Un grupo de al menos cuatro activistas medioambientales cubrió este viernes con 8 kilogramos de harina un coche customizado por el artista estadounidense Andy Warhol, que se expone en un centro artístico de Milán (norte de Italia).
Esta acción, la última de una serie de protestas que ha puesto en alerta a los museos de todo el mundo, comenzó a las 11:00 hora local (10:00 GMT) en la Fabbrica del Vapore di Milano, un centro de exposiciones que acoge estos días una retrospectiva sobre el ícono del pop-art titulada Andy Warhol: La Pubblicità Della Forma.
Los activistas saltaron el cordón que protegía la obra y arrojaron sacos de harina hasta cubrir la totalidad del coche customizado por Warhol, mientras gritaban consignas como “hace falta ocuparse de esto” y “es una cuestión de bien común”, según pudo apreciarse en un video publicado por el diario especializado en arte Artribune.
“No habrá más comida ni agua, hay un colapso ecológico en marcha”, fue otro de los mensajes que gritaron los activistas antes de ser reducidos por agentes de seguridad.
Los responsables del ataque forman parte del colectivo Ultima Generazione, la división italiana de Extintction Rebellion, un grupo internacional que promueve la desobedencia civil para llamar la atención sobre la crisis climática.

Minutos antes de la protesta, una de sus integrantes publicó un video en redes sociales para explicar los motivos de la actuación: “Tengo miedo y siento el imperativo moral de hacer algo. Hay un colapso ecológico y climático en marcha, nuestros Gobiernos no lo han afrontado en los últimos 30 años y ya no sé qué hacer para llamar la atención sobre lo que será un desastre para toda la sociedad”.
Dos semanas antes, otros miembros del mismo colectivo lanzaron puré de verduras sobre «El sembrador», obra pintada por Vincent Van Gogh en 1888 y que se exponía en una muestra dedicada al genio holandés en el Palacio Bonaparte de Roma.

Ataques similares contra otros cuadros
La ola de ataques contra obras de arte para llamar la atención sobre la crisis climática no es exclusiva de Italia.
Hace unas semanas detuvieron a tres personas en Países Bajos que arrojaron salsa de tomate cerca de la conocida pintura La joven de la perla, del artista Johannes Vermeer, en el Museo Mauritshuis, en La Haya.
Unos días antes, dos personas lanzaron puré de patatas contra un cuadro de Claude Monet expuesto en el Museo Barberini de Potsdam, cerca de Berlín, y en las mismas fechas dos activistas se pegaron a los marcos de Las majas, de Goya en el Museo del Prado de Madrid.
La primera acción de este tipo tuvo lugar en octubre, cuando miembros de Just Stop Oil vertieron sopa de tomate sobre el cuadro Girasoles, de Van Gogh en el Museo de la Galería Nacional de Londres.
Fuente: EFE
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