Dos activistas han arrojado líquido negro y oleoso sobre el cuadro Muerte y vida de Gustav Klimt (1862-1918) en el museo Leopold de Viena para denunciar la inacción contra la crisis climática. Después uno de ellos se pegó al marco del cuadro.
Las primeras informaciones indican que el cuadro estaba protegido por un vidrio y no habría resultado dañado, aunque el museo pide algo de tiempo para evaluar en detalle lo sucedido.
El grupo "Última generación" compartió un vídeo de la protesta en su cuenta de Twitter. Una persona también se pegó al cristal que protege la obra durante la protesta.
Con motivo de una festividad regional, la entrada al Leopold era gratuita, patrocinada por la petrolera OMV y, pese a los estrictos controles, los activistas consiguieron introducir el líquido en una bolsa de agua caliente.
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Otro de los activistas gritó tras arrojar el petróleo sobre el cuadro: “Conocemos el problema desde hace 50 años, debemos actuar de una vez, de lo contrario el planeta se destruirá”.
"Detened la destrucción de los combustibles fósiles. Nos dirigimos hacia un infierno climático", agregó para describir las nuevas perforaciones de petróleo y gas como una sentencia de muerte para la humanidad.
Hace cinco días otros dos activistas del mismo grupo se pegaron con adhesivos a fósiles de dinosaurios del Museo de Historia Natural de Viena, que no resultaron dañados, para criticar la destrucción climática causada por los hidrocarburos.
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“Frente a los restos de los gigantes extinguidos, exigen una política de supervivencia, en lugar de la continua destrucción de nuestros medios de vida”, explicó el grupo medioambientalista, muy activo en Austria y Alemania, en un comunicado.
Diferentes grupos activistas han realizado numerosas manifestaciones en los últimos meses, como cortar calles y arrojar puré de papas a una obra de Claude Monet en Alemania. El grupo británico Just Stop Oil arrojó sopa de tomate contra el cuadro Los girasoles de Vincent van Gogh en la National Gallery de Londres el mes pasado.
Activistas de Just Stop Oil también se han pegado al marco de una copia antigua de La última cena de Leonardo da Vinci en la Royal Academy of Arts de Londres y a La carreta de heno de John Constable en la National Gallery.
Con información de EFE y AP
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