "Is Fresh: Los años dorados del Hip Hop argentino (1984-1994)", vive desde hace 20 años en San Pablo, Brasil

–Hoy en día muchas empresas multinacionales han creado competencias como la Batalla De Gallos, Red Bull y otras más. ¿Te parece que eso es una barrera, o sea, que son responsables de haber distanciado a los elementos del hip-hop que estaban tan unidos hasta los años 90?

–Uno recuerda lo que fue el Parque Rivadavia en capital federal en los 90, o “La escuelita” de Morón y aquellas míticas reuniones de los años 80, y se da cuenta de que los elementos de la cultura no están tan unidos hoy por hoy. Además, cada elemento está pasando por un momento de cambio. Está desapareciendo el baile, que a esta altura es un deporte. En las olimpiadas lo llevaron a ese nivel, son casi todos atletas los que están en el breakin’ de hoy por hoy. Ninguno baila a ritmo y no les interesa bailar con el rap.

Lo que más éxito tiene son las batallas y generalmente gana el que mejor insulta. Esas batallas no demuestran nada porque no tienen ningún mensaje. Solamente se evalúa el insulto y ahí está pasando algo que no está bueno. El estilo de improvisación es bárbaro siempre y cuando sea creativo. Lo que hay me parece muy malo, más cuando sus protagonistas son personas racistas o misóginos. Eso es muy lamentable y no es culpa del hip-hop sino de los que están por detrás usándolo en un mal sentido.

Según mi punto de vista, el freestyle está pasando por un buen momento, puede ser popular, creativo e inspirador al mismo tiempo, aunque es algo que no inspira a tocar instrumentos o a grabar discos, o sea, a acercarse al movimiento hip-hop. Pero el sistema necesita eso.

“En un comienzo fue muy poca la gente que formaba parte de la escena, y casi siempre estuvieron enemistados entre sí por cuestiones de egos", dice el autor del libro

–¿Cómo podrías definir las palabras éxito y fracaso en tu vida?

–Hay que fracasar algunas veces para después llegar a conseguir lo que uno quiere, si aprendemos de las calles. El éxito es levantarme por la mañana y poder ser libre de hacer el tipo de letra que quiero. También llegar a la gente y que te reconozcan por eso.

–¿Cuál es la lección más importante que aprendiste en tu vida artística?

–Aprender. Yo aprendo todos los días. El día que piense que no tengo nada que aprender seguro estaré equivocadísimo, porque vinimos para eso. Todo el tiempo estoy dando todo de mí, aunque a veces no sea mucho. Otra cosa que aprendí que me parece importante es que por más que todos estén en contra de lo que sentís, tenés que hacer lo que está en tu corazón, siempre y cuando no ofendas a nadie ni causes molestias. Aunque siempre va a haber alguien que se sienta ofendido.

–¿Qué estás haciendo actualmente? ¿Cuáles son tus planes a nivel musical?

–Siempre estoy haciendo canciones, no solo “rap”, sino otros estilos también. Si se me ocurre alguna melodía o alguna letra las voy archivando. Tengo muchas ideas guardadas y también canciones que están bastante avanzadas.

–¿Será que un día vas a aparecer como Prince con algún formato de 5 o 6 álbumes a la vez en el mercado musical?

–Bueno, como Prince no creo, me parece que me estás dando una mano muy alta. Hay personas que uno admira. Yo creo que soy más de hacer, hacer, hacer y hacer. No me considero una persona tan talentosa, soy un laburante que trabaja de la música que le gusta tocar y que siente una gran pasión por la música. Creo que también aprendí el oficio de hacer canciones y en algún momento van a salir a la luz. Ahora estamos en este momento histórico de la pandemia en la era digital, pero pienso que en algún momento voy a plasmar todo eso en algún disco.

*Presentación de Is Fresh: Los años dorados del Hip Hop argentino (1984-1994). Viernes 18 de noviembre, e 14 a 17 h en la Biblioteca Nacional Mariano Moreno. Agüero 2502, (CABA).

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